La Reserva Federal sube los tipos de interés otros 0,25 puntos en EEUU pese a las turbulencias financieras

Daniel Yebra

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“Bombero o policía”. Este miércoles, la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos ha continuado su estrategia de asfixiar la economía pese a las turbulencias financieras tras el colapso del Silicon Valley Bank, y ha vuelto a aumentar los tipos de interés. El banco central norteamericano ha anunciado un incremento de 0,25 puntos, hasta el rango entre el 4,75% y el 5%.

La semana pasada, el Banco Central Europeo (BCE) se obcecó también en el papel de 'policía' de la inflación, y aumentó los tipos de interés oficiales otros 0,5 puntos, hasta el 3,5%, pese a que la decisión aumenta el riesgo de una crisis bancaria en la eurozona.

La Fed tampoco ha asumido el papel de 'bombero': no ha esperado a tener información sobre la eficacia de los medidas desplegadas (sobre todo, inyecciones de liquidez) para apuntalar el sistema financiero, y ha mantenido su agresiva lucha contra las subidas de precios, que sigue valorando como “muy elevadas”.

Eso sí, “hace apenas un par de semanas, el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, parecía estar preparando el terreno para subir los tipos 0,5 puntos, en respuesta a la preocupación por las perspectivas de inflación”, reconoce Luke Bartholomew, economista de la gestora abrdn.

Además, la Fed ha evitado fijar qué camino seguirá en los próximos meses. Y ha retirado de su comunicación la mención a aumentos “continuos”, y en sustitución ha puesto “algún endurecimiento adicional” si fuera necesario. El banco central admite que las turbulencias financieras afectarán a las perspectivas económicas. Pero destaca que, en este punto, es muy difícil proyectar exactamente cuánto.

Durante su última comparecencia en la cámara alta del Congreso Estados Unidos, Powell llegó a admitir que sus decisiones persiguen un aumento del desempleo. Lo hizo cuando la senadora demócrata Elizabeth Warren le espetó que sus decisiones van a dejar a dos millones de personas sin trabajo.

La Fed y el BCE están siguiendo desde hace meses la estrategia de ahogar la demanda de las familias y la capacidad de inversión y de gasto de estados y empresas, y contener así las subidas de precios. Esta estrategia asume el riesgo de una recesión económica. Y, por tanto, de más paro y de sufrimiento para los hogares.

Pero han aparecido los riesgos financieros. Porque las subidas de los tipos de interés y el fin de las compras de bonos de los bancos centrales del mercado reducen el valor de las carteras de deuda. Esto es un problema para los bancos para los que estas carteras tienen un peso importante en sus balances. Sobre todo si se ven obligadas a convertirlas en dinero. Por ejemplo, Credit Suisse no pudo atender a los tenedores de deuda.

El uso de la ventanilla de descuento de la Fed para inyectar liquidez 'barata' a las entidades financieras ha alcanzado récords estos últimos días y se han creado nuevos sistemas de apoyo. Axel Botte, estratega global de la gestora Ostrum AM, señala que “esto no hace sino subrayar la magnitud de la fuga de depósitos hacia los bancos estadounidenses más grandes y mejor regulados”.

Las mayores amenazas surgen entre los bancos regionales, efectivamente menos regulados en Estados Unidos por no ser considerados sistémicos. Y la inflación sigue abrasando.

“Llevar la inflación al 2% no es negociable”

Este mismo miércoles, la presidenta del BCE, Christine Lagarde, quiso mostrarse firme en su lucha contra las subidas de precios. “Pueden estar seguros de una cosa: ofreceremos estabilidad de precios, y llevar la inflación al 2% a medio plazo no es negociable”, incidió.

“Lo haremos siguiendo una estrategia sólida que dependa de los datos”, añadió, dejándose las manos libres. Y concluyó: “Frente a un mundo que está cambiando más rápido de lo que cualquiera de nosotros podría haber imaginado, debemos estar enfocados en nuestro objetivo y ser sólidos en nuestra estrategia para lograrlo”.