El Gobierno vasco ha cifrado en diez millones de euros el impacto en el sector primario de Euskadi de los aranceles impuestos por la administración de Donald Trump a las exportaciones a Estados Unidos, que tendrán una especial incidencia en el subsector del vino. La consejera de Alimentación, Desarrollo Rural, Agricultura y Pesca, Amaia Barredo, del PNV, se ha reunido este miércoles con agentes del sector para analizar el impacto de estas medidas y la búsqueda de alternativas para minimizar las pérdidas que causen, en línea con lo que se está haciendo con los sectores industriales más afectados: la siderurgia, la automoción y la fabricación avanzada.
Durante el encuentro, en el que junto a la consejera se han sentado representantes del clúster alimentación, bodegas y Consejos Reguladores, se ha puesto de manifiesto que los aranceles tendrán impacto sobre todos los productos, pero con especial incidencia en cuatro: el vino, el más afectado por el volumen de exportaciones que se realiza a Estados Unidos, las conservas de pescado, el queso y la sidra. Además se ha puesto de manifiesto que parte de la solución estará en centrarse en ese mercado en las gamas de mayor valor, en las que los consumidores sean “menos sensibles al precio”. Además, tendrán que buscar diversificar los mercados, pero sin abandonar el mercado de Estados Unidos.
En el caso de los vinos, las exportaciones en 2024 fueron de 35,5 millones de euros, sobre todo de vinos de Rioja Alavesa. El estadounidense es el primer mercado de exportación para los vinos vascos. La consejera ha recordado que con un arancel de 15%, los vinos de Europa se quedan en clara desventaja respecto a otros países fuera de Europa a los que se les impone en 10%. Por eso, apuesta porque se refuercen las gamas de mayor valor con denominación de origen, “puesto que sus consumidores son menos sensibles al precio” que en las gamas medias, y se concentrarán esfuerzos en estados clave como California o Nueva York, donde hay un buen reconocimiento de vino vasco, además de lanzar campañas de origen que refuercen la identidad de Euskadi como territorio de vinos.
En lo que se refiere a las conservas de pescado, alcanzaron la cifra de 4,6 millones de euros, con un perfil muy diferenciado y de alta calidad. Ese perfil diferenciado es el que debe reforzarse, “así como el apostar por canales especializados, el subrayar certificaciones de calidad y sostenibilidad y destacar los métodos tradicionales de elaboración”. “Esperamos que los aranceles no afecten tanto como en el vino”, ha esperado la consejera. El porcentaje arancelario es menor que en otros países no europeos y eso supone una ventaja.
El queso es un mercado de 'diente de sierra' en su relación comercial con Estados Unidos. El año pasado fueron 600.000 euros en exportaciones. La apuesta es volcarse en “productos de alto valor añadido, reforzar la narrativa de origen y autenticidad y concentrarse en nichos gourmet”.
En cuanto a la sidra, es el producto que menos se exporta, con 234.000 euros el año pasado, y es relativamente nuevo en su relación con Estados Unidos. Se potenciarán “canales especializados, formatos versátiles como packs degustación y un relato digital fuerte que acerque la historia de la sidra a los consumidores”. “Creemos que es un producto que se va a defender bien”, ha señalado Barredo.
Según ha destacado la consejera Barredo, el departamento “lleva meses trabajando junto a las empresas, los agentes del sector y las instituciones para mitigar los efectos que los aranceles impuestos por Estados Unidos a los productos europeos están causando a la economía vasca”. En este sentido, ha señalado que el encuentro de este miércoles ha servido para analizar lo decidido hasta ahora. En este sentido, han recordado la apuesta por el refuerzo de nuevos mercados internacionales mediante misiones en países como México o Japón y la inversión de diez millones de euros en EDA Drinks and Wine como apuesta por un mayor posicionamiento global.
También han destacado las ayudas para la cadena agroalimentaria, forestal y pesquera por una cuantía total de 150 millones de euros. Ayudas a instrumentos financieros por valor de 450 millones de euros para dar liquidez a las empresas, y cico millones en ayudas extraordinarias para afrontar crisis coyunturales, así como el refuerzo de la promoción local, estatal e internacional con dos millones de euros extraordinarios que se suman al programa anual de promoción agroalimentaria desarrollado por la fundación Hazi.