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Opinión - ¿Y ahora qué? Por Marco Schwartz

El nuevo puerto seco de contenedores de Fernando Roig en Espai Vila-real nace de un pelotazo de Broseta con Bankia

El terreno del Espai Vila-real, frente a Porcelanosa y junto al Hospital de la Plana, ha sido adquirido por el empresario Fernando Roig para crear un puerto seco de contenedores para dar servicio a la industria azulejera. El propietario del gigante del azulejo Pamesa, según informó Castellón Plaza, ha adquirido el Programa de Actuación Integrada (PAI) a la empresa Blumaq, al despacho de abogados Broseta y a Porcelanosa, que mantenía un 5% del suelo del proyecto original.

Cuatro socios de Broseta Abogados, entre ellos su presidente Manuel Broseta, compraron las acciones que Bankia tenía en Espai Comercial Vila-real SL (el 95% de total) por tres millones de euros. La operación se efectuó a mediados de 2016 y se formalizó por los socios como una inversión particular no vinculada a las operaciones del bufete. El 5% restante de la empresa era propiedad de Porcelanosa, que no quiso ejecutar el derecho de tanteo, lo que facilitó la operación.

Los socios del conocido despacho, muy vinculado al proceso de desinversión de Bankia, hicieron un gran negocio con la operación. La propia entidad bancaria y su asesora PriceWaterhouse (PwC) con un informe de Tinsa tasaba en 2015 los activos inmobiliarios de esta sociedad en 11,7 millones de euros. Sin embargo, apenas pagaron tres millones.

Enclave logístico

El Espai Comercial Vila-real SL dispone de 434.289 metros cuadrados de suelo en el plan parcial del Sector Europlataforma Intermodal de la localidad castellonense, de los que 338.745 metros cuadrados son de edificabilidad terciaria. El suelo se encuentra en uno de los mejores enclaves logísticos de la Comunitat Valenciana, frente a la sede de Porcelanosa y junto al corredor ferroviario mediterráneo.

Bankia consideraba que los tres millones que pagó Broseta están ajustados al mercado puesto que un informe posterior de la consultora PwC fijó que el precio máximo por el que se podían vender las participaciones de Espai Comercial Vila-real era de entre 3,5 y 3,9 millones. El liquidador de la empresa intentó vender la sociedad en 2014 por 11,6 millones y nadie se presentó a la puja.

Tras vender al año siguiente la mayoría accionaria de la sociedad inmobiliaria, los socios de Broseta se quedaron como minoritarios. La operación resultaba llamativa por la cercanía del despacho con Bankia. Broseta llevó la representación procesal de Bankia en gran parte de las demandas por la salida a bolsa que fueron interpuestas contra la entidad. Además, la entidad financiera patrocina junto con Broseta la Cátedra de la Empresa Familiar de la Universitat de València y ha colaborado en la entrega del premio Connexus, el lobby valenciano en Madrid que patrocina la Generalitat con la cesión de un local en la ciudad.