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Por qué una alta participación en las elecciones de Galicia favorece a la izquierda

Cómo la participación puede llevar al cambio en Galicia

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Por primera vez en muchos años, la mayoría del PP en las elecciones gallegas no está tan clara. Los últimos sondeos apuntan a que cabe la posibilidad de que una coalición de las izquierdas pueda arrebatarle la Xunta al Partido Popular este domingo, 18 de febrero, después de tres décadas de gobiernos ‘populares’ interrumpidos solo por una legislatura en la que el PSdeG-PSOE gobernó en coalición con el BNG (2005-2009). 

La clave podría estar en la tasa de participación en estos comicios. Fijándonos en el número de votos a izquierda y derecha en las elecciones autonómicas y generales celebradas en Galicia en los últimos 20 años, vemos que la derecha no siempre gana, al contrario de lo que podría pensarse. Y que, además, las victorias de la izquierda en esta comunidad suelen ir ligadas a una alta participación.

Ocurrió así en las generales de 2004, cuando votó el 71% del censo electoral y el conjunto de la izquierda superó al bloque de la derecha; también en las autonómicas de 2005 (64,2% de participación) y en las generales de 2008 (70,5%). En este último caso, la izquierda ganó a la derecha por más de 167.000 votos, un récord en esta comunidad. Para recopilar estos datos, contamos como izquierda a la suma de PSOE, BNG, IU, Podemos, Más País, En Marea y AGE; y en la derecha incluimos los apoyos a PP, Cs, Vox y UPyD, dependiendo de las convocatorias, en las que no todas estas formaciones han estado presentes.

Atendiendo a los datos extraídos del Ministerio del Interior y la Xunta de Galicia que incluimos en el gráfico superior, se observa que en los últimos 20 años la derecha –en su conjunto– no ha ganado unas elecciones en Galicia cuando la participación ha superado el 64,5%. Por otro lado, las tres últimas mayorías absolutas del PP en las autonómicas gallegas se han producido cuando la participación ha sido muy baja, inferior al 55% del electorado. Cabe señalar que la población gallega se abstiene más a la hora de ir a votar en unas elecciones autonómicas que en unas generales.



Además, como explicamos en esta pieza, la brecha de abstención en comicios autonómicos (versus generales) aumenta en las ciudades, que a su vez tienden a votar más progresista que los municipios pequeños y envejecidos. Desde 2016, independientemente de que las elecciones fueran autonómicas o generales, las candidaturas de izquierdas en Galicia han superado el 50% de los votos en localidades de más de 60.000 habitantes. Por el contrario, en municipios de menos de 10.000 habitantes los apoyos a las derechas han rondado o superado el 50% en cada una de estas citas.



¿Y qué ocurrió la última vez que los gallegos fueron a las urnas? Fue en las elecciones generales de julio de 2023, y la izquierda tuvo más votos que la derecha en esta comunidad. Aunque el PP fue el primer partido en número de apoyos, los partidos de izquierda obtuvieron en total 26.965 más votos que la derecha, y eso que la participación no fue especialmente alta: acudieron a votar el 61,4% de las personas que estaban llamadas a hacerlo. 

La brecha en el sistema que beneficia al PP

Por el tipo de sistema electoral, el número de votos a un partido no se traduce de forma directa en el porcentaje de escaños que finalmente obtiene esa formación. Por ejemplo, en las elecciones autonómicas de 2020, cuando el PP obtuvo su cuarta mayoría absoluta consecutiva en Galicia, el partido logró el 56% de los escaños del Parlamento –42 de 75– con solo el 48% de los votos.

Como señalamos aquí, esta discrepancia va más allá de la ley D'Hondt, puesto que la ley electoral gallega hace que las dos provincias que tradicionalmente votan más conservador (Lugo y Ourense) tengan más peso y, además, fija un umbral mínimo de votos –el 5%– que excluye a formaciones pequeñas.


El sistema electoral gallego favorece a Lugo y Ourense

Comparación entre el porcentaje de población y el porcentaje de escaños de cada provincia por grupos de cara a las elecciones autonómicas en Galicia de 2024

Fuente: Xunta de Galicia, INE


Lugo y Ourense, las dos provincias menos pobladas, suponen el 37% de los escaños teniendo el 23% de la población de Galicia, mientras que A Coruña y Pontevedra, con el 76% de la población, eligen el 63% de los asientos en el Parlamento gallego. Así, en las últimas autonómicas los ‘populares’ necesitaron 18.800 papeletas para obtener cada escaño en la provincia de A Coruña, mientras que en Lugo la cifra cayó por debajo de las 10.000.

En las cuatro mayorías absolutas que obtuvo Alberto Núñez Feijóo, el PP no reunió el 50% de los votos, pero sí más de la mitad de los escaños, como resultado de la sobrerrepresentación de Lugo y Ourense y de la ley D'Hondt. Y esto, al fin y al cabo, sí que favorece al PP. 

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