José M. Núñez: “La Conferencia Episcopal debe dejar de priorizar las normas del medievo y escuchar más a la gente”
Han sido varios meses de intenso trabajo que concluyeron con la primera Ley de Igualdad Social de Lesbianas, Gais, Bisexuales, Transgénero e Intersexuales de Extremadura.
Una norma que quiere erradicar la discriminación que sufren las personas por cuestiones de género y sexualidad, que reconoce sus derechos y que busca hacer justicia con todas aquellas que han sido víctimas de la homofobia.
En ella ha tenido un protagonismo especial los colectivos LGTBI, que han trabajado codo con codo con los parlamentarios. Entre ellos Fundación Triángulo.
El presidente estatal de la fundación José María Núñez aplaude la norma, que pone a Extremadura a la vanguardia en la defensa de la diversidad sexual. Ahora tocar seguir trabajando, y reclama una ley igual que proteja los derechos de todas las personas en el territorio nacional.
-¿Le ha dado tiempo de descansar tras tanto trabajo, tensión, negociaciones con la nueva Ley LGTBI de Extremadura?
Pues, está costando. Las felicitaciones nos inundan, y es algo que merece ser disfrutado tanto a nivel personal como por parte del equipo. En Triángulo hemos trabajado muchísimo para pedir esta ley, reiterativamente desde hace tiempo, con múltiples documentos y revisiones hasta llegar al documento inicial, muy trabajado por la consejera María Muñoz, y a partir de ahí aportando y defendiendo todas las propuestas de mejora que creíamos razonables, con los cuatro grupos parlamentarios, PSOE, IU, PP y regionalistas, tres partidos extraparlamentarios, la Universidad de Extremadura, el Consejo de la Juventud, los sindicatos y múltiples organizaciones sociales como Malvaluna, por poner un ejemplo, que era muy importante por algunos asuntos en concreto y por la histórica relación de trabajo conjunto entre el activismo feminista y el activismo LGBT. Y no puedo olvidar las muchas aportaciones personales que ha habido, de juristas y otros técnicos, y de múltiples activistas LGBT que querían hacer suya esta iniciativa. Por eso ha resultado tan completa.
-Dígame un solo adjetivo para definir su estado emocional tras la aprobación de esta ley, y explíqueme por qué
Paz. Porque uno tiene la sensación de que ha hecho lo que tenía que hacer, con el condicionante de las prisas por los tiempos políticos, pero era una oportunidad que no podíamos dejar pasar para Extremadura y para el activismo LGBT extremeño. E incluso para el activismo LGBT en global, porque la iniciativa ya es referente, por ejemplo, para una posible Ley LGBT en la Comunidad de Madrid. O en Uruguay. Y es el principio.
-¿En quién pensó cuando se aprobó la ley en la Asamblea?
En los compañeros que creamos ‘De Par en Par’ hace veinte años, en Pablo Cantero, Silvia Tostado, Hugo Alonso y David Luceño, a los que abracé inmediatamente porque los quiero y porque son imprescindibles en el camino de los últimos años, en compañeras y compañeros de tantas luchas de estos años, en Miguel Ángel, el compañero que creó Triángulo, y antes estuvo en la creación de COGAM y FELG, y al que se le deben tantas cosas en este país y a nivel internacional que casi nadie le ha reconocido, en otros activistas históricos como Empar Pineda o Esther Nolla… pero sobre todo en toda la gente que he ido conociendo a lo largo de estos veinte años que has ido viendo como de una u otra forma iban recuperando sus vidas tras la represión y la homofobia tan potente de tantos años.
En especial, es curioso, me vinieron a la mente cuatro homosexuales que recuerdo de cuando era pequeño de mi pueblo que, o bien huyeron de el para vivir, o simplemente sobrevivieron o malvivieron entre mofas y burlas, o con la más absoluta autorepresión. En la gente a la que les han robado la vida, vaya.
-Ya hay ley extremeña de libertad sexual, ¿y ahora qué? (hay que llenarla de planes y presupuestos, suponemos)
Desde ya mismo pensamos exigir su cumplimiento, así como el desarrollo lógico en los ámbitos locales, comarcales y autonómicos. Ya estamos trabajando en una propuesta de reglamento para el Observatorio que crea la ley, y sobre todo en el Plan interdepartamental para desarrollarla en general y del Plan integral sobre Educación y Diversidad LGBT que la propia ley marca. Eso son los elementos fundamentales, pero también es imprescindible desarrollar el Protocolo de atención integral a la Intersexualidad, para la que está prevista una reunión en breve, y terminar de definir el de Transexualidad en el que hace tiempo que trabajamos con el SES, muy bien por cierto.
¿Nos damos un plazo de tiempo para ver si el contenido de la ley se cumple y no es solo papel mojado?
Nosotros ya estamos trabajando para establecer elementos de vigilancia adicionales a los que incluye la ley por sí misma, pero desde luego seremos los primeros y las primeras en asumir el papel de ‘pepito grillo’ si no comienzan las cosas bien. Con diálogo y paciencia, pero sin demora ni permisividad para faltas importantes. Creo que todos los partidos políticos saben que no vamos a permitir que no se aplique. Y los que están por llegar lo saben también porque nos hemos reunido con todos ya. Triángulo siempre ha tenido claro que ser la entidad LGBT de referencia en Extremadura es un logro de muchos años y mucho trabajo, pero también supone obligaciones como esa vigilancia.
-Desde luego que tienen más protección y aceptación legal, aunque otra cosa diferente es la aceptación social...
Justo esa es la razón de ser de esta ley, y esa es su naturaleza. Los poderes públicos habían dado pasos importantísimos antes, como la aprobación del Matrimonio Igualitario, que tuvimos que conseguir y defender después como todo el mundo sabe, o la Ley de Identidad de Género. O la inclusión del compromiso con la no discriminación por motivos de orientación sexual o identidad de género en nuestro Estatuto de Autonomía en la pasada legislatura. Pero eso no era suficiente, por eso son necesarias este tipo de leyes, tanto contra la homofobia, transfobia, bifobia o lesbofobia, o en general y a nivel global leyes contra la discriminación y los delitos de odio. Son imprescindibles. Y esta ley en concreto focaliza mucho en un concepto fundamental que está poco trabajado, y es que estas cuestiones deben ser causa de políticas públicas claras y concretas. Ya basta de considerarnos minorías y de contentarnos con migajas. Somos ciudadanos como cualquiera.
-¿Cuál es la siguiente batalla que quieren lidiar?
Yo lo tengo claro. Exigir que este tema sea regulado a nivel estatal de manera clara. Es imprescindible una Ley estatal por la igualdad social LGBTI, así de claro y sencillo. Y, de manera paralela, cuando se reforme la Constitución Española debemos exigir que el articulado recoja explícitamente la no discriminación por orientación sexual e identidad de género, que en este momento no está recogido de manera explícita. No pido que se modifique para eso, solo que si se hace, no se olvide ese asunto. Aunque ya hemos vivido como para lo que les interesa a quienes tienen y ejercen el poder se puede hacer un cambio en una tarde sin problemas.
-¿Por qué es importante una ley LGTBI estatal? ¿Qué debe contener esta norma?
Primero porque las leyes autonómicas están bien, son necesarias, pero no son suficientes porque hay elementos que no se pueden regular por ser de competencia estatal, o porque se necesitan regulaciones estatales de algunos conceptos para poder desarrollar después la parte autonómica. Nos ha ocurrido de hecho, hay elementos que se pudieron regular en la Ley de Igualdad de Extremadura porque existía una estatal de referencia, pero nosotros no hemos podido por no existir en este caso. Y además, porque hasta donde yo creo todos los españoles debemos ser iguales, y en este momento hay ciudadanos y ciudadanas LGBT que tienen mas derechos que otros en este país, los catalanes y ahora los extremeños y extremeñas. Si yo fuera asturiano o castellano manchego me consideraría ciudadano de segunda. Se que a nuestros políticos les interesan mas las asimetrías autonómicas fiscales, pero para eso estamos los activistas, para recordarles lo que es mas importante para la felicidad de la gente, que no solo depende de los dineros.
-¿Cree que la sociedad española está preparada para una ley así?
No me cabe la menor duda. Solo hay que ver la naturalidad y el apoyo con el que las leyes han sido recibidas tanto en Cataluña como ahora en mi tierra, Extremadura, con la importancia además de que aquí ha sido aprobada con bastante consenso y por unanimidad, cosa que lamentablemente no ocurrió con la ley catalana.
-¿Y qué hacemos con la Conferencia Episcopal?
Pues, pedirles que dejen de priorizar las normas dictadas en el medievo y escuchen y empaticen más con la gente, y que no olviden que entre sus propios religiosos y sacerdotes tan solo hay personas, que también sienten, se emocionan y tienen cuerpos como los de los demás, con todo lo que la naturaleza nos ha dado a unos y otros, repartiendo como bien le parece. Y cada vez que intentan imponer normas antinaturales y discriminatorias, hacen sufrir a muchas personas, de dentro y de fuera de la Iglesia.
-Si mira al pasado, pongamos 20 años, ¿se imagina asistiendo a la aprobación de una ley LGTBI en Extremadura? Parece que pasito a pasito se van logrando grandes avances…
Ni muchísimo menos. Ni al principio de la legislatura lo imaginaba posible, a pesar de que la mayoría de izquierdas podía garantizarla, pero la lógica social y económica en ese momento no hacía posible plantearla. Afortunadamente las cosas fueron cambiando y aprovechamos la coyuntura en beneficio de la sociedad. Pero no, normalmente tenemos tendencia a pensar que los cambios que queremos son imposibles, pero la historia reciente nos demuestra que lo imposible con trabajo y empeño activista puede llegar a ser realidad. Hoy nadie pensaría que pueda ser posible, por ejemplo, una norma de este tipo en algún país africano. Tiempo al tiempo, la veremos. Como también veremos involuciones, como las estamos viendo. Estamos preparados para responder, cada vez somos mas, y nos sentimos mas fuertes.
-Ha pasado relativamente poco tiempo desde aquella ley de Vagos y Maleantes para los gais, aunque ¿no piensa que podríamos haber avanzado mucho más socialmente de lo que hemos hecho hasta hora?
Poco tiempo, y menos aún desde que se derogara, en el 94. Y lo peor es que aún hay restos policiales en algunos registros sobre personas que estuvieron en la cárcel por esa ley o la de peligrosidad social. Ya pedimos precisamente en el parlamento regional también que esos expedientes se limpiaran de las fichas policiales porque es injusto que sigan manchando las vidas de personas que en realidad no habían hecho nada para ello, como pedimos que se conservaran los expedientes de peligrosidad como testimonio de la represión de las libertades en nuestra historia reciente, demasiado reciente aun, pero que como no cuidamos nuestra memoria es desconocida por parte de muchos de nuestros jóvenes.
-¿Quiénes son los culpables?
Nuestros políticos, sin duda. Unos mas que otros, pero todos en general, porque nadie en este país se ha comprometido de verdad a cuidar la memoria histórica de las barbaridades que se hicieron contra tanta gente, por parte de unos y otros aunque unos con el poder en su mano. Esa asignatura pendiente nos sigue dejando tarea social y política que hacer para recuperar parte de nuestra dignidad y de la gente que vio sus vidas truncadas, o al menos ensuciadas y cuestionadas. Por eso era fundamental para Triángulo que la ley recogiera esa realidad en el preámbulo, y que habilitara vías para poder trabajarlo, al menos en la parcela que nos concierne directamente, la relativa a orientación e identidad sexual.
-Parece que las parejas más jóvenes se sienten libre de mostrar su cariño en público sin camuflarse en la soledad…
Eso es lo mas maravilloso de todo, la mayor esperanza. Eso y el mayor nivel de autoestima que poco a poco se va generando en lesbianas, gais, bisexuales y transexuales. Y todo junto, sin duda la mayor garantía de que estos avances llegan para quedarse. La libertad engancha.