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Tras dos años y medio de informes contradictorios, valoraciones técnicas, movilizaciones ciudadanas y ecologistas y tensiones políticas entre el equipo de gobierno del Consell Insular de Menorca y la oposición, la UNESCO se ha pronunciado finalmente, a través de una carta, en contra de la macrorrotonda del viaducto a dos niveles de Rafal Rubí. La infraestructura que el gobierno conducido por Adolfo Vilafranca (PP) se empeña en finalizar está situada a escasos metros de dos navetas funerarias prehistóricas que forman parte del conjunto de yacimientos de la Menorca Talayótica, reconocida como Patrimonio de la Humanidad en 2023. Las obras están abandonadas desde 2015, después de que una ola de protestas populares detuviera su construcción.
Según ha podido comprobar elDiario.es, la misiva fue remitida por el organismo consultor de UNESCO en España –el instituto ICOMOS– el pasado 20 de octubre y va dirigida al delegado permanente del Estado ante Naciones Unidas, Miquel Iceta. En la carta, el organismo señala que “la solicitud del Comité no ha sido atendida” debido a que en un informe anterior se solicitaba la cancelación definitiva de las obras. En un reportaje publicado por elDiario.es el pasado mes de julio se evidenció que el organismo internacional mencionaba el “impacto negativo” que, desde hacía al menos dos años, los materiales acumulados en la zona “provocan sobre el estado de conservación y la integridad del yacimiento”.
En un informe del mismo organismo que ahora se dirige al embajador Iceta se solicitaba también que se “eliminen lo antes posible las obras viarias parcialmente terminadas del Componente C6, así como los postes y líneas eléctricas en las zonas paisajísticas entre diferentes yacimientos arqueológicos que influyen negativamente en las vistas del paisaje”. Nada de esto ha sucedido. Más bien al contrario.
Un informe contradictorio
A petición del Consell Insular, el que hasta 2023 fuera director de ICOMOS, Jordi Tresserras Juan, publicó un informe especial contradiciendo las indicaciones de la UNESCO, cuya consultora él mismo había presidido hasta pocos meses antes. El giro copernicano del experto en patrimonio en sus consideraciones sobre las obras permitió al gabinete de Vilafranca dar curso e incluso asignar presupuesto a la finalización del puente, cuyo inicio estaba planificado para los primeros meses de 2026. De nuevo, la respuesta del organismo de Naciones Unidas contra la intención del PP de Menorca de construir su macrorrotonda es contundente: “Este proyecto sigue siendo motivo de preocupación –para este organismo– ya que sólo difiere ligeramente del proyecto iniciado en 2015”, señalan desde ICOMOS, por lo que recomiendan “suspender los trabajos irreversibles a fin de permitir al Estado Parte examinar adecuadamente otras opciones posibles”.
La carta de ICOMOS asevera finalmente que es necesario elaborar una evaluación completa del impacto sobre el patrimonio que incluya “el estudio de alternativas, simulaciones, matrices y medidas de mitigación antes de adoptar cualquier decisión difícilmente reversible”. Asimismo, el organismo ha dado plazo al equipo de gobierno insular para evitar que sus indicaciones sigan siendo ignoradas. “A fin de garantizar el seguimiento de los progresos realizados en la aplicación de las solicitudes del Comité, el Centro del Patrimonio Mundial agradecería recibir un informe actualizado sobre el estado de conservación del bien 'Menorca Talayótica' antes del 1 de diciembre de 2026”, reclaman.
Tras conocerse el informe de UNESCO, el equipo de gobierno ha comparecido este mediodía en la sede del Consell Insular, donde han señalado que piensan seguir adelante con las obras previstas. “Nuestra preocupación principal es la seguridad de los menorquines. No hay que olvidar que estamos delante de un proyecto de carreteras en el que prima la seguridad, lo que está en juego es la vida de las personas”, ha declarado el conseller de Cultura, Juan Domingo Pons Torres, quien también ha aprovechado para cargar contra la oposición, a quien ha acusado de ser artífice de “una maniobra política sin precedentes”, a propósito del informe de ICOMOS.
Durante la rueda de prensa, Pons Torres señaló al Grupo de Ornitología Balear (GOB) como parte de esta supuesta “maniobra”, que derivó en una carta que el propio minsitro de Cultura, Ernest Urtasun, envió el pasado mes de julio al presidente del Consell, solicitando que acatara las recomendaciones de Naciones Unidas. “¿Cómo es posible que el Ministerio de Cultura haga más caso al GOB, o a una entidad minoritaria, o a un informe de un externo contratado a dedo para hacer un informe negativo que a los funcionarios del Consell expertos en patrimonio y carreteras?”, ha fustigado Pons Torres. Cabe destacar que, tras la carta del ministro, se sucedió una ola de renuncias de técnicos del Consell y del Consejo Social de la Menorca Talayótica.
Los argumentos sostenidos por el PP de Menorca antes –desde 2015 en adelante, durante la gestión de Santiago Tadeo– y después –tras el informe desfavorable de ICOMOS en 2023– para acometer las obras pese al riesgo que suponen para el yacimiento de Rafal Rubí son, casi siempre, del orden de la seguridad vial. “Finalizar el enlace a doble nivel eliminaría el giro a la izquierda en un tramo curvo que resulta especialmente peligroso por coincidir con un cambio de rasante. Vamos a compatibilizar seguridad vial y conservación patrimonial”, señalaba el portavoz del ejecutivo, Simón Gornés, paradójicamente formado como arqueólogo. Por su parte, el conseller de Cultura zanjó la discusión del impacto en el patrimonio insistiendo en que “se trata de un tema técnico”.
Mientras los ecos de la carta de UNESCO se extienden por los despachos de la Plaza de Biosfera, una pregunta flota en el ambiente de la isla, ¿podría la UNESCO retirar la declaración de Patrimonio de la Humanidad a Menorca si se finalizan las obras del puente? Aunque se desconoce la respuesta todavía, existen antecedentes. En 2009 el Valle del Elba, en Dresde (Alemania), perdió su estatus patrimonial ante Naciones Unidas tras la construcción del puente Waldschlösschen, una infraestructura vial moderna que alteró gravemente el paisaje cultural protegido. En 2007 el gobierno de la península arábiga de Omán redujo en un 90% la superficie protegida del Santuario de los Oryx Árabes para permitir la explotación petrolífera, por lo que perdieron la declaración por votación unánime de la UNESCO. La Ciudad Vieja de Jerusalén se encuentra en la lista de “patrimonio en peligro” debido a los constantes ataques sufridos a yacimientos musulmanes y cristianos por parte de organizaciones ultranacionalistas israelíes y podría perder su estatus si estas continúan. La otra pregunta que flota en el ambiente es ¿puede una obra vial imponerse a un yacimiento de 2500 años de antigüedad? La respuesta está blowing in the tramuntana.