Tesla rebaja al mínimo las operaciones en su fábrica californiana por COVID19

El fabricante de vehículos eléctricos Tesla rebajó hoy al mínimo las operaciones en su fábrica en la localidad californiana de Fremont como consecuencia de la orden de confinamiento decretada para hacer frente a la epidemia del coronavirus.

La empresa que dirige Elon Musk emplea en sus instalaciones en Fremont a unas 10.000 personas, pero mientras dure el confinamiento (en principio hasta el próximo 7 de abril) sólo podrá ir a trabajar un cuarto de la plantilla, es decir, en torno a 2.500 personas.

“Tesla no es un negocio esencial según la definición de la ordenanza de salud del condado de Alameda. De acuerdo con la ordenanza, Tesla puede mantener sus operaciones básicas al mínimo”, indicó en un tweet la oficina del sheriff del condado de Alameda, donde se encuentra Fremont.

Musk, cofundador y consejero delegado de Tesla, es conocido por sus habituales polémicas y comentarios fuera de lo habitual, y el martes envió un correo electrónico a sus empleados en que les trasladaba su opinión de que “los daños del pánico por coronavirus exceden de lejos los causados por el propio virus”.

Seis condados del área de la Bahía de San Francisco en el Norte de California (Solano, San Francisco, Santa Clara, San Mateo, Marin, Sonoma y Alameda) tienen orden de confinamiento desde el martes, lo que implica el cierre total o parcial de todos negocios considerados no esenciales y restricciones en la movilidad de las personas.

Los negocios considerados esenciales y que pueden permanecer abiertos incluyen, entre otros, supermercados y tiendas de alimentación, farmacias, gasolineras, bancos y otras instituciones financieras, ferreterías, lavanderías, empresas de mensajería y paquetería, y restaurantes únicamente para realizar entregas a domicilio y servicios “para llevar”.

El área de la Bahía de San Francisco ha registrado hasta el momento 394 casos de infectados por coronavirus y cinco muertes.

Este miércoles, los dos principales fabricantes de automóviles de Estados Unidos, General Motors (GM) y Ford, suspendieron temporalmente su producción en Norteamérica ante la caída de la demanda de vehículos por la crisis causada por el COVID-19.