Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.

La desesperación de las preferentes revienta en el Parlamento

Protesta de los afectados por las preferentes en el Parlamento

David Lombao

“Esto tenía que acabar pasando”. Esta ha sido una de las frases más repetidas esta mañana en los pasillos del Parlamento de Galicia, en donde el primer pleno ordinario de la legislatura fue interrumpido por las protestas de personas afectadas por las preferentes de las antiguas cajas gallegas, aunque con una tensión y virulencia inéditas. La desesperación de los hombres y mujeres que perdieron los “ahorros de su vida” por culpa de los “engaños” de la actual Novagalicia Banco se concretó en seis personas procedentes de O Rosal y Santiago. Se acercaron al Pazo do Hórreo para escuchar una interpelación del PSdeG al conselleiro de Economía sobre su problemática y no fueron capaces de contener su indignación.

“¡Mentira!”, exclamaban desde sus asientos ante las explicaciones del titular de Economía, Francisco Conde, que le respondía a los socialistas que la Xunta actuó “desde el primer momento”. Pero al terminar el debate la tensión explotó. “¡No os vamos a dejar!”, “¡hasta la muerte, sinvergüenzas!”, gritaba una mujer de O Rosal que antes había explicado que un “directivo” de la oficina de la entidad en ese pueblo la convenció para destinar a las preferentes todos sus ahorros, “de los de mi marido y los de mi hija”.“Nosotros no fuimos a la caja, nos vinieron a buscar a casa”, relató desde la tribuna hacia el hemiciclo un vecino de Santiago, quien antes había detallado que el dinero “estafado” procedían de la expropiación de su restaurante, que tuvo que cerrar por el paso de las vías del AVE sobre su terreno.

“Va a correr la sangre”, “un director ya fue apuñalado”, advertía entre lágrimas el mismo afectado compostelano mientras, atónitos, diputados y diputadas de PSdeG, AGE y BNG contemplaban lo que sucedía y, paulatinamente, iban acercándose para intentar calmar la situación. Xosé Manuel Beiras (AGE), Carmen Gallego (PSdeG), Ana Pontón y Carlos Aymerich (BNG) y, sobre todo, el portavoz nacionalista, Francisco Jorquera, lograron calmar levemente a las personas más alteradas. Mientras, los trabajadores del Parlamento que, en condiciones normales, habrían desalojado la protesta, se sumaban con gestos de cariño a la tentativa de que retornara la calma tanto en la tribuna de invitados como en el pasillo, donde una de las afectadas sufría una crisis de ansiedad. En el hemiciclo los diputados del PP ya habían abandonado sus escaños y el portavoz socialista, Pachi Vázquez, le reclamaba “comprensión” a la presidenta, dada la escena de “desesperación” a la que acababan de asistir.

“No nos van a amedrentar”

Antes de los incidentes, de los mayores que se han vivido en una protesta de estas características, algunos de los afectados habían explicado ante la prensa los motivos del aumento de su preocupación. “La situación es jodidísima, así de claro”, resume Argimiro Martínez, afectado de O Rosal que reclama la devolución de los 12.000 euros que había ahorrado. “Hasta ahora fue todo muy bonito, se hicieron cantidad de propuestas durante la campaña electoral”, especialmente por parte “de la señora Nava Castro”, actual diputada y directora general de Consumo en la anterior legislatura. “Se comprometieron con todos, dijeron que si ganaba el PP tendríamos arbitraje para todo el mundo”. Pero ahora el Gobierno central anuncia que, como mínimo, perderán el 40% de sus dinero.

Igual de desesperada se muestra también Ana Belén Álvarez. “Que busquen donde sea, pero no vamos a perder un duro”. “Si tiene que haber sangre, habrá sangre”, como si “tiene que bajar el río Miño lleno de sangre”, ilustra para reclamar que los representantes políticos “dejen de discutir” y solucionen el problema. “Nosotros también somos ciudadanos, aunque no seamos votantes del PP”. “Quiero mi dinero, nada más”, ya que “lo único que hice fue ahorrarlos”. La protestas continuarán y lo harán “caiga quien caiga”, asegura, porque “no nos van a amedrentar”.

Etiquetas
stats