Al menos 83 muertos y casi 300 desaparecidos en un espectacular incendio de varios rascacielos de viviendas en Hong Kong

elDiario.es / EFE

26 de noviembre de 2025 11:32 h

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Al menos 83 personas han muerto y cerca de 300 están desaparecidas en un gran incendio que ha afectado a siete rascacielos de viviendas en una urbanización del distrito de Tai Po, en el norte de Hong Kong. Al menos un bombero ha muerto en la catástrofe, según informó un portavoz en rueda de prensa. Además hay 76 heridos hospitalizados, entre ellos 11 bomberos. Se trata de la peor tragedia por fuego registrada en la ciudad en tres décadas.

Más de 24 horas después de su inicio el miércoles, el jefe del Ejecutivo hongkonés, John Lee, afirmó este jueves que los fuegos “están ya totalmente bajo control”, mientras continúan las operaciones de búsqueda y atención a los damnificados por el siniestro. Al menos 62 personas permanecen atrapadas entre los escombros del edificio, según la prensa local.

El incendio, declarado el miércoles, afectó a siete de los ocho bloques de 31 plantas de Wang Fuk Court, que se hallaba en un proceso de reforma exterior. El fuego comenzó en uno de los edificios y se propagó con extrema rapidez, alimentado por los andamios de bambú recubiertos con mallas de seguridad, lonas impermeables y planchas de poliestireno expansivo utilizados en las obras de renovación exterior iniciadas en julio de 2024.

Las autoridades consideran “inusual” la velocidad de propagación y han confirmado la presencia de materiales de poliestireno expandido altamente inflamables dentro de los bloques. Según Reuters, Hong Kong es uno de los últimos lugares del mundo donde todavía se utiliza ampliamente el bambú para los andamios en la construcción.

El Departamento de Bomberos había desplegado 1.250 efectivos, 304 vehículos de emergencia, 26 equipos especializados y cuatro drones para vigilancia aérea, y continúa avanzando planta por planta en tareas de rescate y enfriamiento. Los mandos alertaron del riesgo de colapso parcial del andamiaje, del que ya han caído fragmentos, lo que obliga al personal a extremar la precaución.

La Policía local ha detenido a dos directores y un consultor de ingeniería de la contratista responsable de las obras, acusados de homicidio imprudente por el uso de materiales que habrían facilitado la rápida extensión del fuego. Además, agentes registraron este jueves las oficinas de la empresa administradora del complejo y la vivienda de uno de los sospechosos, mientras continúa la investigación sobre el origen del siniestro.

Asimismo, la Comisión Independiente Contra la Corrupción (ICAC) de Hong Kong anunció este jueves la creación de un equipo especial para investigar posibles irregularidades o prácticas corruptas en las obras de renovación. 

Casi 300 personas desaparecidos y animales atrapados por el fuego

Las autoridades calculan que unas 300 personas podrían estar atrapadas en el interior de los edificios afectados por el fuego. Otros 62 residentes continúan atrapados dentro de los inmuebles, mientras avanzan las operaciones de rescate. “Seguimos llamando piso por piso. Si alguien contesta, vamos corriendo”, explicó a EFE un bombero con el rostro aún tiznado que pidió no ser identificado.

Además, los bomberos confirmaron el rescate de un nuevo superviviente, un hombre localizado en la escalera del piso 16 de uno de los edificios afectados. Poco después, un policía confirmó a EFE que “ya no se prevé localizar a más personas con vida ni que nadie pueda salir por sus propios medios”. El jefe ejecutivo de Hong Kong dijo que los bomberos habían rescatado con éxito a 55 personas.

En paralelo, una organización de rescate animal calculó que más de un centenar de mascotas han quedado atrapadas en los edificios. La organización Hong Kong Pet Club ha desplazado dos ambulancias veterinarias al lugar para atender a los animales rescatados.

Vecinos del complejo han expresado indignación por la aparente lentitud en la extinción del incendio. Una residente de la zona, de apellido Cheung, declaró al diario que “los edificios arden en cadena y nadie parece apagarlos”, y ha recordado que en las obras cercanas se habían detectado obreros fumando, motivo por el que se habían impuesto multas.

Wang Fuk Court está compuesto por ocho bloques de más de treinta pisos que cuentan con 1.984 viviendas, que albergan a unos 4.000 residentes. Este complejo se halla inmerso en un proceso de renovación por valor de 330 millones de dólares hongkoneses (42 millones de dólares, 36,6 millones de euros), una propuesta que generó descontento entre numerosos residentes el año pasado.

Una portavoz de la Cruz Roja explicó a EFE que se han habilitado ocho centros de acogida, por cada uno de los cuales pasan unas 200 personas, aunque muchas rotan constantemente entre hospitales, comisarías y el perímetro del incendio buscando información.

Lee indicó asimismo que cada hogar afectado recibirá una ayuda de emergencia de 10.000 dólares hongkoneses (1.285 dólares, 1.110 euros) para cubrir necesidades inmediatas.

Además, el dirigente hongkonés anunció la cancelación o el aplazamiento, durante un periodo aún por determinar, de todos los actos festivos organizados por el Gobierno, mientras que los altos cargos reducirán su presencia en actividades no esenciales. La Administración prevé celebrar un acto oficial de duelo, cuyos detalles se anunciarán más adelante, y anunció la apertura de una cuenta bancaria para recabar donaciones.

El Observatorio de Hong Kong mantenía desde este lunes una alerta roja de peligro de incendio, que advierte de un riesgo extremadamente alto de fuegos forestales o urbanos, basado en factores como la humedad, la velocidad del viento y la sequedad de la vegetación.

Un antecedente reciente

Este suceso se enmarca en una serie de incendios relacionados con andamios en Hong Kong, que han expuesto vulnerabilidades en las estructuras de construcción y renovación urbana. El pasado octubre, un fuego en el andamiaje exterior de la Torre Chinachem obligó a evacuar a decenas de personas y dejó a cuatro hospitalizadas.

Las autoridades del Departamento de Edificios confirmaron entonces la integridad estructural del inmueble, aunque identificaron materiales sueltos en la fachada que requerían remoción inmediata. Los trabajos de renovación en dicha torre, que incluían reparaciones menores en paredes exteriores y soportes de aire acondicionado, utilizaban cubiertas protectoras, redes y lonas estándar, pero el incendio se limitó a la fachada sin afectar el interior. En aquella ocasión, expertos apuntaron a chispas de soldadura en obras o colillas de cigarrillos abandonadas como posibles orígenes del siniestro.

Estos episodios subrayan preocupaciones recurrentes sobre la seguridad en los andamios de bambú —comunes en Hong Kong por su ligereza y bajo costo—, a menudo vinculados a actividades de renovación, materiales inflamables o fuentes de ignición externa, en un contexto de alta densidad urbana y condiciones climáticas propicias a la sequía. 

Además, la catástrofe supera ampliamente el saldo del incendio del edificio comercial Garley, ocurrido en 1996 en Kowloon, que dejó 41 fallecidos y que hasta ahora era el peor siniestro de este tipo en tiempos de paz en Hong Kong.