De ruta por caminos y veredas de todo el país con tan solo una mochila y su silla de ruedas
Lleva a sus espaldas 1.700 kilómetros y el hecho de moverse en silla de ruedas no ha sido un impedimento para Carlos.
Reconoce que es una aventura dura, que en ocasiones llega al límite. Pero sigue adelante en un periplo que le ha llevado esta semana por Extremadura. De norte a sur. Comenta este deportista parapléjico que está en la mitad de su viaje, que le llevará a recorrerse el Cantábrico.
Se mueve en su silla de ruedas, a la que le ha acoplado un complemento denominado ‘handbike’, que le permite tener una tercera rueda para sus desplazamientos a golpe de brazada. Carlos es un valenciano de 39 años que lleva adelante lo que él mismo define como una aventura. Un recorrido por los andenes de las carreteras, vías de servicio y veredas. Lugares por los que se mueve con soltura.
Todo un ejemplo de perseverancia que le hacen recorrer a diario casi 100 kilómetros, unas 8 horas de camino. Lleva un sistema semi eléctrico y 40 kilos de carga. Encima su tienda de campaña, unos hornillos para hacerse de comer y mucha ilusión.
Sufrió hace dos décadas un accidente que le dejó en una silla de ruedas, aunque eso no le ha parado en su inquietud de sentirse libre. “Durante todo este tiempo he comprendido que lejos de ser un problema, mi situación ha pasado a ser una lucha constante”.
Completamente solo va recorriendo el país, aunque destaca la hospitalidad que va encontrando a lo largo de sus paradas, donde es recibido a veces por gente que le hace hueco en casa.
Para este deportista con diversidad funcional ir en silla no es un inconveniente. Cuenta a diario los detalles de su periplo en las redes sociales y en un blog.
Claro está, el camino es duro y se enfrenta al cansancio. Otras veces a las malas inclemencias del tiempo. Calor, lluvia y frío, toda una combinación que este aventurero ha sentido sobre el asfalto desde que comenzó su viaje el pasado 25 de mayo.
Recomienda a la gente a hacerlo. Sobre todo a quienes quieran experimentar y fortalecer su independencia. Pero a personas que ya tengan experiencia en el mundo del cicloturismo.
También sugiere a quienes se animen que se estudien bien los recorridos por los que se va a pasar. En Extremadura no ha tenido problemas y se ha movido con tranquilidad por carreteras nacionales en las que apenas pasaban coches. No obstante apunta que siempre en bueno que haya tránsito de vehículos para poder recurrir a ayuda de alguien en caso de percance.
Lo cierto es que Carlos se monta él solo su tienda de campaña, se prepara la logística que necesita para moverse y se desplaza allá donde quiere. En su recorrido también visualiza las barreras que encuentra para las personas con movilidad reducida. Otras veces muestra los buenos ejemplos.
Otra de las cuestiones que muestra por ejemplo, es la cantidad de basuras que va encontrando por carreteras, vías verdes y ciudades. “Siempre intento recoger dos o tres residuos del suelo y contribuir así al medio ambiente. Y estoy seguro de que vosotros podéis hacer lo mismo. ¿Por qué no lo intentáis?”.