La Fiscalía archiva la denuncia de la Universitat de les Illes Balears por la desaparición de cuatro obras de arte
La Fiscalía ha archivado la denuncia presentada por la Universitat de les Illes Balears (UIB) por la desaparición de cuatro cuadros de su fondo artístico, donados hace 35 años a la institución.
Según ha informado la UIB este lunes en una nota de prensa, el informe elaborado por la Policía Nacional pone de manifiesto la dificultad de localizar los cuadros, cuyo rastro se pierde tras una exposición realizada en 1989. El documento confirma que aquellas obras eran propiedad de la UIB desde aquel año y que se desconoce el momento en que desaparecieron.
Dado el tiempo transcurrido, y la ausencia de un registro de movimiento de las obras, la investigación no puede proseguir. Además, de haber delitos, habrían prescrito, o sus responsables haber fallecido -quedando extinguida la responsabilidad penal-.
Ello, sumado a la falta de indicios, ha llevado a la Fiscalía a archivar las diligencias, abiertas a raíz de la denuncia que formuló la Universidad en 2023.
Cuadros desaparecidos
Se trata de cuatro obras cedidas por los artistas Miquel Barceló, José María Sicilia, José Manuel Broto y Xavier Mariscal. Proceden de una campaña impulsada por el grupo ecologista GOB en 1988, bajo el lema 'Sa Canova contra Ravena', para impedir la construcción de un complejo urbanístico por parte de la empresa Ravena en la finca de Sa Canova, en la costa de Artà.
El artista Miquel Barceló promovió que un colectivo de artistas donara una obra original para hacer carteles y recaudar fondos para la campaña. Además de los cuatro pintores ya mencionados, también participaron Antoni Tàpies y Miguel Ángel Campano.
Sin embargo, esta donación no consta documentalmente en los archivos de la UIB. La entrega, que se hizo de forma desinteresada, quedó reflejada en la prensa de la época, aunque según matizó la Universidad los periódicos hablaron erróneamente de una adquisición.
De esas seis obras, sólo dos, las de Campano y Tàpies, están incluidas en el inventario artístico de la UIB y permanecen en el campus. De hecho, el cuadro de Tàpies preside la sala del consejo de dirección.
La UIB detectó la ausencia de las obras en febrero de 2022, cuando se enteró de que el cuadro de Miquel Barceló iba a salir a subasta. Por ello, la Universidad requirió de forma urgente a la casa de subastas que paralizase la venta pública y contactó con la persona depositaria, una propietaria particular que lo había comprado años antes en una galería de arte de Palma que ya no existe y cuyo propietario había fallecido. La mujer cedió el cuadro a la UIB gratuitamente.
En abril, la UIB presentó la correspondiente denuncia, que ahora ha quedado archivada. El rector, Jaume Carot, explicó entonces que aunque la donación estaba fehacientemente comprobada, no había constancia de que las obras llegaran a entrar materialmente en la Universidad. Se sabe que los cuadros se exhibieron en varias exposiciones antes de que se les perdiera la pista.
Así, los cuadros de Sicilia, Broto y Mariscal continúan en paradero desconocido.
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