Aprobada convocatoria de dos programas de empleo por importe de 11 millones de euros

El Consejo de Gobierno de la Junta ha dado luz verde a la convocatoria de dos programas de fomento de la empleabilidad, por importe de 11 millones de euros, de personas en situación o riesgo de exclusión social, uno de ellos para las siete ciudades con población superior a 20.000 habitantes y otro para los municipios de menos de 5.000 habitantes.

La consejera de Igualdad y portavoz del Ejecutivo extremeño, Isabel Gil Rosiña, ha detallado este martes los acuerdos en rueda de prensa posterior a la reunión semanal del Consejo.

Se trata de las convocatorias de subvenciones del Programa de Crecimiento e Inserción Sociolaboral CRISOL-Formación, que está dotado con 4 millones de euros, y del programa Colaborativo Rural, que cuenta con un presupuesto de 7 millones, en ambos casos cofinanciados el 80 por ciento con cargo al Programa Operativo del Fondo Social Europeo de Extremadura 2014-2020.

En el primer programa se llevarán a cabo proyectos específicos de intervención en zonas urbanas desfavorecidas de las ciudades de Badajoz, Cáceres, Mérida, Plasencia, Don Benito, Almendralejo y Villanueva de la Serena.

Prevé la participación como alumnos-trabajadores de 45 personas en cada una de estas ciudades, por lo que el número total de destinatarios asciende a 135, ha precisado la portavoz.

Parados mayores de 16

Deberán ser personas desempleadas mayores de 16 años e inscritas en los Centros de Empleo del SEXPE.

Por su parte, podrán promover y desarrollar proyectos del programa y, por tanto, ser beneficiarias de las subvenciones, las entidades privadas sin ánimo de lucro con personalidad jurídica propia que tengan entres sus fines la promoción de empleo o la inserción sociolaboral de personas en situación o riesgo de exclusión social.

El programa consiste en el desarrollo de proyectos de formación en alternancia con el empleo, mediante acciones de orientación, tutorización e intermediación de las personas participantes que combinan el aprendizaje con el trabajo efectivo en actividades de utilidad pública o interés social.

Se complementa con la realización de prácticas no laborales en empresas para ofrecer a los participantes una oportunidad de adquirir nuevas habilidades y competencias que les permitan recuperar hábitos laborales y destrezas profesionales, su concienciación para mejorar su zona y la motivación para transformar su situación sociolaboral.

Así, consta de dos fases: una primera de seis meses de duración en la que el alumno-trabajador está contratado (en la modalidad de contrato de Formación) por una entidad promotora, donde percibirá el 75 por ciento del salario mínimo interprofesional; y la segunda de tres meses de duración en la que tendrá un contrato en prácticas en una empresa privada, percibiendo el 120 por ciento del IPREM.