Rajoy, obligado a pedir el rescate, y, además, a los españoles les gusta Merkel
“Está bailando lo más despacio que la música le permite, pero Rajoy y su Gobierno avanzan hacia la petición del rescate. Es una inevitabilidad lúgubre”. Lo dice hoy el Financial Times y esa es la impresión que tienen la mayoría de los analistas internacionales. Ninguno se atreve a decir cuándo Madrid dará ese paso, pero el diario británico proporciona una fecha a partir de la cual la demanda podría ser inminente: el 28 de septiembre. Ese día se conocerá el informe definitivo sobre la situación de la banca española y sus necesidades de capital. “Luego, Rajoy dará los últimos pasos de su baile”, dice el Financial Times.
“En Madrid, ni los banqueros ni muchos españoles corrientes creen que Rajoy pueda retrasar mucho ese destino ineluctable”, afirma Tony Barber, añadiendo, en línea con lo que viene diciendo su periódico desde hace días, que el presidente español cuenta en estos momentos con un aliado inesperado para poder seguir haciéndose el remolón: se trata nada menos que de Angela Merkel que, según el Financial Times “prefiere que España no haga una petición demasiado temprana que le obligaría a pedir la aprobación del apoyo germano a un Parlamento alemán cada vez más restrictivo”. Dentro de algunas semanas, cuando, además, se aclaren las condiciones técnicas de la ayuda financiera europea –que podrían exigir menos participación directa de los países-, la señora Merkel podría acudir con menos presión a su Parlamento. En definitiva, que es muy posible que Rajoy logre alcanzar su objetivo prioritario en estos momentos que no es otro que el de no tener que pedir el rescate antes de que se celebren las elecciones gallegas.
“Pero en Madrid los banqueros creen que sería mejor que Rajoy pidiera la ayuda pronto, ahora que las condiciones del mercado son relativamente benignas, que más adelante, cuando su actitud se vuelva una vez más contra España y los acreedores impongan condiciones más duras”, dice Tony Barber, que cita un último problema: “Las tensiones con Cataluña también forman parte del cuadro: Rajoy quiere distribuir equitativamente entre todas las regiones los duros recortes fiscales que se derivan del rescate. Pero Cataluña quiere controlar sus impuestos”.
Es grande la inquietud por las consecuencias que podría tener en esta España que está en el centro de las preocupaciones de la política, la prensa y los operadores económicos europeos. Y la carta que el rey Juan Carlos ha publicado en su web, y que muchos diarios europeos han recogido de forma destacada, no las ha disipado, sino por el contrario, las ha acrecentado porque, como dice el Frankfurter Allgemeine Zeitung una intervención real de ese tipo “es totalmente excepcional”, e indicaría la gravedad de la situación.
Pero la gran sorpresa española del momento la ha dado una investigación sociológica realizada este verano por el instituto norteamericano Cicero que cita el Wall Street Journal y que concluye que los españoles admiran a Angela Merkel, aunque eso no excluye que muchos la critiquen, mucho más que a cualquier otro dirigente europeo: a la pregunta de cuál es el líder de nuestro continente que mejor ha ejercido su liderazgo durante la ya larga crisis económica, un 50 % responde que Angela Merkel; un 11 % François Hollande; un 3 % Mariano Rajoy; un 2 % José Manuel Barroso; y un 1 % David Cameron y Herman Van Rompuy. “Es una buena noticia para la señora Merkel”, añade irónicamente Stephen Fiedler en el Wall Street Journal. “Lo malo para es que los electores españoles no votan en Alemania”.
¿Qué puede explicar una valoración tan positiva? Pues seguramente el reconocimiento de que el canciller alemán es el único dirigente europeo que hace lo que ha dicho que va a hacer y que no se sale de su camino por muchas presiones que reciba. Y eso, sobre todo si ve lo que hacen los demás, entre ellos nuestro Rajoy, es digno de admiración, aunque muchos de los españoles que se han decantado por ella rechacen las consecuencias que la imposiciones alemanas, la austeridad y los recortes, tienen para nuestro país.
Lo cierto es que la verosimilitud de ese dato del 50 % de apoyo a Angela Merkel quedaría de alguna manera avalada por la coherencia de las demás conclusiones de la encuesta con los resultados de otras que se han venido publicando en los últimos meses: el 70 % de los españoles, dice, entre otras cosas, el informe Cicero, quiere que España siga siendo miembro de la eurozona –sólo el 19 % está en contra- y que el 90 % está muy preocupado por el nivel de paro que hay en nuestro país.