Borràs rechaza el boicot al minuto de silencio en la Rambla pero defiende su saludo a los manifestantes

Laura Borràs, presidenta de Junts, ha rehuido la autocrítica este jueves después de haberse convertido en una de las protagonistas del homenaje a las víctimas del atentado en la Rambla precisamente por haber saludado a quienes protestaban durante el acto. La dirigente independentista, suspendida este verano como presidenta del Parlament, ha defendido que ella no se dirigió al manifestante que rompió el minuto de silencio, sino a los demás, que expresaron con gritos y pancartas su teoría de que el Estado estaría ocultando responsabilidades en la matanza.

“Está totalmente fuera de lugar interrumpir un minuto de silencio de las víctimas”, ha reconocido Borràs en una entrevista en Catalunya Ràdio, y ha achacado esta actitud a un único manifestante, que fue quien protagonizó posteriormente una discusión con algunos de los familiares de las víctimas, indignados por aquellos gritos. “No verá en ningún vídeo que yo me haya acercado a esa persona”, ha reiterado la expresidenta del Parlament. 

Más allá de la ruptura del minuto de silencio, el centenar de manifestantes que protestaron durante el acto, pertenecientes a sectores independentistas que defienden la existencia de interrogantes sobre el 17-A e incluso que el Estado estuvo detrás, profirieron gritos también durante la ofrenda floral y a lo largo del homenaje. Aun así, Borràs ha defendido haber ido a escucharles y a saludarles, en un acercamiento que acabó derivando en aplausos y vítores por parte de los congregados hacia la política de Junts.

En este sentido, Borràs se ha mostrado en línea con las reclamaciones de esos congregados, compartidas en distinta medida por los partidos independentistas, de que la investigación sobre el 17-A, y en particular de los vínculos del imán Es-Satty con el CNI, dejó “muchos interrogantes”. “Las víctimas quieren saber, poder aclarar los hechos. Es cuestión de toda la sociedad que ha vivido estos hechos luctuosos, poder saber qué pasó, pidiendo comisiones de investigación para aclarar y exigir responsabilidades”, ha insistido. La sentencia condenatoria contra los autores del atentado desmontó sin embargo las teorías conspirativas surgidas alrededor de Es-Satty.

La ruptura del minuto de silencio provocó el rechazo unánime de todos los partidos políticos, incluido Junts, que expresó su “más enérgico rechazo”. Al margen de esta formación, el resto también cargaron contra la actitud de Borràs, a la que acusaron de sacar rédito político del incidente.