Donald Trump amenaza con una intervención militar en Venezuela bajo el pretexto de la lucha contra el narcotráfico ante el silencio del grueso de la comunidad internacional. España se ha mantenido en un segundo plano durante la escalada de la tensión por parte de EEUU, que además de advertir de ataques terrestres ha reconocido el asesinato de supervivientes de una narcolancha –algo que se considera un crimen de guerra–. Después de que Trump elevara aún más la tensión al asegurar que acabaría con “esos hijos de perra”, el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, se ha pronunciado por primera vez y ha dicho que la “crisis en Venezuela” se tiene que resolver por “medios pacíficos”.
La respuesta del jefe de la diplomacia española a su llegada a una reunión de ministros de la OTAN en Bruselas, a la que no asistirá el secretario de Estado de EEUU por primera vez en décadas, ha sido muy medida y ha evitado en todo momento referirse expresamente a las amenazas de Trump. Albares ha apelado a “una solución democrática y ante todo, dialogada y genuinamente venezolana”.
“No van a encontrar nunca a España atizando ningún fuego con respecto a un país hermano latinoamericano, sea cual sea. España siempre va a estar al lado de las soluciones dialogadas, pacíficas y democráticas. Lo que nosotros queremos para el pueblo venezolano, exactamente igual que lo que queremos para todos los pueblos hermanos de Latinoamérica, es lo mismo que queremos para el pueblo español: paz, democracia y justicia social”, ha expresado.
Albares circunscribe, por tanto, el asunto de Venezuela prácticamente a la crisis política interna de Nicolás Maduro. Ni España ni la UE ni EEUU reconocieron los resultados de las elecciones de 2024. “Creo que lo que tenemos que aspirar todos para el pueblo venezolano es encontrar una solución democrática a su crisis, dialogada y negociada entre venezolanos”, ha señalado. El asedio, no obstante, incluye el cierre del espacio aéreo que afecta a compañías, entre ellas Iberia.
Presión de Sumar ante la amenaza de Trump
Preguntado por si cree que países de la OTAN apoyarían una intervención militar de EEUU, el ministro ha lanzado balones fuera al asegurar que ese asunto “no está dentro de la órbita de la OTAN y de las acciones de la OTAN, ni hoy se va a tratar en estos momentos”, pero ha apostado por una posición “respetuosa con el derecho internacional y que sea pacífica”.
En esa misma línea, Pedro Sánchez deslizó el martes que el derecho internacional debe cumplirse “en Gaza, en Ucrania, en Sudán”. “Vamos a ver lo que pasa en Venezuela”, mencionó de soslayo el presidente en una entrevista en RAC1. Hasta entonces, el asunto había estado fuera de órbita, aunque Albares ha asegurado que Venezuela es “uno de los asuntos que ocupa más tiempo” en sus jornadas.
Por su parte, el socio minoritario de la coalición, Sumar, eleva la presión sobre Moncloa y Exteriores ante la tibia respuesta que están dando a lo que consideran una “vulneración del derecho internacional” en Venezuela por la amaneza a su soberanía a través del cierre del espacio aéreo así como a su integridad territorial. En una pregunta parlamentaria registrada por el portavoz de IU, Enrique Santiago, y otros diputados de Sumar, exigen al Gobierno que adopte “las medidas diplomáticas oportunas” en el seno de la UE y de la OTAN ante lo que advierten que puede suponer “una peligrosa desestabilización global”.