Una clínica de Palencia indemnizará con 70.000 euros a un paciente por un tratamiento de implantes dentales
El Juzgado de primera Instancia e Instrucción número 7 de Palencia indemnizará con 70.000 euros un paciente de 57 años por los “gravísimos” daños ocasionados por el tratamiento de implantología, que llevaron al afectado a una intervención quirúrgica para resolver la importante infección ocasionada por la perforación de la membrana del seno maxilar.
El pago de la indemnización es fruto del acuerdo de transacción judicial homologado por el referido juzgado y al que han llegado los Servicios Jurídicos de 'El Defensor del Paciente' en Castilla y León y Adeslas Dental, según informa dicha asociación.
El afectado contaba con una póliza de asistencia sanitaria dental con Adeslas Dental, por la que recibía las prestaciones de salud buco-dental. En noviembre de 2013, debido a la ausencia de algunas piezas dentales, consultó con un odontólogo del cuadro médico en la clínica que la compañía tiene en la ciudad de Palencia la posibilidad de colocar implantes.
Se le recomendó realizar previamente tratamiento de elevación de seno e injerto de hueso, debido a que presentaba insuficiencia ósea. Dicho tratamiento se realizó entre los meses de enero y febrero de 2014. Posteriormente, en el mes de julio de 2014, se realizó la extracción de seis piezas dentales que el paciente conservaba en la arcada superior, y se procedió de forma inmediata a la colocación de siete implantes.
Sin embargo, previamente a la colocación de implantes, no se realizó un TAC de control para conocer si el tratamiento de elevación de seno e injertos había logrado el objetivo buscado, que no era otro que conseguir hueso suficiente para la osteointegración de los implantes.
Congestión y mucosidad
En las siguientes semanas, el paciente comenzó a notar mucha mucosidad y congestión, con aliento maloliente. El odontólogo aseguró a su paciente que el tratamiento realizado nada tenía que ver con los síntomas que refería. Y así durante los siguientes meses, en que los síntomas persistían y se agudizaban.
El paciente consultó con otro especialista, quien realizó una endoscopia nasal e inmediatamente advirtió un colapso total de la fosa nasal izquierda, con inflamación masiva y secreción purulenta, diagnosticándole de sinusitis odontógena y pautando tratamiento antibiótico.
El tratamiento no logró resolver la situación. Y en nueva consulta tras un TAC se le diagnostíco una sinusitis maxilar de origen dentario, remitiendo al paciente a un especialista en Cirugía Maxilofacial para la resolución inmediata del problema.
En julio de 2015 el paciente fue visto por el especialista, quien informó de la necesidad de intervenir urgentemente, cirugía que se realizó el día 14 de julio de 2015. La cirugía y análisis de los restos extraídos confirmó la infección, provocada porque la mayor parte de los implantes dentales habían sido colocados fuera de las cavidades neumáticas de los senos maxilares, perforando así las membranas de las mismas.
Invasión del seno maxilar
El abogado de 'El Defensor del Paciente', Santiago Díez, explica que la falta de hueso suficiente tras el tratamiento de regeneración realizado por el primer odontólogo hizo que los implantes que posteriormente colocó invadieran el seno maxilar, “provocando esa perforación de la membrana y el cuadro de sinusitis que después desarrolló y que se infectó”.
Si el odontólogo hubiera realizado un control radiológico previamente a la colocación de los implantes para verificar que había logrado la altura ósea suficiente para soportar los implantes, se hubiera evitado la perforación que se produce precisamente porque no se ha logrado el objetivo perseguido con el tratamiento previo de regeneración ósea.
Y, en todo caso, debió comprobar si existía algún problema cuando el paciente fue remitido por su médico para valorar una posible complicación relacionada con los implantes.
La pasividad del odontólogo ante los síntomas que presentaba J.A., sin realizar comprobación ninguna y desestimando la posibilidad de describir de forma precoz una posible complicación, hizo que se retrasara el diagnóstico y la infección evolucionase hasta el cuadro grave de sinusitis que llevó al paciente a la necesidad de someterse a una intervención quirúrgica.
Fruto de ello, el paciente ha quedado con secuelas funcionales y estéticas, derivadas de la falta de osteointegración de los implantes, sin posibilidad de reparación posible, que afectan tanto a la foniatría como a funciones de masticación, así como a la estética facial del paciente; además de una sinusitis crónica, que precisa tratamiento continuado.
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