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“La escasa presencia de mujeres en los espacios públicos de nuestras ciudades es una muestra más de la desigualdad de género”

"Con nombre de mujer. Las mujeres en el callejero de Guadalajara"

Culturas de Castilla-La Mancha

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 “Las ciudades son libros que se leen con los pies” es el estribillo de una conocida canción del cantautor uruguayo Quintín Cabrera que, seguramente, nos haga recordar a todos/as algún que otro paseo por las calles de nuestras ciudades o de otras ciudades que hayamos habitado o visitado a lo largo de nuestra vida.

 Recorrer las ciudades es leer, paso a paso, su historia, y esta es precisamente la invitación que nos llega este otoño de la mano del grupo LEA-SIECE de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Alcalá con la exposición “Con nombre de mujer. Las mujeres en el callejero de Guadalajara”, cuyas organizadoras, María de la Hoz Bermejo Martínez, Verónica Sierra Blas y María Cedenilla Paredes, nos ofrecen una lectura en clave de género del callejero de Guadalajara como fuente histórica y como lugar de memoria. 

Inaugurada el 26 de noviembre de 2019 en el marco de las XIV Jornadas de Castilla-La Mancha sobre investigación en archivos Mujeres: espacios y tiempos bajo el patrocinio del Instituto de la Mujer de Castilla-La Mancha y con la colaboración de la Unidad de Igualdad de la Universidad de Alcalá, entre otras instituciones, la muestra volverá a estar abierta al público en el Archivo Histórico Provincial de Guadalajara (C/ Julián Besteiro, nos 1 y 3, 19071, Guadalajara) entre el 14 de septiembre y el 20 de noviembre de 2020 de lunes a viernes de 9 a 14 h. y de 16:30 a 19:30 h. también los martes y los jueves. La profesora de la Universidad de Alcalá, Verónica Sierra Blas y María de la Hoz, becaria FPU de la UAH, ahondan en la exposición.

¿A qué tipo de público va dirigida la muestra? ¿Cuál es su objetivo principal?

Verónica Sierra: La muestra pretende, centrándose en el caso concreto de Guadalajara, llamar la atención sobre cómo los callejeros constituyen un claro reflejo de nuestra sociedad y del desigual tratamiento que los gestores de la memoria han dado y dan a los hombres y a las mujeres a lo largo de la historia. La escasa presencia de mujeres en los espacios públicos de nuestras ciudades es una muestra más de las muchas que podríamos señalar de la desigualdad de género todavía presente en nuestra sociedad, y por eso nuestro objetivo es visibilizar a las mujeres que por destacar en algún ámbito han sido reconocidas con una calle, al tiempo que reivindicar un mayor número de calles con nombre de mujer.

María de la Hoz: Como señala Verónica, la presencia de mujeres en nuestros espacios públicos, y más en concreto en nuestros callejeros, es muy inferior a la de los hombres, y así lo vemos en el callejero de Guadalajara, que presenta tan solo un 9,4% de calles con nombre de mujer. Esta exposición pretende no solo dar a conocer la vida y obra de las mujeres que componen ese porcentaje, y que probablemente buena parte de los ciudadanos/as de Guadalajara desconocen, sino también invitar a estos/as a realizar sus propias propuestas para entre todos/as conseguir que en nuestra ciudad haya más calles dedicadas a mujeres. Con este fin instalamos una urna en la muestra, convirtiendo la misma en una plataforma ciudadana. Bajo el lema “Un nombre, una calle” estamos recogiendo los votos que quienes nos visitan emiten, y haremos llegar el resultado de esta encuesta popular al Ayuntamiento una vez clausuremos la exposición el próximo 20 de noviembre.

VS: La exposición va dirigida a todos los públicos, porque el tema que trata afecta al conjunto de la ciudadanía. Por eso, además de realizar visitas guiadas a grupos de adultos, incluidos profesores/as y estudiantes de nuestra Universidad y de otras Universidades, que han contactado con nosotros/as, desarrollamos también visitas guiadas para alumnos/as de Primaria (en este caso teatralizadas), de ESO y de Bachillerato, y convocamos sendos premios, uno de dibujo y otro de periódicos escolares, para ellos/as.

MH: De hecho, hasta la fecha nos han visitado más de 1.300 personas, y la mayor parte de las mismas son niños/as y jóvenes de colegios e Institutos de Guadalajara cuyos profesores/as han querido incluir la exposición entre las actividades extraescolares del curso académico. También hemos recibido bastantes visitas de grupos procedentes de organizaciones y asociaciones socioculturales de la ciudad y de la provincia.

 ¿Cuál es el origen de la muestra?

María de la Hoz: La exposición nace de mi Trabajo de Fin de Grado (TFG) en Historia, defendido en 2017. Cuando la profesora Verónica Sierra me propuso abordar en el mismo el análisis del callejero de Guadalajara con una perspectiva de género, me pareció una idea muy original y me llamó mucho la atención, dado mi interés en los Estudios de Género y en la Historia de la Cultura Escrita, y una vez que realicé esta primera aproximación, me animé a seguir adelante con la investigación en mi Doctorado, convirtiéndole en una de mis líneas de trabajo principales.

Verónica Sierra: Yo sabía muy bien que, a María, como es de Guadalajara, al igual que yo, le iba a gustar la propuesta del callejero con nombre de mujer y, además, en esos momentos estábamos en el grupo LEA-SIECE de la Facultad de Filosofía y Letras desarrollando un proyecto de investigación sobre las escrituras expuestas o públicas (inscripciones monumentales, placas institucionales, rótulos comerciales, carteles publicitarios, papeles pegados en las farolas, pancartas, grafitis, etc.) que pueblan nuestras ciudades, de modo que un estudio sobre el callejero encajaba a la perfección en nuestros intereses. El TFG que ella hizo fue excelente, y nos dimos cuenta de que el tema podía dar mucho más de sí, por eso cuando se decidió a continuar con la investigación le dije que solicitara una beca y que hiciera la Tesis Doctoral conmigo, aunque esta la hemos centrado no tanto en el callejero como en otros aspectos relacionados con la cultura escrita de la infancia, la educación y el género. A raíz del TFG nació, pues, la exposición, pero también este trabajo inicial dio lugar a algunas participaciones de María en congresos y a publicaciones diversas, así como a distintos reportajes y entrevistas en distintos medios de comunicación locales.

En algunas declaraciones que habéis hecho decís que el callejero urbano puede leerse como se lee un libro, ¿qué nos cuenta ese libro?

María de la Hoz: Al estudiar los nombres de las calles de una ciudad, vemos que los callejeros no son únicamente una herramienta útil para la ciudadanía y los/as visitantes o viajeros a la hora de ubicarse en el trazado urbano, sino que, además, son una herramienta al servicio de los poderes públicos. En nuestro país esto es así desde que, en 1858, durante el reinado de Isabel II, se aplicó una Real Orden que obligaba a todas las ciudades a poner una placa en cada calle para indicar su nombre en algún lugar que fuera visible, generalmente al principio o al final, aunque también en plazas, cruces e intersecciones.

Verónica Sierra: Hasta 1858, por tanto, las calles de nuestras ciudades no tenían nombres, digamos, “oficiales”, pero sí que la gente las nombraba y conocía, claro. Muchos de los topónimos que, por tradición oral, se fueron transmitiendo generacionalmente y que, por lo general, hacían referencia a las actividades que se realizaban o a las personas o familias que vivían en esas calles, han sobrevivido al paso de los años y hoy forman parte de nuestros callejeros, como ocurre en el caso de Guadalajara, por ejemplo, con la cuesta del Matadero, la calle del Ferial, el Paseo de las Cruces, La Carrera o el barrio del Alamín.

MH: Al tiempo que estas denominaciones populares se incorporaron oficialmente al callejero de las ciudades, fueron también incluyéndose nuevos nombres a medida que se fueron dedicando nuevas calles a personas, a colectivos, a instituciones, a lugares, a hechos históricos, etc. La elección de esas dedicatorias, en cuanto que estas suponían y suponen un reconocimiento público, puede y debe entenderse, por ello, como una forma más de ejercer el poder por parte de las élites y de los gobernantes.

VS: Decidir a quién o a qué se dedica una calle, en definitiva, es un acto político, y al tiempo, es también un acto de memoria, en el sentido de que esos nombres, al ser hechos públicos, pasan a formar parte del imaginario social y de la memoria colectiva, de la memoria de la ciudad y de los ciudadanos/as.

Habéis dicho antes que en la ciudad de Guadalajara solo un 9,4% de sus calles llevan nombre de mujer… ¿Son muchos o pocos respecto a otras ciudades españolas?

María de la Hoz: En Guadalajara tenemos 61 calles dedicadas a mujeres, y en lo que respecta al número no es superior al que presentan otras ciudades. Por ejemplo, en Madrid las calles con nombre de mujer suponen el 21% del callejero, en Barcelona el 19% o en Valencia el 10%. Pero lo que sí que hace el caso de Guadalajara bastante particular es que, de esas 61 calles, la mitad están dedicadas a mujeres que destacaron por su lucha en pro de la igualdad y no por su condición social o su profesión religiosa. La tónica general en todas las ciudades es justo la contraria, es decir, que la mayor parte de las calles con nombre de mujer hacen referencia a santas, beatas, vírgenes o nobles.

Verónica Sierra: Además, debemos tener en cuenta la localización de unas y otras calles, porque mientras que las dedicadas a santas, beatas, vírgenes o nobles las encontramos en el centro urbano, las que tienen como protagonistas a otras mujeres suelen estar en las afueras de las ciudades, como pasa en Guadalajara, que solo nos encontramos a estas mujeres que se adelantaron a su tiempo o que fueron pioneras en el ejercicio de sus profesiones a finales del siglo XIX o inicios del XX en el barrio de Aguas Vivas.

MH: La exposición intenta hacer algo de justicia en este sentido, y rescata, precisamente, a esas mujeres de las afueras, de los márgenes, y las visibiliza. Por eso, junto a los paneles explicativos, hemos incluido retratos de 22 de ellas, algunos inspirados en sus años de juventud, otros en sus años de madurez, destacando sus rasgos físicos o personales más característicos o empleando como elementos identificadores de sus profesiones utensilios u objetos propios de estas. Esos retratos, inspirados en fotografías de la época o en cuadros y esculturas, han sido realizados por la artista Marta Águeda Carlero, y han tenido una acogida estupenda, tanto que incluso hemos tenido que imprimirlos en bolsas y en cuadernos a modo de “regalos” para los/las visitantes.

 ¿Estas 22 mujeres que habéis seleccionado, tienen calles dedicadas en otras ciudades o es la primera vez que figuran en un callejero? ¿Podéis darnos algunos ejemplos?

María de la Hoz: Algunas de estas mujeres ya tienen calle en otras ciudades, sí, como las políticas Clara Campoamor, Victoria Kent o Federica Montseny, la célebre escritora Emilia Pardo Bazán, la fundadora de la Residencia de Señoritas de Madrid, María de Maeztu, la autora del Diccionario del uso del español, María Moliner, la filósofa María Zambrano o la pintora Maruja Mallo. Sin embargo, otras no han recibido este reconocimiento público en otro lugar más que en Guadalajara.

Verónica Sierra: Es el caso de aquellas mujeres que son originarias de la ciudad o de la provincia, o que desarrollaron buena parte de su vida en estas. Por ejemplo, una de las calles está dedicada a Isabel Muñoz Caravaca, maestra de Atienza y periodista, otra a Concepción Aparicio y Bueno, que fue profesora de la Escuela Normal de Maestras, también tiene calle la directora de la Biblioteca, del Museo y del Archivo Histórico Provincial, Juana Quílez, y quizás el caso más llamativo es el de Hermenegilda Portillo, una vendedora de lotería que es (porque vive aún) muy querida por los alcarreños/as.

MH:Si alguien quiere saber qué más mujeres tienen calle en Guadalajara y conocer su trayectoria os invitamos a consultar el catálogo de la exposición, que al igual que esta ha sido diseñado por Lina Vico, y que está disponible para toda la comunidad universitaria de manera gratuita en el repositorio de nuestra biblioteca.

¿Podéis decirnos alguno de los nombres que los/las visitantes más han votado?

Verónica Sierra: Pues… No… Todavía no podemos decir nada sobre esto… ¡Los votos son secretos! Pero sí que podemos contaros que desde la Universidad de Alcalá y el Archivo Histórico Provincial de Guadalajara hemos formado, a petición del Ayuntamiento de Guadalajara, una comisión de expertos que, cuando la exposición se cierre, evaluará las propuestas, las completará y elaborará un informe para proponer a nuestro alcalde nombres de mujeres que pensamos que son merecedoras de tener una calle en la ciudad.

María de la Hoz: Y también os podemos anunciar que, a raíz de la exposición y del concurso de dibujo infantil, una de las artistas urbanas de Guadalajara, “Pimpilipausa” (Sara Arias), está trabajando actualmente en un mural que, desde finales de este mes octubre, podrá verse en la fachada del Auditorio del parque del Barranco del Alamín. Este mural, que estará dedicado a todas las mujeres que cambiaron la historia y a las víctimas de la violencia de género, servirá, además de para “inmortalizar” este bonito proyecto, para recordarnos a los ciudadanos/as de Guadalajara y a quienes nos visiten que la lucha por la igualdad es una tarea urgente en la que todos/as podemos y debemos colaborar, y que es nuestra responsabilidad que ninguna mujer se quede en pleno siglo XXI sin cumplir sus sueños porque el patriarcado se lo impida, como les ocurrió en épocas anteriores a tantas y a tantas mujeres que fueron silenciadas, castigadas, perseguidas u olvidadas.

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