Carriles bici, cañón peatonal del metro, cámaras de Ciutat Vella: algunos de los proyectos que el PP prometió revisar

Los proyectos de movilidad y de recuperación del espacio público para el peatón en detrimento del vehículo privado son uno de los aspectos que más choques han suscitado en los últimos ocho años entre el Gobierno municipal liderado por Joan Ribó y Sandra Gómez, y la oposición.

Aunque gran parte de las actuaciones se han llevado a cabo siguiendo las directrices del Plan de Movilidad Urbano Sostenible aprobado en 2013 por el equipo de Rita Barberá, la próxima alcaldesa de València, María José Catalá, ha cuestionado a lo largo del mandato y también en la campaña electoral algunas de las actuaciones llevadas a cabo por el Gobierno municipal de Joan Ribó y Sandra Gómez, como la configuración de la calle de Colón y algunos proyectos de peatonalización, como el de la plaza del Ayuntamiento. En algunos casos, ya ha anunciado que habrá cambios o directamente reversiones.

Por ejemplo, en lo que a carriles bici se refiere, siempre ha señalado como inseguros por falta de informes los de las avenidas del Regne de València y de la Constitució. En el caso de la calle de Colón, que se encontraba en fase de estudio para su remodelación, Catalá se ha manifestado a favor de rediseñar toda su planta viaria, actualmente con dos carriles para la EMT, uno para vehículos privados, además del carril bici, otro de los que podría repensarse. Una de las opciones que se han barajado ha sido su traslado a la calle de Cirilo Amorós.

También durante la campaña Catalá se ha mostrado crítica con las cámaras de control de acceso al Área de Prioridad Residencial (APR) de Ciutat Vella, llegando a comprometerse a apagarlas si ganaba las elecciones, como así ha sido. También se comprometió a eliminar el pago de la ORA de 14.00 a 16.00 horas y partir de las 20.00 horas, una hora antes de lo actualmente establecido.

En cuanto a proyectos de reurbanización, se ha mostrado contraria a la reducción de carriles de circulación para el tráfico en favor del peatonal en las calles de Xàtiva y Guillem de Castro, un proyecto que incluía la eliminación del túnel que conduce a la calle de Àngel Guimerá. También se revisarán proyectos que están en fase de redacción como la remodelación de la plaza del Ayuntamiento de València y de la avenida de Pérez Galdós, donde los populares se opusieron a la eliminación del túnel.

Otra de las infraestructuras que durante la campaña electoral se comprometió a frenar la que será nueva alcaldesa de València, María José Catalá, es el túnel peatonal que debía conectar las estaciones de la línea 10 de tranvía con la de Xàtiva del metro. Las obras están en su fase inicial y Catalá ya comentó que su alternativa es prolongar la línea 10 por el casco antiguo para conectarla con el Mercat Central, cuya estación está ya construida bajo el aparcamiento subterráneo, y con las Torres de Serranos y la parada de la línea 4 del Pont de Fusta, es decir, el diseño original proyectado en su día por el PP.

Está por ver también qué sucederá con la supermanzana de la Petxina, una obra de urbanismo táctico en la que se ha invertido casi un millón de euros que también fue criticada por Catalá por la eliminación de plazas de aparcamiento. Lo que parece seguro es que ese modelo no se extenderá a otros barrios tal y como tenía previsto el equipo de Gobierno progresista.