Las cifras que el sector turístico castellano-manchego tiene que mejorar
La actividad turística generó en 2016 un total de 2.832 millones de euros en Castilla-La Mancha, lo que supone un 7,4% del Producto Interior Bruto (PIB). Pero se sitúa tres puntos por debajo del 10% que llegó a representar el sector en la economía regional en años más propicios.
El dato de 2016 lo recoge el primer ‘Estudio del Impacto Económico del Turismo sobre la Economía y el Empleo de Castilla-La Mancha’ (IMPACTUR) realizado por Exceltur y la Consejería de Economía, Empresas y Empleo de Castilla-La Mancha. Muestra el papel desempeñado por el turismo en el sistema económico castellano-manchego entre los años 2010 y 2016, bajo gobiernos tanto del PSOE como del Partido Popular.
El peso de la actividad turística en Castilla-La Mancha está muy alejado de lo que supone para otras regiones como Baleares (44,8%, con ingresos en 2016 de más de 12.000 millones), Canarias (34% del PIB e ingresos en 2016 de más de 14.000 millones de euros) o la Comunidad Valenciana (13,2% e ingresos en 2015 de más de 13.000 millones).
Sin embargo, los resultados del estudio IMPACTUR Castilla-La Mancha 2016 “evidencian una tendencia ascendente de la relevancia del turismo en el entramado productivo castellano-manchego” y que “los últimos ejercicios han posibilitado recuperar los niveles de actividad turística perdidos en los peores años de la crisis económica en España”.
Pero todo es mejorable y lo dice el propio estudio cuando habla del “enorme recorrido de mejora” para el sector turístico de la región. ¿Cómo? Creando nuevos productos turísticos y un mayor tejido empresarial aunque no dice ni qué, ni cómo hacerlo porque su análisis es meramente económico. Solo se pone como ejemplo el resultado, con un “notable aumento de los ingresos turísticos”, de eventos de relevancia internacional como el IV Centenario de la muerte de El Greco en 2014 o de Cervantes dos años después.
El empleo y el impacto económico del turismo
En 2016 el turismo generó 59.772 empleos (un 8,6% del total del empleo de la comunidad autónoma) pero a pesar de la constante evolución en positivo desde el año 2013, todavía no ha conseguido alcanzar los 61.475 puestos de trabajo que había en el sector en 2010.
El Estudio IMPACTUR aporta, a su vez, una valiosa información sobre los efectos económicos directos por la actividad de hoteles, restaurantes, agencias de viajes, empresas de alquiler de coches, etc.). En cifras se tradujo en 2.009 millones de euros y 43.930 puestos de trabajo en 2016. Este tipo de actividad económica supone un 5,3% del Producto Interior Bruto regional.
¿Y qué supuso el turismo sobre los agricultores, suministradores de alimentos, la construcción, las empresas textiles o las de electricidad, gas y agua o incluso sobre los servicios de asesoría a empresas? Son los llamados efectos indirectos y generaron en 2016 un total de 823 millones de euros. O sea, el 2,1% del PIB castellano-manchego y 15.842 puestos de trabajo (el 2,3% del empleo regional).
El estudio también muestra que el empleo en 2016 estaba concentrado en este sector en restaurantes (5.341), empresas de transporte (4.249) y servicios anexos (2.228), en establecimientos de alojamiento (2.297), y empresas prestadoras de servicios recreativos y culturales (1.235).
También que hay cierta “dependencia” por parte de algunos sectores en particular que gracias al sector turismo generan empleo. Los resultados de IMPACTUR revelan que la demanda de servicios turísticos en Castilla-La Mancha genera 8.401 empleos en el comercio minorista, 1.832 en la rama de construcción general y especializada y 2.789 en las distintas ramas de servicios a empresas.
¿Cuánto recauda Castilla-La Mancha por los impuestos vinculados al turismo?
El 7,6% de los impuestos recaudados en Castilla-la Mancha en 2016 estuvo relacionado con el turismo. En concreto, la recaudación ascendió a 640 millones de euros por parte de las distintas administraciones públicas, entre impuestos directos e indirectos en el conjunto de la Comunidad Autónoma.
309 millones correspondían a impuestos ligados a la producción y los productos y servicios, mientras la recaudación dependiente de la renta de las personas físicas de los empleados vinculados al sector ascendió a 238 millones de euros y el de Sociedades supuso 92 millones de euros.
Menos inversión de empresas y administraciones en turismo desde 2010
Si la demanda turística ha crecido en la región desde 2010 es gracias a los viajes de turistas, sobre todo nacionales, y no tanto por lo que hicieron empresas o administraciones públicas que invirtieron menos (por ejemplo en ordenadores en un hotel o en acondicionar monumentos, respectivamente).
Y es que casi el 60% (58,4%) del gasto turístico en Castilla-La Mancha tuvo que ver con los viajes y excursiones de los españoles de otras comunidades que, sumado a los desplazamientos turísticos de los propios castellano-manchegos (21,0%), supone un 79,4% del total. Eso supuso un impacto económico de 2.506 millones de euros.
Un 8,2% corresponde al gasto turístico de los extranjeros. Dejaron en la región 260 millones de euros en 2016 frente a los 290 millones de 2015. La explicación, dice el estudio, está “en la caída del 10,5% de las pernoctaciones totales en los alojamientos turísticos en la comunidad”.
Para mejorar las cifras de gasto de los extranjeros, el estudio apunta el desarrollo de productos turísticos de relevancia internacional y la colaboración con comunidades limítrofes como Madrid para propiciar que estos focos de entrada y atracción de un gran volumen de extranjeros favorezcan el desplazamiento hacia los puntos turísticos más singulares de la región.
Luego están las inversiones de las empresas turísticas (4,7%) que han descendido más del 5% en los últimos seis años, aunque el estudio apunta que la confianza empresarial se recupera poco a poco y en 2016 invirtieron 140 millones, un 8,3% más que en 2015.
Algo similar ocurrió con el gasto de las administraciones públicas regionales y locales para favorecer el desempeño de la actividad turística que supone el 7,7% del total y que cayó un 1,2% entre 2010 y 2016.
Islas Canarias, Galicia, Comunidad de Madrid, Andalucía, Illes Balears, Comunidad Valenciana, Cantabria, La Rioja, Región de Murcia contaban ya con estudios IMPACTUR, a los que se suma ahora Castilla-La Mancha.
