Los delitos se desploman en Barcelona más del doble que la media española

Toda España registra unos datos de criminalidad en mínimos históricos, pero no en todas las zonas esta bajada es igual de pronunciada. La ciudad de Barcelona, que de forma habitual es una de las que registra más delitos por habitante, es ahora una de las urbes donde el desplome de la criminalidad es más acusado. Según el balance del Ministerio del Interior de los primeros nueve meses del año 2021, la capital catalana ha registrado una caída del 39% respecto al año 2019, cifra que supera de largo a la media española, que se redujo en un 14% en el mismo periodo.

El balance de la criminalidad de los primeros nueve meses del año fue publicado este jueves por el Ministerio de Interior. Las cifras ya reflejan un repunte de los delitos después de la gran bajada que supuso el confinamiento a partir de marzo de 2020 y las posteriores restricciones por la pandemia que se alargaron más de un año desde entonces. Con todo, pese a que el año 2021 no puede considerarse aún un año normal, tomando como referencia el año 2019, algunos tipos de delitos no solo no han descendido en el conjunto de España sino que han aumentado. Este es el caso de los que son de índole sexual.

Esa situación contrasta con la de Barcelona. Los datos ofrecidos por Interior para la ciudad, en relación a lo que ocurre en el resto del país, demuestran que el descenso de delitos es general y pronunciado en todas las categorías. Por ejemplo, los hurtos, que es el tipo delictivo más frecuente, se han reducido a más de la mitad en la ciudad catalana, mientras en el conjunto de España cayeron un 34%. Una cifra que permite observar cómo, mientras que durante el año 2021 la criminalidad fue aumentando paulatinamente en muchos territorios, en la capital catalana las cifras han continuado en mínimos hasta pasado el verano.

De hecho, las bajadas de otros delitos son aún más drásticas. Las lesiones y riñas tumultuarias quedaron reducidas al mínimo en la capital catalana durante los primeros tres trimestres del año, con una bajada del 81%, mientras que en el mismo periodo en España la caída era de un 5%. Algo similar a lo que ocurre con los asesinatos, que en Barcelona fueron cuatro en total, lo que representa una caída del 73% respecto al año 2019, cuando en el conjunto del país se redujeron un 17%.

Estas cifras, que tienen una conexión obvia con las restricciones relacionadas con la COVID-19, un ocio nocturno cerrado durante meses y el toque de queda nocturno hasta agosto pasado, hacen que Barcelona haya vivido en los primeros tres trimestres de este año y del pasado sus mejores cifras de criminalidad desde que hay registros comparables, en 2012. En la última década, el año 2016 había sido el que había registrado menos delitos en Barcelona, cuando se registraron 115.324 hechos durante los primeros tres trimestres, una cifra que aumento rápidamente en los dos años anteriores a la pandemia. En cambio, en este mismo periodo de 2021, los hechos quedan en 91.434, una reducción del 20% respecto al año más pacífico.

La reducción de la capital catalana respecto a su mejor año es a la vez más acusada que en otras ciudades similares. Para Madrid, por ejemplo, las cifras de bajada de la criminalidad también fueron buenas, pero quedaron a distancia de las de Barcelona. La capital española registró 145.116 delitos en los primeros nueve meses de 2021, una bajada del 8,9% respecto a su año más bajo de la década (2014) y una reducción la mitad de acelerada que la de Barcelona si se compara con 2019.

La reducción de la criminalidad por encima de la media no es una característica única de Barcelona, sino que ocurre en toda Catalunya. La comunidad lidera el descenso de delitos registrados, con un 22% menos que en 2019, una cifra prácticamente igual a la de las Islas Baleares y, a cierta distancia, la de las Canarias, con una caída del 17%. En cambio, en comunidades como Cantabria y Galicia los hechos delictivos han repuntado hasta superar los ocurridos en el mismo periodo de 2019, algo más de un 3% en ambas zonas.