Dimite el ministro de Hacienda de México por sus discrepancias con López Obrador
El ministro de Hacienda y Crédito Público de México, Carlos Urzúa, ha dimitido este martes de su cargo por “discrepancias económicas” con el presidente, Andrés Manuel López Obrador, y por la “imposición de funcionarios sin conocimiento” de Hacienda.
“Por los motivos anteriores, me veo orillado a renunciar a mi cargo. Muchas gracias por el privilegio de haber podido servir a México”, ha escrito el ministro en una carta de renuncia que ha publicado en su cuenta de Twitter.
Urzúa, considerado hasta ahora como un estrecho colaborador de López Obrador, ha reprochado el hecho de que “en esta Administración se han tomado decisiones de política pública sin el suficiente sustento”.
“Estoy convencido de que toda política económica debe realizarse con base en evidencia, cuidando los diversos efectos que ésta pueda tener y libre de todo extremismo, sea este de derecha o izquierda”, ha expresado.
Ha añadido que sus convicciones “no encontraron eco” en el Gobierno de López Obrador, quien asumió la presidencia el 1 de diciembre de 2018, y que le resulta “inaceptable la imposición de funcionarios que no tienen conocimiento de la Hacienda Pública”, lo cual “fue motivado por personajes influyentes del actual Gobierno con un patente conflicto de interés”.
De todos modos, Urzúa manifestó su “profundo agradecimiento” al presidente por haberle dado la “oportunidad de servir a México durante este primer año de administración”.
Durante estos meses, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público ha impuesto un plan de austeridad en toda la administración propugnado por López Obrador, del izquierdista Movimiento Regeneración Nacional (Morena).
Aunque siempre mostró prudencia, Urzúa apoyaba el pronóstico de López Obrador sobre la posibilidad de lograr un crecimiento de la economía del 4% anual al finalizar su mandato en 2024.
Urzúa, que nació el 9 de junio de 1955 en el estado de Aguascalientes, tiene un máster en Matemáticas y es doctor en Economía por la Universidad de Wisconsin en Estados Unidos. Ha sido profesor e investigador en instituciones académicas mexicanas y estadounidenses, además de consultor de organismos internacionales como el Banco Mundial o las Naciones Unidas. Entre 2000 y 2003, ejerció como secretario de Finanzas de la capital mexicana, cuyo alcalde era López Obrador.
Su dimisión es la más relevante en los seis meses de Gobierno de López Obrador, aunque no ha sido la primera. A mediados de junio, el titular del Instituto Nacional de Migración de México, Tonatiuh Guillén, renunció a su cargo.
Esta dimisión coincidió con la del titular de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas de México, Jaime Rochín, quien denunció el 7 de junio que los cambios administrativos han reducido la calidad de atención hacia los casos por parte de la entidad.
A principios de junio también renunció el titular de la Comisión Reguladora de Energía, Guillermo García Alcocer. Y en mayo hicieron lo mismo el titular del Instituto Mexicano del Seguro Social, Germán Martínez, y la secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Josefa González-Blanco.