Las autoridades cortan la cinta del GOe, la segunda sede del Basque Culinary, entre sonoras protestas en Donostia
Pradales señala que GOe “nace como una gran apuesta de país” pero, en el exterior, una veintena de asociaciones elevan la voz contra el modelo de ciudad que representa
Foto de familia en las escaleras del GOe con insituciones, dirigentes del GOe y varios cocineros presentes en el acto. IREKIA
Ya es oficial. El GOe (Gastronomy Open Ecosystem) empieza a andar. Imanol Pradales ha inaugurado este lunes la segunda sede del Basque Culinary Center (BCC) en Donostia, destinado a convertirse en un centro neurálgico de la innovación y la investigación en materia gastronómica y alimentaria. “GOe nace como una gran apuesta de país. El centro aportará un enfoque integral que combine la calidad del producto, el capital humano, la innovación en los procesos y la digitalización. No podemos olvidar que el sector gastronómico y alimentario vasco supone uno de los motores estratégicos de nuestra economía, que aporta el 10% del PIB y genera alrededor de 133.000 empleos”, ha dicho el lehendakari en su intervención en un acto en el que han asistido unas 1.500 personas. Eso sí, más de una veintena de entidades han protestado en el exterior al entender que la ciudad precisa de otras prioridades muy distintas.
Ubicado en el centro de Donostia, en el barrio de Gros, cerca de la plaza de la Zurriola, el GOe quiere ser también un punto de encuentro de los ciudadanos, a los que ofrecerá talleres, conferencias y espacios de cubierta ajardinada por los que poder pasear, pero el edificio ocupa una parcela de 3.800 metros cuadrados en un espacio que hasta ahora ocupaba un parque, y son muchos los que creen que sólo hubiera justificado la eliminación de esta zona verde la construcción de viviendas asequibles en una ciudad como Donostia, con el precio del metro cuadrado más alto de España. Cientos de personas convocadas por 22 asociaciones diferentes han llevado su protesta a la puerta del GOe. Bajo el lema lema “Ez dugu nahi eta ez dugu behar” (Ni lo queremos ni lo necesitamos), representantes de asociaciones de vecinos, ecologistas, partidos políticos o sindicatos, han denunciado en una ruidosa protesta que ha coincidido con la llegada de autoridades al edificio, lo que consideran un “expolio de patrimonio público de suelo” para que lo aproveche “la elite privada”, dicen.
Protesta enfrente del edificio del GOe. ELDIARIO.ES/EUSKADI
La protesta ha arrancado con polémica porque la Ertzaintza les ha obligado a concentrarse al otro lado de la calle, enfrente del edificio. Una calle estrecha en la que el volumen de los concentrados quedaba bastante desdibujado. Aún así, se han hecho notar. Durante todo el acto no se han dejado de escuchar desde el interior los pitidos, la cacerolada y los gritos de los manifestantes, que han terminado concentrados en la mediana de la carretera. Una señora mayor se ha paseado ante la entrada del edificio con su perro y una sonora trompeta de juguete, justo antes de la llegada del lehendakari, y se han vivido momentos de tensión con los agentes de la Ertzaintza, que la emplazaban a marcharse del lugar mientras ella defendía su derecho a pasear por el que es “su barrio”.
Una vecina del barrio intentado pasear "por su barrio", con su perro, trompeta en mano. ELDIARIO.ES/EUSKADI
En su intervención, el lehendakari ha recordado que varios cocineros, alguno de ellos sentados entre el público, situaron hace 50 años la cocina vasca en el mundo. “Hubo pioneros en este país”, ha dicho, que tuvieron un “sueño, una visión, situar la cocina vasca entre las mejores del mundo”. R“ecuperaron platos que se habían perdido buscando en caseríos. Innovaron desde la esencia”, ha señalado Pradales “haciendo equipo”. Ha recordado que el relevo lo cogió una nueva generación cuando arranca el Basque Culinary Center. “También marcó un hito decisivo para consolidar este país como referente internacional en formación e innovación gastronómica. Hoy nadie cuestiona aquello”, ha señalado. El lehendakari ha puesto cifras al impacto de directo económico del BCC. “Un impacto económico de 230 millones de euros, aproximadamente un retorno en términos fiscales de casi 40 millones, más de 180 empresas apoyadas, y más de 10.000 universitarios de todo el mundo”, ha relatado. Pero también ha avisado de que “otros países, otros territorios, vienen pisando fuerte”. “Tenemos que mantener los fogones encendidos y a pleno rendimiento para que la cadena de valor de la gastronomía vasca siga siendo un ingrediente esencial de la economía y el bienestar de Euskadi”, ha señalado.
El lendakari junto a otros representantes institucionales y cocineros en las cocinas del GOe. IREKIA
En este sentido ha recordado que “las estrellas y los soles son la guinda de un pastel que tiene muchas capas”, desde los baserritarras a la industria , los distribuidores, la hostelería, el I+D o los cocineros. “GOe nace precisamente con una gran apuesta de país para dar continuidad a esa estrategia, un camino hacia una gastronomía comprometida con la agricultura, con la pesca con la industria alimentaria, con la cocina y en general, con la sociedad base en valores, como la sostenibilidad, la seguridad alimentaria, la justicia social y el compromiso con el conjunto del planeta. Nos va a abrir oportunidades que probablemente no imaginamos para nuestro tejido productivo y empresarial que va a reforzar la posición internacional de Euskadi y que nos va a anticipar en el futuro con una visión global”, ha señalado.
La inauguración de este edificio, ideado por el estudio de arquitectura danés BIG, cuyo fundador, el arquitecto Bjarke Ingels, ha estado presente en el acto de este lunes y ha acompañado a una parte de los asistentes a una visita guiada por sus diferentes estancias, culmina un proceso que arrancó hace cuatro años, cuando en el BCC empezaron a pensar cómo dar el salto de la formación en alta gastronomía a la investigación en materia alimentaria. Según ha señalado en varias ocasiones el propio director general del GOe, Joxe Mari Aizega, y también este lunes, consideraron que trabajar en el ámbito de la investigación y la innovación alimentaria había que hacerlo en “colaboración con las personas”. De ahí el salto del Parque Tecnológico de Miramon, donde está ubicado el BCC, al centro de la ciudad, algo que ha supuesto tener a parte de los donostiarras en contra, mucho antes de que arrancaran las obras.
En su intervención, Aizega ha insistido en la “oportunidad” que supone. “GOe representa un hito para Basque Culinary Center y para todo el sector gastronómico: es un ecosistema vivo donde la innovación, la investigación y la formación se encuentran con la ciudadanía, y donde podemos explorar juntos los retos y oportunidades de la gastronomía del futuro. Con GOe no solo abrimos un edificio, abrimos un espacio de conocimiento, creatividad y colaboración que contribuirá a un futuro más saludable, sostenible y delicioso”, ha señalado ante un auditorio repleto. “Soñamos un proyecto y hoy se ha hecho realidad”, ha dicho. “GOe no es una extensión del BCC. GOe es una gran apuesta por la alimentación, y el futuro”. “Este es un proyecto para la ciudadanía, aunque algunos de los que están ahí fuera todavía no hayan entendido”, ha señalado en relación a los críticos al proyecto. Aizega ha destacado, además la colaboración público-privada que ha permitido la creación del GOe, ya que en su puesta en marcha ha colaborado el Gobierno vasco la Diputación de Gipuzko y el Ayuntamiento de Donostia, junto a la iniciativa privada de Mondragon, a través de su universidad y varios cocineros de prestigio “Esta financiación pública también es una responsabilidad, porque nuestro gran compromiso es devolver esa confianza pública en resultados, en empleo, en nuevas empresas”, ha señalado Aizega.
La inauguración ha reunido a diferentes representantes institucionales junto a la comunidad gastronómica y científica. Han asistido autoridades, entre otros, además del lehendakari, Imanol Pradales, la diputada general de Gipuzkoa Eider Mendoza, la consejera Amaia Barredo, la alcaldesa del Ayuntamiento de Donostia -en funciones- Nekane Arzallus, y el que será el nuevo alcalde en breve, Jon Insausti, y también el exalcalde Eneko Goia, el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación de España, Luis Planas, y la delegada de Gobierno en Euskadi, Marisol Garmendia. Junto a ellos, chefs del Consejo Internacional tan reconocidos como Joan Roca, Gastón Acurio, Yoshihiro Narisawa, Manu Buffara, Mauro Colagreco, Pía León, Elena Reygadas, Trine Hahnemann, Thitid Tassanakajohn, Josh Niland, Michel Bras y Narda Lepes, así como miembros del Patronato como Elena Arzak, Diego Guerrero, Eneko Atxa, Karlos Arguiñano, Martín Berasategui, Pedro Subijana e Hilario Arbelaitz.
El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación ha destacado la apuesta que supone intentar “atraer y retener el talento” en materia de alimentación, “desde el agricultor al cocinero”, y ha destacado la potencia agroaliementaria que es España, de la que Euskadi es “una parte fundamental”, ha señalado. “Y eso es posible porque tenemos grandes profesionales. Por eso es tan importante la labor del BCC desde el punto de vista de la salud y de la sostenibilidad”. El ministro ha destacado la colaboración “pasada, presente y futura” del Gobierno de España con el BCC. “Y nos sentimos muy cómodos con esta colaboración”, ha señalado. “La gastronomía sostenible es muy importante”, ha dicho, y “el GOe será fundamental en este aspecto”, en el que ha destacado que “aúna la tradición y la modernidad”.
Diseñado con la idea de asemejar una ola cuya cresta se eleva mirando hacia el mar, 'Camino de olas', como se denominó el proyecto que ganó el concurso internacional, es un edificio de cuatro plantas levantado de 'menos a más' para asemejar la forma creciente de una ola, en el que predominan los tonos marrones, el hierro y el cristal. La mayor parte de las estancias, que este lunes han recorrido el lehendakari y resto de representantes institucionales, pueden verse sin problemas desde el exterior a través de grandes cristaleras, un efecto, de apertura al exterior, que buscaba el arquitecto Bjarke Ingels en su diseño de arriba abajo como “de chuleta”: “Al punto, poco hecho y muy hecho” aludiendo a la estructura ondulada del edificio con más espacio en la parte baja del edificio que su parte alta, en la cresta de la ola.
En la planta baja se ubica la zona en la que se celebrarán los talleres abiertos a la ciudadanía. Desde esta planta baja una imponente escalera da paso al auditorio, donde se ha llevado a cabo el acto de inauguración. En la primera se ubican los laboratorios en los que se intentarán desarrollar avances tecnológicos relacionados con la alimentación, desde nuevos cultivos o formas de cultivo, a investigación sobre alimentos y su relación con determinadas enfermedades o con paliar sus efectos, a técnicas de cocina más sostenibles. La segunda alberga salas multiusos para conferencias, y otros actos, así como zonas de coworking. En la planta tercera se ubican las ochco cocinas de investigación de dos fuegos cada una, por cierto equipadas en su mayoría con electrodomésticos Fagor, la empresa que quebró en 2013, y cuyos electromésticos los fabrica la empresa polaca Amica, aunque marcha sigue siendo propiedad del Grupo Mondragon. En estas cocinas en las que practicarán los estudiantes de los diferentes master que se impartirán también en el GOe, aunque hay más cocinas repartidas en la zona de talleres. En la cuarta planta se ubica un restaurante, que todavía no tiene nombre, que permitirá llevar al paladar la experimentación culinaria.
La cubierta y los alrededores pretenden paliar el efecto del parque que se ha suprimido, ya que todo el techo del edificio será ajardinado y paseable. Todavía es muy poco el verde que se ve, pero en un futuro el proyecto paisajístico, desarrollado por el estudio Lur Paisajistak en coordinación con Ayuntamiento de Donostia supone que habrá 3.600 metros cuadrados de zonas verdes, de los que 1.329 metros cuadrados estarán en la cubierta y 2.271 en la urbanización complementaria.
Este mismo lunes se ha llevado a cabo un taller en el que expertos internacionales, investigadores y startups han abordado las que serán algunas de las líneas de trabajo de GOe, desde nuevas proteínas basadas en micelio hasta la fermentación como motor de innovación. Además de experimentación con algas o la alimentación y a longevidad, entre otras cuestiones.
Entre los hitos que proyecta el GOe hasta 2030 están albergar las clases de siete nevos másteres con 300 estudiantes anuales. 30 tesis en curso y un acumulado entre 2025-2030 de 10 tesis defendidas, generar y /o incubar unas 30 startups con 150 startups aceleradas siendo 170 el número de empresas, emprendedores e investigadores externos que habiten GOe. Además, como centro tecnológico se estima que GOe Tech Center desarrolle al año más de 80 proyectos con empresas y participe, anualmente, en unos 10 proyectos europeos.
elDiario.es/Euskadi
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