La 'noite meiga' de Ribadavia sucumbe a la tradición frente al Halloween

La recreación de leyendas y ritos relacionados con la brujería toman la 'Noite Meiga' de Ribadavia (Ourense), una celebración que da la bienvenida al nuevo año celta y que sirve para ahuyentar a los malos espíritus.

Se dice que en estas fechas los espíritus de los muertos regresaban para visitar sus antiguos hogares. Entonces, los celtas se reunían en torno a los castros y hacían uso de calaveras para espantar a los espíritus, también conocidos como calacús en las Rías Baixas, melones en Cedeira, bonecas con remolacha en Xermade y que, finalmente, derivó en las calabazas.

Después de varios años ensombrecida por la tradición anglosajona, Galicia pugna por recuperar las costumbres gallegas, como es el caso de Ribadavia, donde conjuros, brujas y curanderos buscan imponerse poco a poco a zombies y todo tipo de disfraces yanquis, aunque sin rechazar la entrada de la importación, de carácter más comercial.

La idea es “dar a conocer la tradición del Samaín y revivir los ritos celtas siempre reivindicando la tradición pero fusionando ambas celebraciones”, explica a Efe la presidenta de la asociación organizadora Activa-T de Ribadavia, Bárbara Gándara.

El resultado es “una fusión”, donde se podrá ver desde una peculiar 'Scape Hall' en edificios emblemáticos de la localidad orensana, que recibe el nombre de “O Tesouro de Calicó Jack”, hasta un mercado meigo (brujas gallegas), un baile de Hechiceros y el popular pasaje de terror, así como una exposición de casas del terror, una danza das meigas, queimadas y un desfile meigo.

Todo un variado programa que se completará con la presencia de personajes misteriosos como magos, brujas, curanderos, calaveras, murciélagos y telarañas y otros personajes más americanos que alejan cualquier mal que esté merodeando por la localidad. También estarán Don Pedro y Doña Ana, dos personajes muy queridos en la localidad, que por primera vez recorrerán las calles “vestidos de brujos”.

Liderada por profesores y asociaciones culturales, esta experta en la organización de actividades culturales asegura que la 'Noite meiga“ y el Samaín son celebraciones cada vez más conocidas en la localidad y, prueba de ello, apunta que los niños ”ya trabajan desde hace años en nuestras tradiciones y tienen clara la historia“ de esta festividad que celebra el año celta y la llegada del invierno.

“Se trabaja mucho en estas costumbres donde conviven los dos mundos”, ha abundado Gándara, quien atribuye buena parte del mérito a “la implicación” de los “doscientos voluntarios” de Ribadavia que, junto con las 18 meigas de la asociación, trabajan “desde hace meses” en la preparación de performances y espectáculos de la 'Noite meiga'. “La noite meiga es del pueblo”, resume Gándara.

Locales y restaurantes de la localidad también contribuyen a ambientar la misma y, de hecho, alcalde de Ribadavia, César Fernández, ha subrayado que es “un evento muy importante” para la localidad por el “retorno económico” que genera, y que hace que esta cita esté marcada en el calendario festivo de muchos visitantes.

En este sentido, ha aclarado que esta fiesta “atrae cada año” a más visitantes, situación que se ve reflejada “en la ocupación de los hoteles de la zona y en los restaurantes”.

Cuando se van a cumplir diecinueve ediciones, esta organización sueña con que el próximo año la Noite Meiga cobre, si cabe, todavía más protagonismo aprovechando la proximidad del Año Xacobeo.

Lorena Rodríguez