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El Parlamento Europeo presenta la denuncia contra la Comisión Europea por no suspender todos los fondos a Polonia

El presidente del Parlamento Europeo, David Sassoli, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.

Andrés Gil

Corresponsal en Bruselas —
29 de octubre de 2021 17:07 h

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Si el dinero europeo no puede ir a los países que no cumplen con el Estado de Derecho, el caso polaco no puede quedar impune. Es lo que piensa la mayoría del Parlamento Europeo, que aprobó presentar una denuncia contra la Comisión Europea, la guardiana de los tratados, por no activar la condicionalidad que vincula los fondos europeos a la observancia de una serie de valores. Y resulta que esta denuncia, anunciada por la Eurocámara hace nueve días, ha sido ya ha presentada, según ha anunciado la oficina del presidente del Parlamento Europeo, David Sassoli (PD/S&D).

“A petición del presidente Sassoli, el servicio jurídico del Parlamento ha presentado hoy [por el viernes] la demanda contra la Comisión Europea ante el Tribunal de Justicia por no aplicar el reglamento de condicionalidad”, ha comunicado el Parlamento Europeo: “El reglamento, que fue adoptado en diciembre pasado, permite a la UE suspender los pagos del presupuesto de la UE a los Estados miembros en los que el Estado de derecho está amenazado. Sin embargo, la Comisión se ha abstenido de utilizarlo hasta ahora. Por tanto, la Comisión de Asuntos Jurídicos del Parlamento recomendó emprender acciones legales”.

David Sassoli ha afirmado: “Como se ha solicitado en las resoluciones aprobadas en el Parlamento, nuestro servicio legal ha entablado una acción contra la Comisión Europea por no aplicar el Reglamento de Condicionalidad al Tribunal de Justicia. Esperamos que la Comisión Europea actúe de manera coherente y esté a la altura de lo que declaró la presidenta Ursula von der Leyen durante el último debate plenario sobre este tema. Las palabras deben convertirse en hechos”.

Eric Mamer, portavoz de la Comisión Europea, ha respondido: “Tomamos nota de la decisión del Parlamento Europeo en cuanto a la regulación de la condicionalidad. Reiteramos que la Comisión ya está aplicando el reglamento: se han redactado directrices para su aplicación; el análisis de casos potenciales está en curso; y nos estamos preparando para enviar cartas a los Estados miembros pertinentes cuando proceda”.

En efecto, Ursula von der Leyen anunció hace diez días ante el pleno de Estrasburgo: “Iremos a los tribunales y condicionaremos los fondos. No podemos ni vamos a tolerar que se pongan en riesgo los valores comunes. Vamos a defender el derecho europeo en nombre del pueblo polaco”.

Sin embargo, unos días después los líderes de la UE, reunidos en el Consejo Europeo del 21 y 22 de octubre, decidieron tirar del freno de mano y rebajar la respuesta al órdago polaco, que se sitúa fuera del ordenamiento jurídico de la UE al negar la primacía del derecho comunitario.

Una decisión que tampoco aplacó al primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, quien aseguró en el Financial Times: “Afortunadamente este es un proceso político. Y los políticos pueden detener los procesos políticos. Esto sería lo más inteligente que pueden hacer. Porque no se puede hablar con una pistola en la sien. El dinero ya debería haberse pagado. Es una violación del procedimiento por parte de la Comisión Europea. Están violando el Estado de Derecho. No vamos a rendirnos, no vamos a renunciar a nuestra soberanía por esta presión. El 88% de los polacos quiere permanecer en la UE, la mitad de ellos son votantes de nuestro [partido]. Estamos convencidos de que Polonia tiene que quedarse, por lo que no hay riesgo de Polexit. Defenderemos enérgicamente a Polonia como parte de la Unión Europea”.

Morawiecki advirtió de que si la Comisión Europea “inicia la tercera guerra mundial” reteniendo el dinero prometido a Varsovia, defenderá sus “derechos con cualquier arma a disposición”. Es decir, el bloqueo de dosieres en Bruselas –como por ejemplo el pacto verde europeo–, gracias a la capacidad de veto que conserva mientras no se active el Artículo 7 contra Polonia, cosa que no pasará por el apoyo que tiene de Hungría, sobre todo, pero también Eslovenia.

Como explica Europa Press, “Polonia tiene asignados 106.000 millones de euros del presupuesto UE hasta 2027 entre Cohesión y PAC, a los que habría que sumar otros 36.000 millones del fondo de recuperación. Es decir: 36.000 millones del fondo de recuperación (23.900 en subsidios y 12.100 en créditos); 75.000 millones en fondos de Cohesión (en 7 años); y 31.200 millones de la PAC (en 7 años)”.

Sentencia histórica contra Polonia

La presentación de la denuncia contra la Comisión Europea presentada por el Parlamento Europeo se produce 48 horas después de que el Tribunal de Justicia de la UE impusiera una multa inédita a Polonia de un millón de euros diarios por no revertir su asalto a la independencia judicial.

“Como no ha suspendido la aplicación de las disposiciones de la legislación nacional relativas a los ámbitos de competencia de la Sala Disciplinaria del Tribunal Supremo, se condena a Polonia a abonar a la Comisión Europea una multa diaria de 1.000.000 euros”, afirmaba el Tribunal de Justicia de la UE: “El cumplimiento de las medidas cautelares ordenadas el 14 de julio de 2021 es necesario para evitar un perjuicio grave e irreparable al ordenamiento jurídico de la Unión Europea y a los valores en los que se fundamenta dicha Unión, en particular el del Estado de Derecho”.

Polonia y el resto de la Unión Europea se encuentran en medio de una gran tensión por la sentencia del Tribunal Constitucional polaco a principios de octubre, que negaba la preeminencia de algunas partes de los Tratados de la UE sobre las leyes polacas, lo que venía a situar al país fuera del ordenamiento jurídico de la UE.

La decisión del tribunal con sede en Luxemburgo de este miércoles responde a la petición de la Comisión Europea de principios de septiembre de solicitar al Tribunal de Justicia que de la UE imponga sanciones económicas a Polonia para garantizar el cumplimiento de la orden de medidas cautelares del Tribunal sobre el funcionamiento de la Sala Disciplinaria del Tribunal Supremo de Polonia y la suspensión de otras disposiciones de la legislación polaca que afectaban a la independencia judicial.

El apasionado alegato del primer ministro belga

El primer ministro belga, Alexander de Croo, ha pronunciado un apasionado alegato a favor de los valores europeos ante las derivas autoritarias y homófobas de los gobiernos de Polonia y Hungría.

En el Colegio de Europa en Brujas, De Croo advirtió el miércoles al primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, contra la escalada del conflicto sobre las reglas básicas del Dstado de derecho. Y lo hizo el mismo día que el Tribunal de Justicia de la UE impuso una multa diaria de un millón de euros a Polonia por negarse a cumplir con la solicitud del tribunal de suspender las actividades de la Sala Disciplinaria del Tribunal Supremo.

El primer ministro belga, Alexander de Croo, ha pronunciado un apasionado alegato a favor de los valores europeos ante las derivas autoritarias y homófobas de los gobiernos de Polonia y Hungría.

En el Colegio de Europa en Brujas, De Croo advirtió el miércoles al primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, contra la escalada del conflicto sobre las reglas básicas del Dstado de derecho. Y lo hizo el mismo día que el Tribunal de Justicia de la UE impuso una multa diaria de un millón de euros a Polonia por negarse a cumplir con la solicitud del tribunal de suspender las actividades de la Sala Disciplinaria del Tribunal Supremo.

“El reciente ataque al Tribunal de Justicia de la UE es inaceptable”, dijo De Croo: “La Unión Europea es una unión de valores, no un cajero automático”. “A quienes conceden entrevistas incendiarias y creen que es necesario declarar una nueva guerra mundial en el Financial Times”, como hizo el primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, “quiero decirles: están jugando un juego peligroso, están jugando con fuego cuando hacen la guerra con sus colegas europeos por razones políticas internas”.

Y añadió: “No se trata de arrogancia de 'viejos' Estados miembros. No se trata de una cuestión de Occidente contra Oriente, de lo antiguo contra lo nuevo. Se trata de la abrumadora mayoría de Estados miembros, desde los países bálticos hasta Portugal, que están de acuerdo en que nuestra Unión es una unión de valores, no un cajero automático. No se puede sacar todo el dinero pero rechazar los valores. Entonces, ¿cuál es la salida? No deberíamos echar a estos países, como sugieren algunos. Deberíamos hablar con ellos. No deberíamos morder su anzuelo, sino escuchar el mensaje de los 100.000 ciudadanos polacos que salieron a las calles portando la bandera polaca y la bandera europea, una al lado de la otra, para refutar las tácticas incendiarias”.

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