La madre y el hijo de Logrosán acusados de asesinar a un vecino aseguran que la víctima les asaltó
La madre y el hijo acusados de un delito de asesinato con alevosía a un vecino de Logrosán (Cáceres), para los que piden hasta 25 años de cárcel, han negado este lunes ante la Audiencia Provincial que se pusieran de acuerdo para matarlo y han declarado que la víctima les asaltó por la calle la madrugada de los hechos e intentó agredir al acusado, quien, según su relato, pudo salir corriendo asustado una vez que les separó del forcejeo su madre.
“Me fui porque tenía miedo por si venía de segundas a hacerme daño, me vi asustado y mi primera reacción fue marcharme de allí, a resguardarme del peligro, que si a la primera no le había salido, viniera otra vez”, ha asegurado el acusado durante el inicio del juicio con tribunal de jurado, en el que tanto él como su madre sólo han respondido a las preguntas de su letrado, Fernando Fontán.
Ambos se enfrentan a 25 años de cárcel que pide la acusación particular de la familia, representada por el abogado Emilio Cortés, mientras que Fiscalía reduce la pena a 22 años. Además, solicitan una indemnización de 120.000 euros a cada uno de los padres del fallecido, además de 50.000 euros para la hermana de la víctima, por los daños morales causados. Todo ello por presuntamente asesinar con una navaja, objeto que no ha sido hallado, al por entonces exnovio de la suegra del acusado en noviembre de 2019 en esta localidad cacereña.
Según el relato de la acusación particular y del Ministerio Fiscal, ambos se pusieron de acuerdo en acabar con la vida de la víctima, aprovechando que éste se encontraba cerca al bar que regentaban de madrugada y que estaba con las capacidades cognitivas afectadas por el consumo de distintas sustancias estupefacientes.
Ambos han negado este relato aunque sí han reconocido que se entregaron a las autoridades “voluntariamente” días después, tras lo cual han estado en prisión provisional, habiendo cumplido ya el tiempo máximo estipulado por ley.
Según relato rechazado por estos, mientras la madre sujetaba a la víctima, el hijo le asestó dos puñaladas, en el tórax y en el hombro izquierdo, huyendo posteriormente del lugar donde presuntamente le sorprendieron.
Sin embargo, de acuerdo con el relato del acusado, cerca del bar que regenta y de camino a su casa “en la oscuridad”, fue el fallecido el que les sorprendió, escondido en el umbral de una puerta. Así, ha afirmado que éste se abalanzó e intentó agredirle, forcejeando hasta que pudo separarse y salir corriendo una vez que “lo que tenía en la mano” cayó al suelo, objeto que la acusada ha calificado de “punzante y brillante”. “Él se quedó de pie en la calle y me amenazó: ”te tengo que matar“, me asusté y salí corriendo”, ha añadido en su declaración.
En este sentido, ha señalado que se fue de allí sin saber si había muerto, huyendo a esconderse en casa de un amigo pues “tenía miedo que viniera de segundas a hacerme daño”.
“La única verdad es que tenía una inquina grande contra mí, no sé si por celos por mi suegra o envidia hacia mí, que yo vivía bien, con negocio y coches buenos, y él no. Tenía una obsesión conmigo”, ha apuntado.
Así, el acusado ha reconocido que recibió una llamada avisándole de que la víctima estaba contando a la Guardia Civil que en el bar que regentaba se vendían sustancias estupefacientes, según el relato de la acusación.
“Me lo tomé tranquilo, sabía que no era verdad; él intentaba hacerme daño por cualquiera de los medios, no me alteré, sabía que era una cosa que no iba a ningún lado”, ha dicho sobre la víctima su presunto asesino.
De esta forma ha negado que en respuesta a esto saliera en su búsqueda con ánimo de acabar con su vida mientras que su madre ha confirmado el forcejeo por “sorpresa” del fallecido con su hijo.
“Intenté separarlos, es todo lo que pude hacer”, ha asegurado la madre durante un juicio por el que durante los tres días que se tiene previsto que dure pasarán más de una veintena de testigos.
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