Francia pone contra las cuerdas a la UE con su presión para retrasar el acuerdo comercial con Mercosur

Rodrigo Ponce de León

Corresponsal en Bruselas —
15 de diciembre de 2025 21:28 h

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La propuesta de Francia de retrasar la aprobación del acuerdo comercial de la Unión Europea con Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) podría desarbolar la estrategia de Bruselas de diversificar sus socios comerciales ante los ataques de la Administración Trump con su política de aranceles. El comisario de Comercio de la UE, Maros Sefcovic, ha advertido este lunes sobre la “pérdida de credibilidad” de la UE si no se consigue aprobar esta semana el acuerdo.

“Espero que pasemos la prueba esta semana porque realmente hemos hecho esfuerzos sin precedentes para abordar las preocupaciones de los países [de la UE]. Ahora se trata de la credibilidad de la UE. El acuerdo de Mercosur refleja la ambición de desempeñar un papel estratégico en el comercio y confirmar que la UE es el mayor bloque comercial de este planeta”, ha recalcado el comisario de Comercio.

El problema para la UE es que Francia no termina de confiar en las salvaguardas que se han propuesto en el acuerdo para proteger a sus agricultores en caso de que el mercado europeo se inunde de importaciones baratas de productos, especialmente relativas a la carne, el pollo y otros. Además de esta salvaguarda frente a los productos baratos se aprobó un fondo de reserva de 6.000 millones de euros para apoyar a los agricultores en caso de pérdidas relacionadas con este acuerdo comercial.

El primer ministro francés, Sébastien Lecornu, señaló en un comunicado este domingo que las salvaguardas propuestas por la Comisión “aún son incompletas y deben implementarse de manera operativa y efectiva”, además de que “se necesita hacer más para proteger la agricultura europea”.

Francia está buscando alianzas para que en el Consejo Europeo de este jueves retrase hasta el año que viene la aprobación del acuerdo con Mercosur. El presidente francés Emmanuel Macron ya cuenta con aliados como Polonia, Irlanda y Hungría, países donde sus agricultores han mantenido una posición beligerante desde hace años contra el acuerdo comercial con los países latinoamericanos, mientras que el parlamento austriaco ya votó en contra del tratado. Para que Francia tenga éxito necesita el apoyo de un grupo de países que sume al menos el 35% de la población de la UE. Mientras, países como España, Alemania o los nórdicos respaldan el acuerdo comercial.

El papel de Italia

En este juego de equilibrios entra Italia, que puede ser fundamental para retrasar el tratado comercial. Aunque la presidenta italiana, Georgia Meloni, no se ha opuesto nunca directamente contra el acuerdo de Mercosur, la industria agroalimentaria de su país ha presionado en los últimos meses contra el pacto comercial.

Roma no ha aclarado qué posición va a seguir en el Consejo Europeo del jueves. Algunos funcionarios europeos señalan que las buenas relaciones de Meloni con el presidente argentino, Javier Milei, defensor del acuerdo comercial, podría inclinar la balanza.

Este martes se tiene que votar en el Parlamento Europeo la aprobación de las salvaguardas, donde se espera que salgan adelante a pesar del ya anunciado rechazo por parte de las formaciones de ultraderecha y de un grupo de eurodiputados de izquierdas. De hecho, el comisario europeo de Comercio espera que la aprobación de estas salvaguardias con alguna enmienda añadida termine de convencer a Francia para que respalde el tratado comercial.

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, tiene planificado un viaje este 20 de diciembre a Brasil para formalizar la firma final de un acuerdo comercial que se lleva negociando 25 años. Si sale adelante se conformará un mercado integrado de 780 millones de consumidores, dándole un impulso a la industria europea, ya que el acuerdo se ha forjado bajo la propuesta de coches y maquinaria por alimentos.

Un diplomático de la UE ha admitido que si no se firma ahora el acuerdo comercial de Mercosur “estará muerto”, ya que el año que viene hay elecciones en Brasil y un cambio de gobierno podría cambiar la posición del país. “Si no podemos ponernos de acuerdo en Mercosur, ya no necesitamos hablar de la soberanía europea”, añadió el diplomático europeo.