La fiesta de la diversidad de “Los Palomos” de Badajoz, que este sábado vivió su multitudinario día grande, ha pedido que “basta ya” de odio, discriminaciones, de amenazar con quitarles sus derechos y de cuestionar las identidades de las personas LGBTI, a las que la mayoría de la sociedad sigue sin reconocer.
“Volvemos a llenar las calles, volvemos a pintar arcoíris sobre los adoquines que algunas personas tratan de lanzar sobres nuestros cuerpos, nuestras vidas, nuestros sueños, nuestros deseos. Volvemos a volar, volvemos a ser visibles”, arranca el manifiesto de esta edición, que se leyó anoche en medio de los macroconciertos.
En él se alerta de las realidades de las personas LGBTI son susceptibles de sufrir más vulneración de derechos cuando son mujeres, migrantes, personas con diversidad funcional, negras, trans, niños, mayores, de etnia gitana o pobres.
“Los Palomos” reclaman que las personas trans estén, por una vez, delante en la conquista de derechos, y que se acelere la ley para que se reconozcan sus derechos y “dejen de ser violentadas”.
El manifiesto indica que siguen tratando de frenar los prejuicios hacia las personas LGBTI y que se revelan contra quienes quieren culpabilizarles de todos los males del mundo.
Y un año más dicen a quienes siembran odio, a quienes les difaman y a quienes no soportan su existencia y les violentan: “¡no os tenemos miedo”.
“Volvemos orgullosos y orgullosas y con la cabeza bien alta, desde nuestros pueblos, con nuestras familias y la mayoría de la sociedad de nuestro lado, para decir '¡basta ya!'”.
A su juicio, hay que reivindicar la diferencia como valor, como dijo Audry Lorde: “no son nuestras diferencias las que nos dividen, sino la incapacidad de aceptar, reconocer y celebrar esas diferencias”.
“Los Palomos” también recuerdan a los casi 80 países del mundo donde la homosexualidad, la bisexualidad y la transexualidad están perseguidas.
“Queremos ser libres en cualquier lugar, seamos como seamos, sin sentir miedo por agarrar la mano de aquel al que amamos, sea quien sea”.
Los Palomos“ ha vuelto a llenar las calles de Badajoz con ”las plumas de maricas y bolleras, ha vuelto a llenarse de la grandeza de quienes hemos tenido que pelear por que se reconozca nuestras identidades, se ha llenado de respeto, de reconocimiento de dignidad“.
Según el manifiesto, la mayoría de la sociedad sigue sin reconocerles, sin escuchares y sin darnos voz.
Balance muy positivo
Los Palomos cierran con un balance muy positivo para la organización en su edición de regreso a las calles tras la pandemia.
Había ganas de encontrarse en torno a diferentes actividades reivindicativas, y las dos semanas de presentaciones de libros, teatros, encuentros activistas y Palomos Kids, se cierran con el día grande del evento que congregó a 27.000 personas en el punto más álgido, durante las actuaciones de Rosa López en la Alcazaba y Putochinomaricón en el escenario de Puerta Palmas.
Las apuestas por artistas con implicación con la diversidad, con el transfeminismo, con la visibilidad y el compromiso con los Derechos LGBTI han sido bien recibidas por el público que ha contribuido a que Badajoz y Extremadura vuelvan a situarse como referentes para el colectivo LGBTI del oeste peninsular.