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Criptomonedas, coches de lujo y chalés: las pistas que siguió la Audiencia Nacional tras un ex alto cargo de la Xunta

Norberto Uzal (izquierda) y el ex conselleiro de Política Social José Manuel Rey Varela

Daniel Salgado

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Coches de lujo, viviendas en Oropesa (Castellón) o San Sebastián de los Reyes (Madrid), inversiones en criptomonedas, joyas o grandes cantidades en efectivo son algunas de las vías para blanquear dinero utilizadas por la trama que investiga la Audiencia Nacional y cuyo número 2, Norberto Uzal, fue director general en los primeros gobiernos de Feijóo. Organización criminal, delito contra la hacienda pública y blanqueo de capitales son los delitos de los que el tribunal acusa a 23 personas y su trama de empresas relacionadas con la compraventa de hidrocarburos.

En la cima de la pirámide se encuentra Hafesa, proveedora del producto a todas las operadoras creadas por la organización: Arco Fuel Iberian, Petrolois, Elcano Energía, Sanvez Hidrocarburos, Carburantes Nafta y Jadash Petroleum. “La estructura formal se relaciona con la instrumental”, señala el auto, “formando distinto canales de distribución y comercialización del hidrcarburo [...] El grupo Hafesa como proveedor y todos disponen de una operadora instrumental para cometer el fraude”. Que ha ascendido a más de 154 millones de euros.

El mecanismos consistía en la adquisición de gasóleos y gasolinas “dentro de depósito fiscal”, es decir, exentos de IVA, para su posterior venta ya con IVA. En ese punto comenzaba la trampa. “Esto genera importantes cuotas de IVA repercutido a ingresar por dicho impuesto que han sido notoriamente reducidas, mediante la deducción de unas cuotas que no han sido soportadas en las compras que han realizado”, dice el documento. Además, la trama presentaba declaraciones de IVA pero después no ingresaba toda la cuota reconocida. O realizaba declaraciones “extemporáneas” días antes de declrarase la entidad en concurso de acreedores.

Mediante este sistema, la organización “evitaba intencionadamente el ingreso en la Hacienda Pública del IVA generado en la comercialización de hidrocarburos”. En concreto así lo hizo entre 2016 y 2019, cuando dejó de ingresar 154.729.899,58 euros. “Con ello, han conseguido, al incorporar el IVA repercutido a su patrimonio, un mayor beneficio en sus operaciones comerciales de venta, además de una cierta monopolización del mercado al erradicar, al menos parcialmente, la competencia de terceros incapaces de ofertar un precio igual o inferior al suyo, pues la mercancía se vendía por debajo del precio de coste”, considera el juez.

La trama, encabezada por Alejandro Hamlyn López-Tapia y con Norberto Uzal como segundo, buscó después las maneras de legalizar el dinero defraudado. Por lo menos, 46,5 de los 154 millones, según consta en el auto. Y estas abarcaron desde la compra de criptomoneda por 5,37 millones de euros hasta vehículos de lujo por 1,95 millones. Transferencias al extranjero por 5,37 millones, retirada en efectivo por 5,71 millones, cheques sin destino identificado por 1,52 millones, inversiones en inmovilizado por 3,13 millons o en otras empresas por 5,67 millones completan los “siete principales conceptos” empleados en el proceso de blanqueo de capitales. Joyas o viviendas también servían para reintegrar el dinero presuntamente defraudado en la legalidad.

El lugarteniente que paso de la Falange a la Xunta de Feijóo

En la cúpula del entramado se encuentra Norberto Uzal, “lugarteniente” de Hamlyn, según recoge literalmente el auto. Director general de Hafesa -también fue director general, pero de Administración Local, en los dos primeros ejecutivos de Feijóo, entre 2009 y 2013-, Uzal ocupa además otros cargos en varias firmas del conglomerado. No solo transmite órdenes, también las emite“, afirma el juez, ”interviniendo junto a Hamly subordinado únicamente a él en todas las decisiones que atañen a la estructura de la organización criminal [...] así como en la operativa, supuestamente fraudulenta, que desarrolla la misma“.

Abogado de profesión, en el grupo Hafesa no solo se encarga de aspectos legales, sino que “ejecuta la operativa del mismo, impartiendo las órdenes necesarias para su consecución y controlando pagos y cobros”. “Su función no es de abogado, es gestor de todo el negocio”, añade el auto.

Antes de llegar al mundo de los hidrocarburos, Uzal se había construido una pequeña carrera política. A comienzos de los 2000, su fichaje como asesor jurídico del Concello de Cambados (Pontevedra), entonces gobernado por el PP, levantó cierta polémica. Uzal procedía de la derecha, pero de otra derecha: Falange Española Independiente. En Cambados coincidió con un secretario municipal que hoy vicepreside la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda. Rueda fue quien, como conselleiro de Presidencia, lo nombró en 2009 director general de Administración Local.

De ese alto cargo dimitió en 2013, salpicado por un proceso judicial derivado de un caso de acoso laboral a la secretaria del Concello de Palas de Rei (Lugo). La Consellería de Presidencia había expedientado a la funcionaria, enfrentada al regidor del PP, a partir de informes redactados por Uzal. La secretaria recurrió y ganó el proceso. Uzal presentó su renuncia, enmascarada en “motivos personales”. Apenas dos años después desembarcó en Rianxo (A Coruña), como número dos en la lista del PP a la alcaldía de la localidad.

Aquel fichaje causó sorpresa entre los demás partidos. Uzal no tenía ninguna relación con Rianxo. “El PP tenía cierta expectativa en aquellas elecciones”, recuerda un veterano militante nacionalista del lugar, “pero no se cumplieron”. El BNG retuvo la alcaldía con apoyo del Partido Socialista. Uzal apenas hizo oposición durante unos meses. Personas que compartieron corporación con él lo recuerdan como dialogante. “No hacía oposición radical, ni era crispado”. En 2016 abandonó la política y salió del radar público. Hasta que lo devolvió a él un auto de la Audiencia Nacional.

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