Elegir el edredón nórdico adecuado

Edredón Nórdico

ConsumoClaro

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Con los primeros fríos otoñales empieza la preocupación por el cambio de ropa, el paso a la de abrigo, algo que nos ocupa tanto en la calle como en el dormitorio, donde debes dejar las sábanas, la manta fina o el cubrecama y pensar en mantas gruesas o, acaso, en comprar un edredón nórdico nuevo.

Ya sea porque el que tenemos ha perdido sus virtudes con los años, ya porque acumúlame olores y manchas en exceso, ya porque hasta la fecha hayamos estado tirando de manta gruesa y queramos cambiar, a veces toca comprar un edredón nórdico nuevo y hay que saber cómo escoger bien.

Los edredones nórdicos son ligeros, transpirables, aíslan muy bien del frío, son capaces de mantener una temperatura constante y, además, resultan muy prácticos para hacer la cama a diario. Así que, aunque no sean precisamente baratos, no debe sabernos mal adquirir uno, especialmente porque duran bastantes años.

¿Qué factores importan a la hora de elegir un edredón nórdico?

1. El relleno

Nos determinará tanto el precio como la eficacia o el peso del edredón. No es lo mismo un relleno sintético que otro de pluma de ánade. Cada uno de ellos, el natural o sintético, tiene sus ventajas y desventajas.

Sintéticos.

En el caso de los edredones con relleno sintético, su principal ventaja es su precio competitivo, pero también que se pueden lavar en lavadora y meter en la secadora, así como que son más resistentes al crecimiento de mohos y ácaros, al no ser de fibras naturales.

Para su elaboración suele utilizarse fibra, poliéster o silicona. Algunos también incluyen tratamientos específicos para los ácaros o aloe vera para obtener un acabado suave y agradable a la piel.

Un ejemplo es este edredón Pikolin Home de fibra con tratamiento antiácaros de 300 gr transpirable e hipoalergénico. Está relleno de fibra hueca siliconada con tacto semejante al plumón, y gracias a sus materiales sintéticos es un artículo que no produce alergias. Está en oferta en Amazon por 36,29 euros.

Relleno natural

El plumón, o pluma de ave, posee una gran capacidad aislante a la vez que es un material muy ligero, que no pesa en la cama. Al adquirir un relleno de este tipo es recomendable fijarse en el porcentaje de plumón que incluyo pues, dependiendo de la cantidad, mayor o menor será su poder aislante.

No obstante sus cuidados serán mayores que los de un edredón de fibra y además no podremos lavarlo a máquina, complicándose su higienización.

Por otro lado, al emplear materiales de relleno naturales, su precio sube a medida que lo hace el porcentaje de pluma. Podemos distinguir entre pluma de pato y pluma de ganso.

En el caso de la pluma de pato, el porcentaje de la misma frente al relleno de plumón es de un máximo del 85%, y el forro está elaborado en algodón 100% de 230 hilos.

Además, presenta un bordado en cuadros pensado para que ninguna parte del edredón se quede vacío de plumaje durante la noche. Se puede lavar a 40ºC como máximo, lo que no garantiza una higiene absoluta. Un ejemplo de edredón de pluma de pato es este edredón nórdico de Pluma y plumón de Pato escandinavo de la marca Snueggledown, en oferta en Amazon por 54,41 euros. Se puede elegir entre dos niveles de aislamiento térmico, el de 10,5 tog (otoño-invierno) y el de 4,5 tog (verano).

En cuanto a la pluma de ganso, aunque el poder térmico y aislante del plumaje de pato es bastante alto, el de ganso es un poco mejor. Esta diferencia también eleva el precio de estos materiales, razón por la cual la pluma de pato es menos costosa que la pluma de ganso. No obstante, se pueden encontrar buenas ofertas en pluma de ganso, como por ejemplo este edredón de la marca Puredown por 72, 99 euros.

2. Gramaje

El gramaje es lo que determina la capacidad calorífica de un edredón. Cuanto mayor es, más abrigo proporciona. Pero no todos los ramajes están indicados para todas las épocas del año. En otoño podemos precisar de un gramaje medio de 250 gramos, en invierno de 300 a 400 o 500 g y en primavera, e incluso verano, nos bastará con uno de 135 gramos.

Gramaje medio

Ya pensando en otoño e invierno en la cuenca mediterránea, un buen ejemplo de un edredón con un gramaje de 270 gramos puede ser este Duvedecor Golden Plumón, con cobertura de algodón 100%, que tiene un precio de 98,95 euros.

Gramaje alto

Si en cambio habitamos la meseta o zonas altas e interiores, con inviernos continentales fríos, tal vez sea mejor apostar por edredones de gramaje superior, como este Pikolin Home nórdico de fibra de 500 gramos con tratamiento de Aloe Vera. Está indicado para inviernos duros y habitaciones con temperaturas frías. Lo podemos encontrar en Amazon por 45,26 euros.

Otros factores a tener en cuenta

  • Tamaño: si se busca que el edredón no se quede corto y sobresalga por los laterales, se debe elegir un tamaño superior al de la medida de la cama. Lo recomendable es dejar, por ejemplo, unos 20 a 30 centímetros más en cada lado.
  • Lavado: hemos de fijarnos en si es un producto que se puede lavar en casa o se ha de llevar a la tintorería para que no se estropee.
  • Recubrimiento exterior: aunque lo habitual es cubrirlos con una funda, la mayoría de rellenos nórdicos llevan en el exterior una tela de algodón que hace que sean agradables al acto.

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