Ecologistas proponen que la Batalla de la Albuera sea BIC ante la “amenaza” de una planta fotovoltaica

Ecologistas en Acción de Extremadura ha solicitado a la Junta la declaración de Bien de Interés Cultural (BIC), como sitio histórico, de los espacios en los que se desarrolló la Batalla de la Albuera en 1811 ante la “amenaza” que supone la construcción del parque fotovoltaico de Las Jaras para que este espacio se mantenga en su estado actual de aprovechamiento agrario.

A pesar de que la duración de esta batalla fue de tan sólo un día -el 16 de mayo- y no influyó decisivamente en el desarrollo de la Guerra de la Independencia, sí tuvo, en cambio, una enorme repercusión, ha destacado la organización, para la localidad pacense debido a la destrucción provocada y la experiencia vivida por sus habitantes, que se ha mantenido en la memoria colectiva hasta la actualidad y que se refleja en los actos que se celebran anualmente como recordatorio en esa fecha.

Pero también, ha subrayado el colectivo ecologista, tuvo una inmediata repercusión internacional, puesto que el elevado número de bajas que se produjo, calculadas en más de 11.000 -entre ellas unos 1.440 muertos- afectó a los contingentes de seis países -Francia, Inglaterra, España, Portugal, Polonia y Alemania-, por lo que está considerada como el enfrentamiento más sangriento en relación al número de participantes de toda la Guerra de la Independencia. Sin embargo, ha advertido de que el proyecto de construcción del parque fotovoltaico Las Jaras de Badajoz pone en peligro la conservación del entorno en el que se desarrolló el grueso de la batalla.

A su juicio, su ejecución supondría alterar “gravemente” el paisaje en el que se desarrollaron los acontecimientos, “al impedir que las numerosas personas que se desplazan habitualmente al lugar puedan apreciarlo y entender adecuadamente los paneles explicativos que se han instalado en la zona como aprovechamiento de su potencial didáctico y turístico”.

Además ha precisado que, por los numerosos documentos que se redactaron en los meses posteriores a la batalla, se tiene constancia de que la mayoría de los cuerpos de los militares muertos en los combates tuvieron que ser enterrados en fosas comunes o individuales dispersas por toda esta zona, muchos de ellos después de haber sido incinerados.

Todos estos motivos, en su opinión, hacen que los terrenos en los que se desarrolló la Batalla de La Albuera reúnan no sólo un valor histórico como escenario de los hechos que allí ocurrieron y que han quedado profundamente integrados en la memoria colectiva de la población local, sino que también debe considerarse como “un extenso espacio funerario que acoge a centenares de personas fallecidas y nunca recuperadas”.

Según Ecologistas en Acción, a la “amenaza” que supone la construcción del parque fotovoltaico para que este espacio se mantenga en su estado actual de aprovechamiento agrario, se suma la proliferación que está experimentando este tipo de instalaciones por toda la región, “lo que hace más que previsible que actúe como polo de atracción de otras nuevas plantas que se pretenderá instalar en sus inmediaciones aprovechando las líneas de evacuación y otros equipamientos que se construyan ahora”.

En su opinión, todos estos motivos justifican la protección de estas zonas con la figura de Bien de Interés Cultural, lo que permitirá el mantenimiento del uso agrario de los terrenos junto a la preservación de sus valores culturales, favoreciendo el aprovechamiento de su potencial como recurso didáctico.