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La vidente Pepita Vilallonga, condenada a dos años y medio de cárcel por estafa

La vidente Pepita Vilallonga, en una imagen de archivo.

ACN

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La Audiencia de Barcelona ha condenado a dos años y medio de prisión a la conocida tarotista Pepita Vilallonga y a dos personas más por un delito continuado de estafa. Los condenados tampoco podrán desarrollar actividades de esoterismo durante el mismo periodo.

La sentencia da por probado que los tres acusados estafaron una mujer a quien pronosticaron la muerte inminente. La sala considera probado que se aprovecharon de la situación personal de la mujer y a través de varios engaños consiguieron que esta les pagara más de 40.000 euros, bajo la excusa de que la estaban ayudando a evitar esta muerte.

Así, consiguieron primero el pago de 4.400 euros. Más tarde le pidieron 10.000 más para obtener la ayuda del 'Padre Giorgio'. Dos días más tarde, los acusados informaron a la mujer que este hombre había sufrido un accidente y le pidieron 17.000 euros más, que la mujer accedió a pagar. Más tarde también accedió a pagar 10.000 euros más. Cuando le pidieron, en una visita posterior, otro pago de 3.000 euros, la mujer les dijo que no disponía de más dinero.

La mujer pidió regularmente las facturas de todo lo que había pagado pero no se las entregaron. En un momento dado, acudió a la consulta con una grabadora en la bolsa porque ya era consciente de que la estaban estafando. Dos de los acusados se dieron cuenta y se la sustrajeron.

La víctima de la estafa se encontraba en un momento de “gran fragilidad y vulnerabilidad emocional” como consecuencia de un síndrome ansioso-depresivo con estrés emocional que arrastraba desde hacía años. Tenía concedida la jubilación por incapacidad permanente con grado de invalidez absoluta.

La tarotista declaró que no conocía la víctima y que nunca le había tirado las cartas. En su declaración, aseguró que el día de los hechos se encontraba en una notaría y la defensa aportó un testigo que así lo aseguraba. La sala, sin embargo, no considera acreditada la presencia de la vidente en la notaría o, en todo caso, que esto asegure que no pudiera estar también aquel día en la consulta y tirar las cartas a la víctima. Añade el tribunal que no tiene dudas sobre la declaración de la víctima y que la participación de Vilallonga es “clara y evidente”.

La sala, sin embargo, descarta que las tres personas formaran parte de un grupo criminal puesto que no se ha probado que la unión de los acusados para la comisión concertada de este tipo de delitos.

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