Un estudio impulsado por Stop Creuers Catalunya y Stop Creuers Tarragona ha concluido que el ámbito de los puertos de Tarragona y Barcelona supera los límites marcados por la Unión Europea y la Organización Mundial de la Salud (OMS) en óxidos de nitrógeno (NOx) y dióxido de nitrógeno (NO2).
El espigón del muelle de Baleares del puerto tarraconense ha registrado un mínimo de 50 microgramos por metro cúbico (µg/m3), cinco veces más que el umbral que establece la OMS y 2,5 veces más que la directiva europea que entrará en vigor en 2030. En el World Trade Center de Barcelona se registraron 53,5 µg/m3.
Según los impulsores, las muestras se han tomado en cinco ubicaciones del puerto de Barcelona y en cuatro del de Tarragona y en todas ellas se superan los límites establecidos. El análisis lo han realizado las asociaciones catalanas en colaboración con la entidad alemana NABU gracias a un sistema de dispositivos pasivos que captan la contaminación ambiental y que se han analizado en un laboratorio de Suiza.
Las muestras se tomaron del 11 de septiembre al 9 de octubre de 2024 tanto en espacios cercanos a la zona de cruceros como en entornos más alejados. En cada una de las ubicaciones se realizaron dos mediciones diferentes. En concreto se recogieron muestras de monóxido de nitrógeno (NO) y dióxido de nitrógeno (NO2), que sumados representan a los óxidos de nitrógeno (NOx).
En Tarragona, las concentraciones de dióxido de nitrógeno más altas se registraron en el espigón del muelle de Baleares (50 μg/m3). En la marina Port Tarraco se alcanzaron los 33,8 µg/m3, mientras que en la zona de las grúas históricas se alcanzó los 29,2 µg/m3 y en el parque infantil del Serrallo, los 27,9 µg/m3.
Misael Alerm, miembro de Stop Cruceros Tarragona, hizo hincapié en los datos del muelle de Baleares, la zona donde atracan los cruceros. “No se puede distinguir cuál es la carga que hacen los barcos normales y los de cruceros. El medidor que ha dado índices más altos es el que está junto al muelle de cruceros, y en la época donde lo pusimos hay sólo cruceros”, ha manifestado.
“Además es una zona donde la gente va a hacer deporte y, ahora ya podemos decirlo, en contra de su salud. El NO y el NO2 son de los contaminantes más peligrosos para la salud de los humanos y de los ecosistemas”, ha remachado.
En Barcelona, los registros más altos se encontraron en el World Trade Center (53,5 μg/m3) y en el puente Europa (51,1 μg/m3). En zonas más alejadas como la Rambla de Mar y el nuevo paseo de L'Escullera se alcanzaron los 44 μg/m3, mientras que en la plaza de la Barceloneta se detectaron 41,4 μg/m3.
Críticas al puerto de Tarragona y la URV
Alerm ha cargado contra las políticas del Puerto de Tarragona y los estudios elaborados por la Universidad Rovira i Virgili (URV). “Si el puerto de Tarragona ha encargado unos datos y le salen de una determinada manera, nosotros no podemos fiarnos, porque tiene intereses como duplicar la tasa de cruceros, aumentar todos los barcos que llegan y no cambiar combustibles”, ha denunciado.
“Nosotros hemos hecho unos estudios independientes con laboratorios independientes”, ha añadido. Respecto a la URV, Alerm ha afirmado que “dependen del puerto de Tarragona, Repsol y la petroquímica para muchas de las cosas que hace”, y que, por tanto, entienden que “tiene un cierto interés en mostrar según qué tipo de datos”.
Ante los resultados del estudio, desde la plataforma han pedido que se reduzca el número de terminales de cruceros y el tráfico y llegadas de estos barcos hasta cumplir las normativas de la OMS. También quieren que se restrinja el acceso a los puertos de los barcos contaminantes, prohibir el uso de fuel-oil pesado en barcos amarrados y electrificar “de forma inmediata” todos los muelles de cruceros.
Tarragona afirma que no supera los límites
El puerto de Tarragona ha emitido un comunicado en el que ha asegurado que su red de control atmosférico “vela por la calidad del aire”. “El estudio anual sobre calidad atmosférica del puerto elaborado por la URV determina que un año más el recinto portuario no supera ninguno de los límites establecidos por la legislación vigente y en numerosos indicadores presenta datos más bajos que otras estaciones ubicadas en entornos urbanos”, manifiestan.
Paralelamente, han avanzado que la Autoridad Portuaria de Tarragona invertirá 33 millones de euros hasta 2028 para la electrificación de los muelles, “lo que supondrá una reducción drástica de la presencia de contaminantes atmosféricos”. El proyecto prevé, en primer lugar, la electrificación del muelle de Baleares –que acoge la operativa de cruceros– y posteriormente los muelles de Cantabria y Andalucía. Esto permitirá que los barcos detengan los motores y estén conectados a la red eléctrica durante su se