Feijóo, líder sin atributos

La extrema derecha condiciona la opción de un presidente interino o nuevas elecciones

La dimisión de Mazón abre una crisis en el PP valenciano

Algunos sostienen, y así lo ha confesado él mismo, que no carece de cualidades pero que, como Ulrich, el protagonista de la gran novela inconclusa de Robert Musil, no las emplea. Otros, con los que tiendo a alinearme, creen sencillamente que es un líder sin atributos. El hecho es que Alberto Núñez Feijóo ha dejado pasar un año sin preparar la salida de Carlos Mazón del poder en la Generalitat Valenciana y el suceso se le ha venido encima. Por lo visto, tuvo que venir a escuchar en directo cómo los familiares de las víctimas de la dana insultaban al jefe del Consell en el marco de un solemne funeral de Estado para que se diera cuenta de lo degradada que estaba la figura de su barón territorial valenciano y de que su salida era inevitable. Una salida que no satisface a las víctimas, quienes consideran que Mazón “sigue instalado en la mentira” y ha elegido la peor forma de marcharse y creen que, una vez lograda su dimisión, el siguiente paso debe ser que comparezca ante la justicia. 

Repudiado por una mayoría muy amplia de ciudadanos debido a su escandalosa ausencia en la jornada más trágica vivida por el pueblo valenciano en muchas décadas, perdido en una larga sobremesa y no se sabe qué más la tarde en que murieron 229 personas arrastradas por las inundaciones ante una inoperante gestión del sistema de emergencias, Mazón ha añadido un poco más de indecencia a su ya repleto historial de mentiras y tergiversaciones con una dimisión en diferido en la que se presentó, él mismo, como una víctima. Una dimisión con la que pretende seguir ocupando escaño en las Corts Valencianes para mantener la protección del aforamiento frente a la instrucción de la jueza de Catarroja, y además dejar la Generalitat en manos de sus seguidores. Todo menos convocar elecciones, como exigiría un acercamiento mínimamente honesto a tanto desastre.

Envuelto en los bulos que, como ha señalado Ignacio Escolar, empleó para mentir hasta el último momento, Mazón busca forzar a Feijóo a aceptar que sus acólitos, encabezados por el presidente de la Diputación de València, Vicente Mompó, o el secretario general del PP valenciano, Juanfran Pérez Llorca, prolonguen lo que podríamos llamar, no sin cierto rubor, el mazonismo. Una maniobra que se apoya en la complicidad con la extrema derecha de Vox, convertido en portador de las llaves del Palau de la Generalitat hasta el extremo de que aparece Feijóo negociando en Madrid con el caudillo Abascal el futuro de las instituciones valencianas.

Como ha explicado Sergi Pitarch, la dimisión de Mazón abre una guerra por el poder en el PP valenciano. “Los líderes provinciales del PP se unen para lanzar a Vicente Mompó y truncan la idea de tutelar el proceso con María José Catalá como primera opción, mientas el entorno de Mazón amenaza con adelantar las elecciones autonómicas y Francisco Camps pide un congreso regional para ser presidente”, resumía el director de la edición valenciana de elDiario.es.

Se trata, pues, de una crisis orgánica con la tropa de Mazón y la autoridad de la dirección nacional en plena disputa y un invitado, Vox, al que hace tiempo que el ya presidente valenciano en funciones dejó entrar hasta la cocina. “Tendrá que asumir nuestras posiciones”, ha amenazado al PP Santiago Abascal, que no se corta a la hora de defender a Mazón y culpar a Feijóo de haberlo usado como “un chivo expiatorio” que da oxígeno a Pedro Sánchez.

Los plazos legales para la elección parlamentaria de un nuevo presidente de la Generalitat prolongan hasta marzo las vicisitudes potenciales del proceso. Feijóo no quiere unas elecciones valencianas singularizadas, aunque le parezcan bien en Extremadura. Seguramente piensa que el desorden que deja Mazón como herencia no es la mejor carta de presentación para ir a unos comicios. El portavoz de Compromís, Joan Baldoví, vaticinaba en una entrevista en este diario que “Mazón será un apestado del PP porque querrán pasar página” y reclamaba elecciones anticipadas. También exigía elecciones la lider del PSPV y ministra de Ciencia, Innovación y Universidades, Diana Morant, en otra entrevista. “No habrá reparación mientras no salgamos de aquel 29 de octubre”, comentaba la secretaria general de los socialistas valencianos, que indicaba: “La única salida posible es la democracia, devolverle la voz a la ciudadanía y que la ciudadanía elija cómo quiere superar esta crisis, con qué personas y con qué responsables”. 

La versió en valencià d'elDiario.es

La informació sobre la crisi política oberta per la dimissió de Carlos Mazón en la presidència de la Generalitat, juntament amb altres notícies de caràcter polític, social i cultural, es publica en la versió en valencià d'elDiario.es. La pots llegir ací. 

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