El PP, de la mano de Vox, da un paso más para debilitar el uso social del valenciano y trabajará para sacar a Alicante, la segunda ciudad más poblada de la Comunitat Valenciana, de la zona de predominio lingüístico valenciano.
Dentro del pacto del gobierno popular de Luis Barcala en la capital alicantina con la extrema derecha para aprobar el Plan Financiero del Ayuntamiento, el PP, además de aceptar la caída del que ha sido su concejal de Hacienda, también ha aceptado un decálogo de medidas que van más allá de la economía. Así, la octava de ellas es solicitar que se cambie la ley para declarar Alicante zona castellanohablante.
El octavo punto del decálogo expone literalmente: “Aprobación de declaración institucional para instar a las Cortes Valencianas a la modificación de la Ley de Uso y Enseñanza del Valenciano para la calificación de Alicante como ciudad castellanohablante”. Esto supondría situar a Alicante como cabeza de lanza de los municipios con predominio lingüístico del castellano, con una población de 358.720 habitantes, población que directamente se restaría a la zona valencianohablante.
¿Qué supone pertenecer a cualquiera de las dos zonas idiomáticas valencianas? En la Llei d'Ús i Ensenyament del Valencià, aprobada en 1983, el artículo 18 señala: “La incorporación del valenciano a la enseñanza es obligatoria en todos los niveles educativos”. Pero se hace una excepción en teoría temporal donde se señala que en los territorios castellanohablantes “la incorporación mencionada se hará de forma progresiva, atendiendo a la situación sociolingüística particular, de la manera que reglamentariamente sea determinada”.
Este cambio supondría excluir a Alicante de la zona de predominio lingüístico del valenciano, lo que conlleva la obligación de la enseñanza de la lengua en el currículum académico. El argumento de Vox es el mismo que el utilizado contra el 9 d'Octubre: “Apelamos a decir basta a la supremacía de València sobre Alicante”. Además, el Gobierno valenciano ya ha iniciado el proceso para modificar la ley de Plurilingüismo de la Generalitat que diluye la segunda parte del mencionado artículo 18 de la Llei d'Ús, con el objetivo de que en los centros docentes ubicados en los municipios castellanohablantes se suprima el valenciano como lengua vehicular de la enseñanza.
En el pleno del Ayuntamiento de Alicante, Vox retiró la propuesta de declaración institucional que buscaba instar a las Corts Valencianes a incluir a la ciudad como municipio de predominio lingüístico castellano, ya que afirmó que la Generalitat “trabaja en la reforma para eliminar la imposición lingüística” en la ciudad.
Hasta ahora Vox había presentado en el Ayuntamiento de Alicante hasta tres declaraciones en este sentido que el PP apoyó desde el mandato anterior, pero entonces fue el socio del PP en el consistorio, Ciudadanos, el escollo que lo frenó. En el último intento decayó, en palabras del portavoz adjunto de Vox, Mario Ortolá, porque “se está trabajando en la reforma para eliminar desde el gobierno de la Generalitat la imposición lingüística en Alicante, que es lo que perseguimos”.
Actualmente, según datos de la Generalitat, el estado del valenciano en el sur de Alicante -en tanto que está dentro de zona de predominio lingüístico del valenciano- es la que presenta peores cifras. Se registra desde un 30% de la población que sabe escribir en valenciano, a un 44% que sabe hablarlo, mientras que un 52% lo sabe leer, y un 66% lo entiende. Por el otro lado, el uso de la lengua en el sur de Alicante también es la zona -dentro del dominio lingüístico del valenciano- donde más se habla habitualmente en castellano, dentro de la familia en un 66% y con los amigos en un 65%, y llega a un 70% en el uso comercial.