Qué función tiene la rueda del interior de tu nevera y cómo ajustarla para un consumo energético eficiente

A simple vista, los números de la rueda pueden parecer grados de frío, pero no lo son.

Edu Molina

22 de octubre de 2025 14:23 h

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La nevera es uno de los electrodomésticos más usados en los hogares y uno de los que más energía consume. Mantener los alimentos frescos depende de varios factores, y uno de ellos es un pequeño control que pasa desapercibido para muchos: la rueda interna. Aunque parece un simple regulador de temperatura, su función es mucho más técnica y tiene un impacto directo en el consumo eléctrico y en la conservación de los alimentos.

A simple vista, los números de la rueda pueden parecer grados de frío, pero no lo son. En realidad, cada posición ajusta la intensidad con la que trabaja el compresor del frigorífico. Esto significa que no se trata de “más frío” o “menos frío” de manera exacta, sino de cuánto esfuerzo hace el aparato para mantener la temperatura deseada. Entender esto es clave para usar la nevera de forma eficiente y evitar problemas como la acumulación de hielo o el gasto innecesario de electricidad.

El manejo adecuado de esta rueda también contribuye a prolongar la vida útil del electrodoméstico. Un ajuste correcto evita que el compresor se sobrecargue, reduce el riesgo de desgaste prematuro y garantiza que los alimentos se mantengan frescos de manera uniforme. Por eso, aunque sea un detalle pequeño, conocer su funcionamiento es importante para cualquier usuario.

Qué función tiene la rueda de la nevera

La rueda interna no marca grados concretos de temperatura. Cada número indica la intensidad con la que trabaja el compresor para mantener el frío dentro del frigorífico. Un número más alto hace que el compresor funcione con mayor frecuencia y potencia, mientras que un número más bajo reduce su actividad, generando un enfriamiento más moderado.

Este control funciona como un regulador: busca equilibrar la conservación de los alimentos y el consumo de energía. Si la rueda se coloca demasiado alta, el compresor trabaja más de lo necesario, lo que puede provocar la formación de hielo en paredes y estantes, además de un gasto extra de electricidad. Por el contrario, si se selecciona un nivel demasiado bajo, algunos alimentos pueden no mantenerse frescos y ciertas zonas del frigorífico no alcanzarán la temperatura adecuada.

El rendimiento del frigorífico también depende de otros factores. La cantidad de alimentos, su distribución dentro del aparato y la temperatura ambiente influyen en cómo se mantiene el frío. Colocar los productos de manera equilibrada y evitar sobrecargar los estantes ayuda a que la rueda cumpla su función de forma eficiente y evita zonas demasiado frías o cálidas.

Cómo ajustarla para un consumo energético eficiente

Ajustar la rueda correctamente puede reducir el consumo eléctrico y, al mismo tiempo, prolongar la vida del frigorífico. Una manera práctica de hacerlo es adaptar la posición según la estación del año. En verano, con las altas temperaturas, conviene situarla en niveles algo más altos —alrededor de 3 o 4— para compensar el calor ambiente y mantener los alimentos frescos. En cambio, durante el invierno, cuando el entorno es más frío, puede bajarse a valores entre 1 y 2, ya que el aparato necesita menos esfuerzo para conservar la temperatura interior. En estaciones intermedias, como la primavera o el otoño, lo recomendable es mantener un nivel medio, que asegure un equilibrio entre enfriamiento y gasto energético.

El ajuste debe hacerse de manera gradual, observando cómo responde el frigorífico. Pequeños cambios permiten encontrar el punto justo de frío sin aumentar el consumo. Es importante recordar que cuanto más alto sea el nivel seleccionado, más energía gastará el aparato, por lo que no siempre un número mayor es mejor.

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