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9 usos prácticos y domésticos que podemos dar a las botellas de plástico vacías

Foto: comohacerpasoapaso.com

Jordi Sabaté

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No es ninguna novedad que el consumo de plástico de todo tipo se ha disparado durante la actual pandemia de COVID-19, ya sea por el uso de mascarillas con estos materiales o bien por el aumento de la compra online, que pasa invariablemente por los plásticos de contención y protección. Así lo asegura la organización ecologista Greenpeace.

De hecho las empresas de plásticos han multiplicado su producción, e incluso se han aprovechado de la pandemia para relanzar su imagen a pesar de que tanto ecologistas como sanitarios advierten de que ofrecen una falsa seguridad. Pero polémicas a parte, el resultado final es que estos residuos pasarán a engrosar el cómputo de los ya existentes en vertederos, cuando no en fondos marinos, ríos, lagos y estómagos de peces, tortugas y mamíferos acuáticos.

Es por ello que ahora más que nunca conviene frenar el residuo plástico dándole una segunda vida en la reutilización práctica, para funciones domésticas, tal como desde su llegada han hecho las culturas con menos margen de riqueza y distribución, y por lo tanto forzadas al reaprovechamiento.

A continuación te ofrecemos 9 ideas que creemos interesantes.

1. Pesas para fitness

Puedes utilizar las botellas de agua como pesas para realizar ejercicios de fitnes. Teniendo en cuenta que un litro de agua pesa un kilo, puedes rellenar las botellas de distintos volúmenes de modo que tengas todo el espectro de pesos necesarias. Así, las puedes usar como mancuernas o bien, si tienen asas, como pesas rusas. También las puedes atar a un paro de escoba de modo que puedas hacer ejercicios coordinados. Te contamos más en este vídeo que realizamos durante el confinamiento:

2. Un sistema de aire acondicionado

Si sacamos el aliento por la boca veremos que sale caliente, cerca de los 37 grados de nuestro cuerpo. Pero si nos soplamos en la mano estrechando los labios como si fuéramos a silbar, comprobaremos que el aire sale fresco, algo sorprendente porque resulta ser el mismo aire que sacamos en el aliento. ¿Por qué ocurre esto? Porque al soplar sacamos el aire comprimido e inmediatamente se expande al salir, robando el calor del ambiente, para realizar tal expansión.

Podemos usar botellas de plástico para replicar este sistema y aprovechar la expansión del aire comprimido para refrescar habitaciones. Lo haremos cortando las botellas por el último tercio superior y aprovechando la parte del cuello. Tomaremos una chapa de madera, o de cartón, del tamaño de una de nuestras ventanas y le realizaremos agujeros en los que introduciremos los cuellos de las botellas, de modo que atraviesen la chapa.

Pondremos tantos como consideremos y seguidamente situaremos la chapa tapando la ventana, con la boca ancha de las botellas en el exterior y la zona de los cuellos en el interior. Veremos que cuando haya corriente, por esta zona el aire entra más fresco y baja la temperatura de la estancia. Podemos replicarlo en cuantas ventanas queramos. Aquí puedes leer más al respecto.

3. Un compostador doméstico

Podemos aprovechar esos mismos culos de botella que hemos desechado al hacer nuestro aire acondicionado para fabricar un juego de compostadores domésticos. Según el tamaño y el número de botellas podemos tenemos más o menos capacidad. Para ello jugaremos con la capacidad que tiene el plástico de moldearse con el calor, de modo que usando tres botellas, a dos les estrecharemos un poco el culo y les practicaremos pequeños agujeros de modo que quepan la una encima de la otra.

Así situaremos tres, la de abajo son agujeros y con el culo ancho, y las otras dos moldeadas y agujereadas, además de ensambladas la una encima de la otra. En la superior verteremos los restos vegetales de la comida, así como cenizas, cáscaras de huevo o posos del café. Podemos taparla, si queremos con otro culo, o con un cuello de otra botella invertido.

En el culo inferior caerán los líquidos, que podemos usar como abono líquido, y en la intermedia se irá precipitando el humus que se vaya formando, y que podemos usar como sustrato para plantas. En este vídeo puedes ver cómo montar uno con dos macetas.

4. Mesas y bancos de jardín

Esta aplicación práctica para nuestro residuo de botellas plásticas aprovecha la gran resistencia neumática del aire. Reuniremos tantas botellas como podamos de un mismo modelo y las pondremos unas encima de las otras, pegadas con una matriz de cola profesional para plásticos, asegurándonos de que no las disuelva.

Las reuniremos en grupos uniformes que se irán levantando hasta la altura deseada, en la cual pegaremos una tabla de madera o de otro material como superficie de la mesa o del banco. En este último caso podemos además poner encima cojines para estar más cómodos. El único secreto de esta solución es contar con todos los tapones y mantener las botellas bien tapadas, de modo que no pueda escapar el aire. Adicionalmente, los tapones deben ser de rosca.

5. Un paragüero

Usaremos una ristra de botellas a las que cortaremos tanto el cuello como el culo. Aprovecharemos el canuto central, que será donde enfundaremos los paraguas, y también los culos. Pegaremos los canutos a una plancha de metacrilato rectangular, pensando en que luego está ira atornillada a la pared, que modo que los canutos queden dispuestos para enfundar los paraguas. En el suelo colocaremos otra plancha de metacrilato que podemos fijar o dejar suelta, en la cual pegaremos los culos, de modo que al enfundar los paraguas mojados, el agua caiga en el receptáculo correspondiente.

6. Comederos y nidos para pájaros

Para fabricar un nido nos basta con hacer un agujero en el centro de la botella y llenarla de paja. La taparemos y la colgaremos con un cordel en una ventana, balcón o terraza, esperando que vengan sus huéspedes. Para el comedero, en lugar de un agujero, eliminaremos la mitad de la pared central de la botella, es decir medio cilindro, pero respetando tanto el cuello como el culo. Colgaremos la botella, taponada, y llenaremos el culo de alpiste.

7. Una piñata para perros

Si tienes perro te puede resultar muy útil como juego para que se distraiga; te basta una o varias botellas, un cordel y dos puntos donde atarlo. De este modo, agujerearemos la botella justo por debajo de donde comienza a estrecharse en el cuello y pararemos la cuerda, que ataremos para tenerla tensa. Llenaremos la botella de chuches o pienso para que nuestra amiga o amigo juegue a golpearla para obtener su recompensa.

Existe una versión más elaborada: usar tres botellas y construir un soporte de madera.

8. Macetas y semilleros

Podemos, por ejemplo, realizar macetas colgantes, cortando el cuello de la botella y atándole tres cordeles para equilibrarla y colgarla. Dentro podemos introducir sustrato y la planta que deseemos. Con unos pequeños agujeros en el culo, conseguiremos que drene bien. También es perfecto para contener orquídeas, en los climas muy húmedos, o bien para plantar fresas. Para ello basta con llenar la botella de sustrato mezclado con semillas y practicar agujeros en distintas zonas para que puedan salir los brotes. En este enlace tienes un buen ejemplo.

10. Portavelas

Cortaremos el cuello de dos botellas y los colocaremos, de forma estética, enfrentados y pegados por la zona de la rosca, de modo que las zonas más anchas queden en los polos. El agujero central nos servirá para colocar la vela. Si queremos un portalámparas más largo podemos añadir otra rosca en el centro.

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