Empieza la temporada de piojos: claves para detectarlos y combatirlos

Los piojos.

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Con septiembre llega la vuelta al colegio de muchas niñas y niños en España, y con ello, regresan los temidos piojos a las cabezas de los menores, desde las cuales pueden proliferar al resto de la familia, trayendo un mar de picores y escozor al que poner remedio. En algunos casos, si no se logra detener a tiempo, hace falta atajarlo con un corte de pelo. El contagio de piojos no tiene tanto que ver con la higiene como con la cercanía física que mantienen los niños entre sí en clase y jugando.

Contra lo que suele creerse, los piojos no tienen ninguna preferencia por el pelo sucio y desarreglado; prefieren los cabellos limpios y finos porque se desplazan mejor por ellos. En cambio, prosperan peor en cabellos gruesos y rizados porque les es más difícil moverse entre estos, desde su punta hacia la raíz, donde intentarán alimentarse. Tampoco debe relacionarse el problema de piojos con cuestiones de edad o estrato social. Pueden afectar en cualquier caso, como señala un documento de la Agència de Salut Pública de Barcelona.

¿Qué son los piojos?

Se trata de un grupo extenso de pequeños insectos que se alimentan de modo parasitario de la sangre de los mamíferos. Los piojos que afectan al ser humano son exclusivamente de esta especie, no pudiendo saltar desde otras como por ejemplo los perros o los gatos. Así, hay diferentes tipos de piojos, como los del cuerpo (Pediculus corporis), los piojos de la cabeza (Pediculus capitis) y los del pubis (Pediculus pubis).

Se trata de un insecto que necesita vivir en la cabeza de los seres humanos porque precisa chupar sangre continuamente y que, por tanto, fuera de ella apenas sobrevive un par de días.

Sin embargo, sus liendres (huevos) son mucho más resistentes y cuando se generan tras el desove de un individuo hembra, tienden a desplazarse hacia la punta del cabello. Desde allí donde pueden extenderse por contacto físico con otra cabeza o con las manos de otra persona hacia otras cabezas donde darán lugar a nuevos piojos.

Cómo detectar la presencia de piojos

La primera señal de que tenemos piojos será un picor persistente en la cabeza que nos induce a rascarnos y que cada vez va a más. Generalmente, se da en la zona de la nuca y a la altura de las orejas porque son las áreas más calientes y mejor irrigadas de la cabeza. A los piojos no les gusta nada el frío.

Pero el picor no está instantáneamente relacionado con la mordedura del piojo, sino que responde a la irritación que produce en la herida la saliva del insecto, segregada para evitar que la sangre coagule y que, con el paso de los días, tiende a producir abscesos. Así, cuando comencemos a notar estos picores, nuestra cabeza ya estará irremediablemente colonizada.

En consecuencia, y tal como recomienda el Canal de Salut de la Generalitat de Catalunya, la mejor manera de evitar la llegada de los piojos es el control frecuente y diario del cabello de los menores que acudan a la escuela. Para ello, es importante saber qué aspecto tienen y el modo detectarlos.

Mientras los piojos son relativamente fáciles de detectar, pasando un peine de púas apretadas por la zona trasera de la cabeza, a la altura de las orejas, ya que pueden llegar a medir hasta 3 mm, los huevos, que son mucho más pequeños y de un blanco grisáceo, son más complejos de percibir.

Se precisa para ello, tal como explica este documento del Area de Salud Pública de la Diputación de Barcelona, de un peine de púas metálicas denominado comúnmente “liendrera” y que suele venderse en farmacias, y de un papel blanco. Así, pasando este peine por el cabello veremos que se libera una materia blanco grisáceo similar a la caspa sobre el papel. Pero diferencia de la caspa, que se remueve con facilidad pasando un dedo por encima, los huevos se quedan pegados al papel.

También a modo preventivo, la Diputación de Barcelona recomienda además del cepillado y control periódico, evitar compartir peine o ropa entre los diferentes miembros de la familia, así como auriculares, sombreros y gorras.

Cómo actuar si detectamos piojos

Una vez detectados los piojos en las cabezas familiares, la Diputación de Barcelona recomienda, en primer lugar, el uso de una liendrera. La pasaremos repetidamente, tratando de eliminar el mayor número posible de huevos tal como explicábamos anteriormente. Ejecutaremos esta acción con cuidado de no extender los huevos y tras la misma, nos ducharemos, o ducharemos al menor afectado, usando un champú de farmacia específico para el tratamiento de piojos del modo y durante el tiempo que sea recomendado por los profesionales sanitarios y según el etiquetado del propio producto. Adicionalmente, para facilitar la extracción de piojos y liendres, podemos utilizar vinagre, o bien suavizante capilar, acompañando al champú preceptivo.

Por otro lado, deberemos lavar con agua caliente toda la ropa que haya tenido contacto con la persona afectada, tanto ropa de cama como vestimenta; desde camisas y jerséis hasta chaquetas y abrigos. Respecto a aquellos objetos que no se puedan lavar, como pueden ser gorras, anoraks, abrigos gruesos, etc., los cerraremos herméticamente en bolsas de basura y los dejaremos durante dos semanas para asegurarnos de que las liendres pierden su capacidad de generar piojos.

Finalmente, conviene recordar que los piojos no transmiten enfermedades de ningún tipo, ni tampoco saltan ni vuelan, por lo que la única vía de contagio es el contacto físico entre cabezas humanas o bien entre la cabeza y partes del cuerpo humano que luego pueden tener un contacto con la cabeza.

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