El CIE de Barcelona inicia las reformas ordenadas por la justicia con diez meses de retraso
Después de diez meses, el Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de la Zona Franca de Barcelona ha puesto en marcha la primera de las reformas que le ordenó la justicia. Se han iniciado las obras para retirar las mamparas que separan los internos de sus visitas. Sin embargo, también se deberían incorporar lavabos en las celdas e instalar un sistema de duchas que permita la regulación de la temperatura del agua. Según explicó la Jefatura Superior de la Policía Nacional en Catalunya a Catalunya Plural, el conjunto de las obras debería acabar a finales de mes.
Para responder a la demora, Tanquem els CIEs presentó alegaciones el mes pasado al constatar que, nueve meses después de la resolución judicial, la única medida adoptada por el CIE era la ampliación del tiempo de visitas. En cambio, consideraban urgentes también las medidas pendientes porque, como argumentaba el propio Auto de los Juzgado de Control, “privar a los internos del último contacto físico aunque sea una caricia o un abrazo de sus familiares o amigos es poco humanitario y absolutamente evitable por parte del Estado”.
La plataforma celebra la eliminación de las mamparas, que permitirá garantizar la intimidad entre internos y familiares durante los tiempos de visitas, y lo consideran una victoria de las organizaciones en defensa de los derechos humanos, “arrancada a una Dirección del CIE y un Ministerio de Interior al que parece que no preocupan los derechos de las personas internas en estos Centros ”, dicen en un comunicado.
No obstante, Tanquem els CIEs declara que “medidas como éstas son insuficientes ya que no atacan el problema de fondo: la ilegitimidad de unos centros donde se priva de libertad a personas por su situación administrativa”. Por ello se reiteran en que la eliminación de las mamparas “debe ser un primer paso en la lucha para el desmontaje de los Centros de Internamiento de Extranjeros, así como del resto de políticas que criminalizan a la población inmigrante y suponen un trato discriminatorio y racista”.