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El presidente de Castilla y León se muestra “sorprendido” por el ascenso “vertiginoso” de los casos de COVID-19 tras la Navidad

El presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, en una imagen de archivo. EFE/ Nacho Gallego

Alba Camazón

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El presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, se ha mostrado “sorprendido” por el ascenso “vertiginoso” de los casos de COVID-19 en este principio de la tercera ola, que ya ha empezado a cobrarse sus primeras víctimas y una mayor ocupación hospitalaria. “Nos ha sorprendido a todos el ascenso vertiginoso y el frío no es ajeno a ello, con otras circunstancias”, ha explicado Mañueco en una rueda de prensa celebrada este miércoles, quien no ha concretado qué otras circunstancias han afectado a este crecimiento de casos tan brusco.

De hecho, el presidente autonómico ha evitado responder si se arrepiente de haber relajado las medidas de control durante las navidades y ha defendido que Castilla y León ofreció “un paquete de medidas más riguroso” que otras comunidades autónomas. “Cuando uno tiene que tomar decisiones, hay que tomarlas en su conjunto. Era un paquete global, como las que estamos tomando ahora mismo”, ha defendido Mañueco, quien ha diferenciado “entre lo que se podía hacer y lo que era recomendable hacer” en las fiestas de Navidad, en las que buscaron el “equilibrio”.

El presidente de la Junta se ha mostrado “convencido” de que hubieran recibido críticas en cualquier caso: “Algunos de los que dicen que fuimos irresponsables [por permitir reuniones de diez personas], dirían que fuimos irresponsables por poner un límite de seis”.

Castilla y León mantuvo el cierre perimetral de la Comunidad salvo del 23 al 26 de diciembre y del 30 de diciembre al 2 de enero “solo para visitar familiares”. En Navidad, Nochebuena, Nochevieja y Año Nuevo solo podían comer o cenar un máximo de 10 personas de dos grupos de convivencia. En las residencias de ancianos, se ampliaron las visitas a dos personas por residente y día durante un máximo de dos horas y se autorizaron cenas en residencias con dos familiares siempre que presentaran un test negativo. El toque de queda se mantuvo a las 22 horas (de 22 a 6 de la mañana) salvo en Nochebuena y Nochevieja, cuando se alargó hasta medianoche para estar en la calle, y a la 1.30 de la madrugada para volver a casa. Esas dos noches, la hostelería debía cerrar a las 22.00 horas.

“Siento un dolor profundo”

Mañueco ha asegurado que siente “muchísimo dolor” y un “dolor profundo” al acordar medidas restrictivas para el sector de la hostelería, centros deportivos y centros comerciales, además de otras actividades económicas “que sufren los efectos de la pandemia”. “El culpable es el maldito bicho”, ha acusado el presidente autonómico, que ha defendido que estos límites al ocio pretenden “proteger la vida”, puesto que también le 'duele' el fallecimiento de más de 7.000 personas por coronavirus, “algunos de ellos conocidos y cercanos”. “Es un dolor que llevo en mi mochila. Les puedo garantizar que no es una mochila que a uno le guste llevar, pero me corresponde como presidente de la Junta”, ha agregado Mañueco, quien afirma afrontar esta situación “con seridad y rigor”.

El presidente autonómico ha asegurado que es “consciente de la dureza de las medidas”, que ha calificado de “inevitables” y que ya han demostrado ser “claramente eficaces” en la protección de la vida y la salud de las personas. Mañueco ha vuelto a pedir al Gobierno de España un plan de choque para el sector de la hostelería como el de otros países europeos. “Es importante que el Gobierno ejerza su labor de liderazgo para apostar con claridad a ese plan de choque que ayude a la reestructuración. Cada comunidad autónoma tiene sus propias particularidades, pero echamos de menos esa ayuda desde el Gobierno de España”, ha instado.

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