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Humus de lombriz: un abono natural cada vez más demandado entre los agricultores

Humus de lombriz FOTO: Las Higueras

Teresa Sánchez Garzón

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'Lombricultura Las Higueras' es un empresa familiar dedicada a la elaboración y distribución de humus de lombriz, abonos orgánicos, fertilizantes y métodos alternativos para el control de plagas. Ubicado en Malagón, en la provincia de Ciudad Real, este proyecto apuesta por una agricultura ecológica y sostenible. “Somos una pequeña explotación que intenta mantener la economía social en la zona”, explica Luis Martín, uno de los responsables de la empresa.

Pero, ¿qué es el humus de lombriz? Se trata de un abono natural que se obtiene a partir de los excrementos de la lombriz roja de California, que es alimentada con desechos orgánicos (estiércol, residuos vegetales, restos de cosechas…). Las lombrices se alimentan de hongos y bacterias. Éstas a su vez se nutren de una amplia diversidad de materias orgánicas en descomposición. La lombriz no come vegetales y por eso resulta imprescindible proceder de forma previa a un compostaje del material con que van a ser alimentadas.

Para alimentar a las lombrices de su explotación, utilizan estiércol recogido en las ganaderías próximas. Una vez recibido, lo compostan durante al menos tres meses, haciendo subir su temperatura varias veces y controlando su humedad, para eliminar posibles plagas y semillas que pueda contener. Acto seguido, proceden a incorporar el estiércol a los lechos donde se encuentran las lombrices. Este proceso lo realizan todos los meses para que siempre tengan comida fresca.

“La cosecha del humus la llevamos a cabo una vez al año, y nuestra experiencia nos ha demostrado que el humus necesita una maduración de al menos 12 meses para así conseguir una flora microbiana muy elevada”, explica Jesús. Una vez retirado el humus de los lechos, le dan dos meses más de secado y maduración para su posterior cribado, obteniendo al final un producto de alta calidad.

Una vez terminado el producto se somete a controles de calidad y análisis periódicos, para proceder a su envasado y distribución a sus clientes. “Empezamos a venderlo en la zona pero ya hemos salido fuera de Castilla-La Mancha y tenemos clientes en Almería, en Murcia, en la zona norte de España y hemos empezado q exportar a otros países. Tenemos contratos con Corea del Sur y estamos negociando con Polonia”, explica Jesús Givica, director técnico de la empresa.

El modo de elaborar el humus es por tanto un proceso de descomposición totalmente natural, en el que el material orgánico inicial es atacado por microorganismos existentes en el medio y también por el complejo sistema digestivo de la lombriz roja.

Ventajas frente a los abonos químicos

“Yo lo comparo con el jamón ibérico y el chope. Ambos son alimentos que nos alimentan pero el jamón es un producto natural sin elaborar y el chope es un producto elaborado. Los abonos químicos suelen tener mucho nitrógeno para darle mucha riqueza a las plantas y sobre todo sal. Lo que pasa con esto es que con el transcurso de los años estamos matando el suelo. Por el contrario, con el humus de lombriz le damos vida”, señala Givica.

Además entre otras ventajas: aporta nutrientes al suelo y a las plantas; contiene un elevado número de hongos y bacterias beneficiosas; aumenta la porosidad y la aireación del suelo en el que se aplica; posee un PH cercano a 7, es decir neutro. Esto permite aplicarlo directamente sobre la raíz o la semilla, ya que no quema las plantas; contiene gran cantidad de elementos fitoreguladores, que aumentan la capacidad inmunológica de las plantas y facilitan el control de plagas y potencia el desarrollo radicular y la formación de microrrizas.

Además, los períodos de floración, fructificación y maduración se ven anticipados con el uso del abono procedente del humus. Esto repercute en el calibre y color de los frutos obtenidos, así como en una intensificación del sabor de los mismos. Por otro lado las sustancias minerales contenidas en el abono se liberan de modo gradual. El resultado es poder realizar un suministro sostenido de nutrientes a la planta durante todo su ciclo vegetativo.

A pesar de que todavía hay muchos agricultores reacios a cambiar los abonos químicos por el humus de lombriz, la mentalidad, está cambiando. “Se usa todavía mucho químico pero sobre todo en la agricultura ecológica no se lo piensan. En agricultura convencional algunos son más reacios aunque la realidad es que la gente cada vez está mas concienciada. Además, por normativa de la Unión Europea, el humus de lombriz está autorizado para la agricultura ecológica por lo que no es necesario certificarlo como otros productos”, concluye.

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