Carles Puigdemont y su nuevo partido podrán seguir usando la marca Junts per Catalunya, al menos unos meses. La jueza que debe decidir a quién pertenecen las siglas de JxCat –si a la nueva formación del expresident o a su antecesora, el PDeCAT– ha desestimado las medidas cautelares solicitadas por el partido de David Bonvehí. Esto implica que hasta que no haya una sentencia definitiva sobre el caso, Puigdemont podrá seguir usando la marca 'Junts'.
La decisión de la juez de este lunes es solo el primer capítulo de la batalla que libran Junts y el PDeCAT en los juzgados a cuenta de quién puede usar la marca. El PDeCAT demandó a Junts y pretende invalidar la asamblea en la que se cambió a la dirección de JxCat al sostener que se hizo de manera irregular, por lo que pide declarar nulos esos acuerdos.
En la vista del pasado 25 de septiembre ambas formaciones posconvergentes se acusaron mutuamente de engaño para quedarse con las siglas. La resolución del caso puede impactar en las candidaturas de ambos partidos en las próxima elecciones de 14 de febrero, en las que si no hay un acuerdo de última hora las formaciones de David Bonvehí y Carles Puigdemont se presentarán por separado.
Respecto al núcleo del pleito, Junts defiende que no incumplió ninguna pacto con el PDeCAT sobre el uso de la marca. Argumentan los de Puigdemont que el 27 de junio se hizo una asamblea telemática que situó a un afín al expresident como presidente del partido de Junts por Catalunya. Así consiguió Puigdemont hacerse con las siglas, hasta entonces en manos de Bonvehí.
Por su lado, la letrada del PDeCAT culpó JxCat de “apropiarse del capital político” de la formación de Bonvehí y alegó que es la dirección y no el Consejo Nacional o la asamblea del partido quien debe decidir sobre la marca electoral de la formación.