Ventilador de techo o de pie: qué tener en cuenta si estás pensando en comprar uno

Ventilador de techo o de pie: ¿cómo elegir el que más conviene?

Jordi Sabaté

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Estamos ya a las puertas del verano y las temperaturas comienzan a hacer notar sus subidas. Para combatir el calor no todos disponemos de aparatos de aire acondicionado, en primer lugar porque su instalación es cara y no puede planificarse en pocas semanas, y menos en esta época donde los instaladores tienen una larga cola de trabajo por la elevada demanda.

En consecuencia, deberemos pensar, si no disponemos de bombas de calor y de frío, en una alternativa eficaz —que es a su vez una elección más amable con el medio ambiente— para hacer más soportables los tres meses de verano calurosos y de temperaturas récord que se nos vienen encima.

Sin duda, el primer electrodoméstico que nos viene a la cabeza es un ventilador, un aparato que propulsará aire hacia nosotros, con lo cual provocará la evaporación del agua que vamos sudando, de modo que nos iremos refrigerando por este sistema tan básico como eficaz.

Lo primero que podríamos pensar es en ir corriendo a la tienda o a algunos de los comercios online y comprar el primer aire que se nos cruce por delante. Pero cuidado, la cosa no es tan sencilla: hay una gran variedad no solo de modelos sino de ventiladores, y no todos se adaptará a nuestras necesidades.

No es lo mismo requerir un ventilador para refrescar a un grupo de personas en una habitación amplia, como por ejemplo un salón, que otro para un dormitorio, donde desearíamos evitar el chorro directo, o bien uno para una sola persona, con lo cual necesitamos que el aire quede focalizado en un lugar.

Para aclarar tus dudas y ayudarte a elegir con acierto, de modo que no malgastes dinero y esfuerzo, te ofrecemos una guía rápida de tipos de ventilador y las circunstancias a las que se adaptan mejor.

Ventiladores de pie

Entre sus ventajas destaca que son ideales para estancias grandes debido a que tienen una buena potencia, y aquí el tamaño de las aspas suele ser considerable, con lo cual pueden hacer llegar el chorro de aire a cualquier esquina. Además, normalmente permiten regular la velocidad y suelen ser oscilantes, de modo que reparten el aire con más equidad.

Por otro lado, por ser una rejilla de seguridad que se lava fácilmente, suelen poderse regular en altura, y los modelos más modernos incorporan un mando a distancia con un temporizador que permiten programar el momento de encendido y el de apagado. Su precio oscila entre los 50 y los 100 euros, más en gamas altas. 

Pero también presentan desventajas, como por ejemplo el nivel de decibelios que tienen cuando están encendidos, que es alto y puede resultar molesto en habitaciones no muy grandes.

Además, al tratarse de aparatos grandes, suelen destacar mucho en habitaciones pequeñas y, estéticamente, no casan con todas las decoraciones. Finalmente destacar que suelen pesar mucho, por lo que son incómodos de transportar de una habitación a otra.

Ventiladores de mesa

Saltamos en este apartado a un formato completamente distinto al anterior. Ahora trataremos ventiladores de tamaño pequeño, incluso bastante reducido, que cuentan entre sus ventajas con ser perfectos para espacios pequeños, como mesillas de noche, mesas camillas o incluso escritorios.

Destacan por no tener una excesiva potencia, aunque dependerá del modelo, pero de todos modos este hecho puede ser interesante para situarlos cerca de nosotros.

También es una ventaja adicional el hecho de que son menos ruidosos que los de pie. En cuanto a su precio, va aproximadamente entre los 30 euros de los modelos más sencillos hasta los 70 euros de un modelo de gama media-alta. 

Respecto a las desventajas, cabe destacar su menor potencia y que no suelen incorporar mandos a distancia ni temporizadores, salvo los de alta gama. Por otro lado, dada su limitada potencia, no son adecuados para grandes habitaciones.

Ventiladores de suelo

Volvemos a los ventiladores de gran potencia, pensados para espacios grandes, incluso para espacios abiertos, como pueden ser jardines y terrazas. En este caso, los ventiladores de suelo están fabricados normalmente en componentes metálicos resistentes en exterior, con un motor muy potente y una gran capacidad de propulsar el aire.

Su precio puede ser muy variable, pues podemos encontrar desde modelos profesionales que se utilizan en rodajes de series, spots televisivos y películas, a otros más sencillos pero sólidos; pensados para uso en jardines y terrazas en verano, de gran potencia.

Finalmente podemos encontrar modelos más baratos, aunque no tan sólidos. En general, para uso doméstico, podemos pensar en un modelo que oscile entre los 50 y los 100 euros. Los modelos más potentes pueden alcanzar los 600 euros e incluso los 1.000 en algunos casos.

Como gran desventaja, en especial para interiores, citar su elevado nivel de ruido.

Además, no suelen ser muy estéticos ni incorporar control remoto, así como tampoco función de programación horaria. Y desde luego, no están pensados para estancias pequeñas. Tampoco su peso hace sencillo movernos entre habitaciones.

Ventiladores de torre

Una de sus principales ventajas es la comodidad y la estética, ya que tienen un funcionamiento silencioso y discreto, al igual que su figura alargada y estrecha que hace que casen en cualquier espacio.

Son perfectos para ventilar focos reducidos, como una o dos personas que estén sentadas viendo el televisor o trabajando, pero no ideales para grandes espacios, ni para ser colocados a una distancia de más de dos metros de la persona que desean refrescar.

También destacan porque tiene oscilación, con lo cual pueden repartir mejor el aire y, además los modelos más modernos, también incorporan control a distancia, así como filtros HEPA para polen, ácaros y polvo. Su pecio no suele superar los 100 euros en los modelos de gamas más altas. 

Como principal hándicap cabe destacar que la relación potencia-precio no es muy buena, ya que el filtro les impide dar gran impulso al aire, al menos como los ventiladores de aspa. Son perfectos para habitaciones. 

Ventiladores de turbina

La ventilación de turbina es una variante basada en la tecnología de la separación ciclónica, la misma que usan las actuales aspiradoras autónomas de escoba. Esta tecnología permite una difusión del aire silenciosa, además de un filtrado de partículas merced a un filtro HEPA, ya que se trata de hacer pasar el aire por succión a través del filtro para luego lanzarlo purificado hacia las personas.

En este sentido existen modelos que suman la función de purificador, con filtros de carbón activado, a otros que simplemente hacen pasar el aire y lo lanzan a las personas. Entre sus grandes ventajas, además del silencio, se encuentra su depurada estética.

Su principal desventaja es, sin duda, su precio, que se dispara por encima de los 200 euros, y muchas veces por encima de los 500, pudiendo llegar en los modelos con purificador a los 1.000 euros. Así que quedan limitados a bolsillos pudientes y estetas.

Ventiladores de techo

Llegamos aquí a la otra gran variante que nos ofrece una disyuntiva: ¿ventilador de suelo o de techo? Lo cierto es que los de techo resultan más bonitos y estéticos, y presentan como gran ventaja que si estamos justo debajo de ellos, no nos propulsan el aire directamente. Es por ello que los ventiladores de techo son ideales para salones y habitaciones donde dormimos.

Entre sus desventajas está que requieren un cierto nivel de obra para colocarlos bien, así como un espacio definido en el techo con una toma de corriente, aunque siempre podemos elegir sustituir la lámpara de techo por el ventilador. Pero cuidado, si tenemos un falso techo y el ventilador pesa mucho, tal vez no lo resista.

En cuanto al precio, dependerá de si colocamos nosotros el ventilador o precisamos de un operario que nos lo coloque, algo que encarecerá el coste final de la adquisición. Si pensamos en colocarlo nosotros, tenemos modelos de calidad más que razonable, entre los 70 y los 200 euros.

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