Miles de refugiados sufren bloqueos en las proximidades de los pasos fronterizos de Hungría, Croacia, Serbia o Eslovenia, debido a continuos cierres de fronteras y a las limitaciones que han impuesto algunos de estos países.

Refugiados y migrantes están expuestos a las inclemencias del tiempo y apenas reciben asistencia y cobijo. A menos que se incrementen los servicios, existe la amenaza real de que se expongan a circunstancias potencialmente mortales este invierno.

“Muchas de estas personas han llegado al límite de su resistencia”, Alberto Martínez Polis, coordinador médico de Médicos Sin Fronteras en Serbia.