Caudalosos ríos de tinta inundan los medios de comunicación para intentar explicar las razones que han llevado a Donald Trump a la Casa Blanca: Hillary no ilusionaba, muchos estadounidenses están hartos del sistema, el Obamacare ha pasado factura a los demócratas…. Sociólogos, politólogos y economistas tratan de responder a una pregunta para la que buena parte de la sociedad mundial no tiene respuesta: ¿cómo ha podido ganar un candidato que ha hecho bandera del racismo, el machismo, la intolerancia y hasta la violencia? Ese ejército de expertos aporta claves acertadas y necesarias pero que, en mi humilde opinión, serán incompletas si no asumimos la verdadera raíz del asunto por dolorosa que sea: la naturaleza del ser humano le hace ser un verdadero cabrón.