El buen periodismo, la mejor campaña de concienciación contra violencia machista

Pese a que cada vez hay más consciencia de la gravedad de la violencia machista, los medios de comunicación aún contribuyen a diluir la imagen de verdugo del agresor, a la espectacularización del crimen y a la culpabilización de la víctima. Poco a poco, el periodismo empieza a hacer autocrítica.

Cuando son muchas las voces que piden que se aborde esta lacra como cuestión de estado -sólo este año han sido asesinadas 46 mujeres y 8 niños-, algunas periodistas alzan la voz para cuestionar el enfoque periodístico tradicional que se le ha dado.

Los periodistas “lo convertimos todo en espectáculo. Algunos tratan la violencia machista como si fueran sucesos, cuando sabemos que no lo son, intentando seducir con un titular llamativo. Se nos está escapando de las manos”, censura la directora de la revista La Marea, Magda Bandera.

“Se hace mal la información. Se corre a por la última hora cuando una mujer es asesinada -'con suerte', porque muchas veces leemos que la mujer muere- y después no explicamos el porqué, cuál es la verdadera causa, por qué no bajan esas cifras. Y solamente nos acordamos el día de la violencia de género”, continúa la periodista.

Bandera es impulsora de www.informarsobreviolenciamachista.com, una web para ayudar a los periodistas a cubrir adecuadamente -sin estereotipos, con lenguaje no sexista y con la participación de expertas- estas agresiones.

Es precisamente el tratamiento de esta violencia como sucesos aislados y no como problema estructural el “mayor error” que comete la profesión, según Noemí López Trujillo, periodista especializada y directora del podcast “La conocí en un corpus”, sobre la muerte de Ana Orantes.

López Trujillo considera que este tratamiento informativo responde a dos cosas.

En primer lugar, al “desconocimiento, la comodidad y la desgana” del periodista, que no quiere arriesgar y hace la información como siempre.

En segundo lugar, al prejuicio de que la audiencia prefiere un enfoque amarillista: “Con los sucesos y la crónica negra, cuanto más morboso seas, crees que más te van a leer. No se dan cuenta de que si optaran por un enfoque humanista podrían acceder a otro público”.

“Al tratarlo como un suceso se pretende indagar en la vida de la víctima hasta el punto de intentar encontrar una justificación que explique por qué se ha producido ese asesinato, cuando se sabe que se produce porque tenemos una sociedad machista y el hombre comete un crimen moral para imponer su superioridad sobre la mujer”, añade López Trujillo.

Un mal enfoque, incide, puede contribuir a diluir la imagen del verdugo y a oscurecer la de la víctima: “Da exactamente igual cómo sea la mujer, si es buena o mala persona. Ha sido asesinada por el hecho de ser mujer, eso es lo que importa”.

La presentadora de noticias de Antena 3 Mónica Carrillo insiste en que el foco se ponga siempre en el agresor y destaca que los medios han de servir de altavoz para informar, ayudar a las mujeres y fomentar el rechazo social a esta lacra.

“Nosotros también tenemos que cambiar. Vamos aprendiendo, también desde el periodismo. Sabemos que el lenguaje es muy importante, sabemos que culpabilizar a la víctima ha sido un error que se ha venido cometiendo desde hace muchos años. Eso está cambiando”, dice Carrillo.

El próximo martes, la periodista de Antena 3 conducirá el especial sobre violencia machista “Contra el silencio”: tras la emisión de la película “Indefensa”, moderará un debate de expertas en el que se abordará este problema desde distintas perspectivas.

Es necesaria, aclaran las periodistas, una información amplia en la que se dé voz a expertos que expliquen el ciclo de la violencia, cómo ha cambiado la ley, a qué se enfrenta una mujer que va a denunciar, cómo va a ser ese proceso legal o por qué no se denuncia más.

A juicio de López Trujillo, un buen periodismo con enfoque de género permitiría que más mujeres supieran que pueden tener herramientas para escapar de las agresiones: “Al final, estás concienciando y haciendo casi activismo sin tener que hacer algo tan obvio como campañas de concienciación”, defiende.

Bandera y López Trujillo también insisten en la necesidad de revisar las “estructuras machistas” de las redacciones de noticias, donde suelen ser los hombres quienes mandan y en las que se promueven, de forma mayoritaria, los enfoques masculinos de la información.

Violeta Molina Gallardo