La ministra Margarita Robles visita la Base Aérea de Talavera la Real

La ministra de Defensa, Margarita Robles, ha visitado este jueves el Ala 23 del Ejército del Aire, en la base aérea de Talavera la Real (Badajoz), donde ha conocido el funcionamiento de los cuatro Predator, las aeronaves que se pilotan de forma remota, recibidos meses atrás.

Junto a Robles, también han asistido a la visita el presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara, y la delegada del Gobierno en la región, Yolanda García Seco, quienes han sido recibidos por el jefe del Estado Mayor del Aire, el general Javier Salto Martínez-Avial.

Los cuatro aviones Predator están ya operativos, para lo que se cuenta con siete tripulaciones, con dos efectivos cada una, además del resto de personal destinado a estas aeronaves.

Estos aviones tienen una autonomía máxima de entre 24 y 27 horas, lo que les permite sobrevolar todo el territorio nacional.

Los Predator son utilizados por el momento para instrucción, para posteriormente poder ser utilizados para múltiples funciones, desde militares a civiles.

Entre ellas, esta tecnología permite localizar incendios a muy larga distancia; por ejemplo, en unos diez minutos podrían indicar cuántos episodios de este tipo se producen en un momento determinado en Extremadura.

A nivel militar se utilizan para localizar actividades sospechosas en un determinado espacio, para vigilancia y control de fronteras, y para reconocer áreas desconocidas, entre otras muchas aplicaciones, ha informado Defensa.

Además, se han levantado tres estaciones de control terrestre y equipos asociados para las misiones que se asignen a estos drones, que tienen su base principal en Talavera la Real, pero pueden operar también desde otros aeródromos.

Las fuerzas armadas españolas disponen de otros aviones remotamente tripulados, pero lo que hace diferente a estos aviones-drones es su capacidad para operar vía satélite, y pueden ser utilizados en apoyo a misiones como el seguimiento estratégico en las áreas de interés de inteligencia, vigilancia y seguridad marítima y defensa, así como operaciones aéreas.

Las capacidades de estos nuevos drones y su potencialidad de futuro han “impresionado” a Robles, según Defensa, que ha destacado “la gran labor que realiza el Ejército del Aire desde esta base y la gran apuesta de futuro”.

En la visita a las instalaciones, el coronel jefe del Ala 23, Jesús Rodríguez de Castro, ha explicado las capacidades de la unidad, un referente en la formación de élite de los pilotos de caza, y posteriormente se han recorrido los hangares del 233 Escuadrón donde están integrados los Predator.

Allí, uno de los pilotos del Predator B, el capitán Redondo, piloto de Eurofighter, ha expresado que “las sensaciones son muy distintas de un avión de caza a éste; es una misión totalmente diferente, pero el ser piloto de caza ayuda mucho para este nuevo sistema”.

Otra de las funciones del Ala 23 es la formativa, ya que cuenta con 12 alumnos, más otros cuatro que se instruyen en Estados Unidos, en su último año de formación militar, gracias a los aviones F5 con los que cuentan las instalaciones.