Dos miembros de UGT entran en la Confederación Sindical Internacional

La vicesecretaria general de UGT, Cristina Antoñanzas, y el portavoz de Revolución Ugetista, Eduardo Malgadi, han sido nombrados miembros de la Confederación Sindical Internacional (CSI), lo que les convierte en los primeros sindicalistas españoles que forman parte de esta organización.

Ambos nombramientos, para los comités de mujeres y juventud respectivamente, se produjeron durante el IV congreso mundial de la CSI, en el que además Sharan Burrow fue reelegida como secretaria general de la Confederación, quien contaba con el apoyo de UGT y CCOO, representados en el Congreso por sus secretarios generales, Pepe Álvarez y Unai Sordo.

La entrada de Antoñanzas y Magaldi es, en opinión de Álvarez, un éxito rotundo para el sindicalismo español que permitirá “iniciar una nueva etapa con más presencia en más partes del mundo, más presencia organizativa en organismos internacionales y la universalización de derechos fundamentales como la negociación colectiva y la libertad sindical”, declaraba a EFE durante el transcurso del congreso.

En la comisión de mujeres las dos principales cuestiones en las que trabajar son la brecha salarial y el acoso, y la violencia en el ámbito laboral, “dos focos muy importantes que como mujeres sindicalistas debemos pelear por que aparezcan en todos los convenios, negociaciones y planes”, ha explicado Antoñanzas a EFE.

En su opinión, lo que puede aportar a la CSI son “años de experiencia estudiando la brecha salarial, la brecha en pensiones o la brecha digital” entre hombres y mujeres, además de poder “exportar un protocolo de acoso para implantar en las empresas que aprobamos el año pasado”.

Magaldi, por su parte, ha reivindicado a EFE el papel de los jóvenes al afirmar que “cada vez se ningunea más la participación de los jóvenes”.

“Me parece que somos el pilar fundamental para que esto funcione, muchas veces nos culpan de no movilizarnos, pero ¿se preocupan realmente de si nos movilizamos? Igual habría que establecer unos canales diferentes de participación para que esto empiece a surgir”, ha añadido.

Ante esta situación, propone “abrir espacios reales donde todas las reivindicaciones e ideas de concebir el nuevo sindicalismo de la gente joven puedan tener cabida. No podemos ser organismos residuales donde la gente joven va a formarse, pero que no se recojan sus demandas y reivindicaciones simplemente por ser jóvenes”.