Protección de los más vulnerables y más medios y plantilla. Estos son los dos objetivos que se ha propuesto lograr la nueva fiscal jefa de Barcelona, Neus Pujal, quien en su discurso de toma de posesión ha recalcado que quiere que su mandato sea “referente en compromiso y defensa de los derechos de los más vulnerables”.
El nombramiento de Pujal supone el retorno de los progresistas a la jefatura de la Fiscalía de Barcelona, liderada por fiscales conservadores desde hace más de una década. En el acto de proclamación celebrado este martes en el Palacio de Justicia de Barcelona han arropado a Pujal dos referentes progresistas de la Fiscalía ya jubilados, los exfiscales José María Mena y Carlos Jiménez Villarejo. Éste último ha sido su padrino en el acto de proclamación junto a la fiscal Esmeralda Rasillo.
Pujal era hasta ahora fiscal de la Fiscalía Superior tras diez años al frente de la Fiscalía de Sabadell, y reemplaza en la jefatura provincial de Barcelona a Concepción Talón, que anunció su jubilación en marzo.
En un discurso de corte humanista, Pujal ha recordado que el proceso judicial “no es un fin en sí mismo”, y se ha mostrado convencida de que cuando se transgrede la ley “subyace un conflicto social que hay que solventar en paralelo a aplicación de ley penal”, en colaboración con otras administraciones y actores sociales.
Pujal también ha señalado el “déficit estructural de plantilla” en la Fiscalía de Barcelona, y ha explicado que su intención es racionalizar y optimizar los recursos que ya tiene a la vez que reclamar un incremento de plantilla.
Por su lado, el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, ha elogiado el “talante conciliador, dialogante” de Pujal y su trayectoria, habiendo pasado por las jurisdicciones de menores y la contenciosa y el Registro Civil, con más de 10 años como jefa de la Fiscalía en Sabadell y después su etapa en la Superior.