¿Qué hacer en Siria?
- Este es un artículo publicado en el blog Adiós a las armas
La guerra que vendrá no será la última, vendrán muchas más, porque la Comunidad Internacional está dominada por enloquecidos que quieren hacer prevalecer el uso de la fuerza por encima del uso de la razón. El posible ataque a Siria es una muestra más de que no se sabe aprender de los errores de las guerras anteriores. Barack Obama, anunció ataques a Siria como represalia por la posible utilización de armas químicas por parte del régimen de Bachar Al Asad. Decisión que al parecer podrian apoyar varios gobiernos occidentales. Y se ha dicho, que incluso se podría llevar a cabo sin la autorización del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Es decir, un ataque ilegal por parte de una coalición internacional para atacar un país soberano que está sufriendo una guerra civil, y por tanto, ayudando a los rebeldes.
Decisión que no tiene en cuenta los errores cometidos en conflictos anteriores donde EEUU y sus aliados iniciaron guerras que se saldaron con un rotundo fracaso: Afganistán (2001), Irak (2003) y Libia (2011). Tres países que hoy están desestructurados por culpa de esa intervención, donde reina un desbarajuste absoluto y donde grupos yihadistas (ligados o no a Al Quaeda) actúan sin ningun control. Lo que también podría ocurrir en Siria si los rebeldes llegaran al gobierno.Un país que hace dos años y medio que sufre una guerra con más de cien mil muertos y dos millones de desplazados. Un país situado en una región, Oriente Próximo, lleno de conflictos, donde todos los países de la zona se sitúan a favor o en contra de una de las partes, y donde las potencias mundiales juegan sus intereses particulares por cuestiones de geoestrategia ligada a los hidrocarburos. Por ejemplo, a favor de los rebeldes, Arabia Saudí, Qatar, Jordania, Turquía, la comunidad sunita de Irak, Reino Unido, Francia y EEUU; por el lado contrario, a favor del gobierno de Al Asad, Irán, la milicia de Hizbollah y Rusia. Y neutrales, pero muy preocupados con el desenlace final, Israel, o Líbano, país que se puede ver contaminado y caer en la espiral de la guerra de Siria.
Países que han prestado ayuda militar a cada una de las partes en conflicto, a pesar de que existía un embargo de armas, que desgraciadamente no ha sido respetado. Rusia e Irán han facilitado armas al gobierno de Al Asad, y Arabia Saudí y Qatar a los insurgentes, mientras que EEUU, Reino Unido y Francia les prestaban ayuda militar. Potencias exteriores que podrían haber llegado a un acuerdo para convocar una Conferencia de Paz pero en cambio no lo hicieron. El mes de junio pasado en Ginebra se preparaba una Conferencia que no tuvo lugar porque en las negociaciones EEUU no aceptó la propuesta de Rusia de incluir a Irán en la conferencia. Por tanto, no hubo una voluntad real de resolver el conflicto, ya que vetar la presencia de Irán, el aliado principal de Siria, mientras que por el otro lado estaban los países contrarios al gobierno de Al Asad era tanto como impedir la conferencia. A última hora han salido dificultades para iniciar el ataque.
Así, el Parlamento británico se ha opuesto a la intervención que proponía David Cameron, el presidente Obama ha rebajado el tono de sus amenazas, y Ban Ki-moon, secretario general de las Naciones Unidas, ha pedido iniciar una vía diplomática que conlleve la convocatoria de una Conferencia, reclamando esperar el resultado de los inspectores que analizan sobre el terreno el uso de armas químicas por parte de las dos partes enfrentadas. Entonces, antes que un ataque unilateral, ilegal (sin autorización de la ONU) y inmoral (siempre morirán civiles inocentes), siguiendo la propuesta de Ban Ki-moon, se debe buscar el consenso internacional necesario y negociar con todas las partes implicadas en el conflicto sirio, sin exclusiones, que conduzca a una Conferencia Internacional de Paz que detenga la guerra civil, y dar posibilidad a los opositores al régimen actual a integrarse en un nuevo gobierno para Siria.