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Barcelona prevé una crisis de salud mental “devastadora” entre sus ciudadanos por el confinamiento

Dos ancianos sentados en un banco de Barcelona, el pasado 16 de mayo.

Pol Pareja

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“Tenemos una crisis de salud mental devastadora y sin precedentes”. La concejal de salud del Ayuntamiento de Barcelona, Gemma Tarafa, ha alertado este martes de las consecuencias que tendrá -y que ya tiene- la pandemia en la salud mental de los barceloneses y la necesidad de abordarla a tiempo.

El Ayuntamiento ha anunciado un “plan de choque” de 1,5 millones de euros para esta crisis que, según ha explicado Tarafa, castiga a los colectivos más vulnerables. El programa, que se implantará en junio, se dirigirá particularmente a los menores y adolescentes, a las personas cuidadoras con sobrecarga de trabajo, a personas mayores y a las que ya tenían previamente problemas de salud mental. “Estos días hemos hablado de la crisis sanitaria y a la par de la crisis social y económica”, ha proseguido Tarafa. “Debemos decir bien alto que también tenemos una crisis de salud mental”.

Según los datos que el Ayuntamiento de Barcelona ha ido recopilando entre el 11 de abril y el 14 de mayo a través de las encuestas semanales de la Oficina Municipal de Datos, el 49% de los barceloneses aseguró que el confinamiento está resultando “bastante o muy duro” mientras que el 86% reconoció sentirse “muy o bastante preocupado” ante la situación que se está viviendo.

A través de los teléfonos de ayuda psicológica habilitados durante la pandemia -que han recibido más de 10.000 llamadas-, el Ayuntamiento también ha podido extraer algunos datos que ejemplifican las principales preocupaciones y colectivos afectados por el confinamiento.

El 72% de las llamadas a estos teléfonos lo hicieron mujeres, mientras que el 58% eran personas de más de 40 años. Las primeras consultas estaban relacionadas sobre todo con el miedo y la angustia por posibles contagios. A medida que fue avanzando la pandemia, las llamadas empezaron a tratar sobre la sobrecarga de trabajo de las personas con familiares a cargo, el impacto ante la muerte o el duelo que no se pudo hacer.

El plan incluirá distintos proyectos, entre los que habrá un centro de actividades de aprendizaje, un programa de apoyo a profesionales que trabajan con personas con problemas de salud mental y a entidades que trabajan en el ámbito de la inserción sociolaboral. También se destinarán ayudas concretas a los centros de los distritos más necesitados.

“Ni la crisis social y económica afecta por igual a todos ni la de salud mental tampoco”, ha precisado Tarafa. “Las condiciones socioeconómicas tendrán un impacto distinto en la salud mental de nuestros vecinos y debemos tener esa mirada”.

La intención es evitar lo que ocurrió durante la crisis de 2008, cuando los problemas de salud mental quedaron “invisibilizados” por la administración, según ha afirmado Luis Miguel Martín, director de atención comunitaria y programas especiales del Parc Salut Mar. “Para poder abordar lo que viene no necesitamos un plan de choque a nivel de ciudad sino a nivel estatal”, ha reclamado este profesional.

En el Ayuntamiento creen, además, que los problemas de salud mental que han aparecido durante la pandemia son solo el principio. “Tenemos la sensación de que hay muchas situaciones que aún no han aflorado y aparecerán en los próximos meses”, ha remachado Tarafa.

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